Las crisis y la flexibilidad del mercado han cambiado el panorama laboral. La estabilidad y la antigüedad en el empleo, generadoras de ingresos continuados a las arcas de Hacienda y de la Seguridad Social, han pasado a un segundo plano
Según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), sólo la mitad de los asalariados (51% exactamente) acumula más de seis años en el empleo actual (el INE no mide antigüedades mayores). Es decir, sólo 8,6 millones de los casi 17 millones de trabajadores que tienen una nómina acumulan una cierta estabilidad más o menos consolidada en las empresas. De ellos, más de medio millón (6%) mantienen todavía un contrato temporal.
Sin embargo, esta cifra está sesgada al alza por la elevada estabilidad laboral en el sector público mientras que en el sector privado se concentra siempre la movilidad y los ajustes. Así, el 70% de los trabajadores en las Administraciones Públicas acumulan más de seis años cobrando una nómina del mismo pagador (más de 2,4 millones de empleados de los casi 3,5 millones totales
Mientras, ese porcentaje de asalariados en las empresas privadas con más de seis años en el mismo empleo se ha situado en el 46% (6,2 millones de los 13,4 millones existentes) y es del 35% en sectores como la hostelería. La aplicación de ERTES (todavía hay 200.000 trabajadores inmersos en este limbo estadístico) ha evitado que la acumulación de esta antigüedad sea aún más reducida en el sector privado.
En todo caso, la diferencia de esta estabilidad laboral entre el sector público y el privado es de 24 puntos a favor del primero. Y tiene connotaciones económicas ya que la antigüedad es un componente importante de la nómina pública, no así en la privada, ya que genera una colección de trienios que reciben una contraprestación salarial. Hay empleados, sobre todo en la Administración Central, que acumulan 15 o más trienios. Mientras tanto, los pluses salariales por antigüedad han dejado prácticamente de computarse y de abonarse en el sector privado. Sólo un 30% de las empresas lo mantienen y ni siquiera son parte de la negociación colectiva. Según la CEOE, este pago se ha ido eliminando porque reducía la productividad.
Otro dato curioso de esta estadística es que en las cifras de ocupación total se observa que los trabajadores por cuenta propia (autónomos) mantienen también una tasa de antigüedad muy superior a las de los asalariados privados y muy cercana a la pública. Así, el 67% del empleo autónomo acumula más de seis años en su propia empresa. Es decir, este colectivo está aguantando como puede los actuales avatares porque se trata de su propio empleo
Las cifras son llamativas en los tramos con menos tiempo en el trabajo: el 30% de los ocupados en la hostelería lleva menos de un año en su actual empleo. Lo mismo ocurre con el 23% en la agricultura; el 21% en la construcción; el 18% en las actividades administrativas y auxiliares o en la comunicación e información; o el 16% en el comercio y el 15% en las actividades sanitarias así como en las inmobiliarias.
En general, la radiografía evidencia la alta rotación, la temporalidad y la falta de estabilidad: uno de cada cinco ocupados en España lleva menos de un año trabajando en el empleo actual; otro 15% lleva menos de tres años; otro 15% entre tres y seis años; y sólo el 51% lleva esos más de seis años
Fuente:Vozpopuli