Más de 7 millones de empleados cobran el SMI o menos, la mayoría porque trabaja menos horas de lo que permite la ley

Uno de cada tres trabajadores está en esta situación, una proporción que se eleva hasta el 80% en jóvenes. 

En España hay más de siete millones de asalariados que declaran ingresos iguales o inferiores al salario mínimo interprofesional (SMI) a jornada completa. Una cifra que equivale aproximadamente a una tercera parte de los empleados de todo el país y que esconde una realidad que es especialmente cotidiana entre las mujeres y los jóvenes. Así lo refleja un estudio publicado recientemente por el sindicato UGT que ha sido elaborado a partir de las estadísticas salariales que publica la Agencia Tributaria (AEAT).

Los datos se remontan al año 2022 (última estadística tributaria disponible), un año en el que el SMI se situó en 14.000 euros brutos anuales en 14 pagas. En aquel ejercicio, se contabilizaron 3,8 trabajadores con ingresos declarados de 7.000 euros o menos y otros 3,5 millones que ganaron entre 7.000 y 14.000 euros.

En este apartado, las diferencias de género y por edad son muy significativas. Así, mientras que un 31% de los hombres igualaba o quedaba por debajo del SMI en 2022, en el caso de las mujeres esta cifra ascendía al 42,5%. Más llamativas son incluso las diferencias por edad. En el caso de los jóvenes el 80% de los menores de 26 años cobraba el SMI o menos hace dos años.

Estas cifras nos dicen que hay una parte importante de la población que trabaja menos horas de las que podría teóricamente. No en vano, la única forma en la que se puede ganar menos que el SMI anual a jornada completa es trabajar a tiempo parcial o no trabajar durante todo el año completo. Esta es, precisamente, una de las dos caras de la precariedad laboral en España: la de las personas a las que les gustaría trabajar más horas para ganar más dinero pero no pueden. La otra, quizá más conocida, es la de los trabajadores que ansían reducir sus jornadas maratonianas.

“A pesar de que el SMI se ha incrementado un 73,1% en los últimos 8 años, muchas personas siguen sin alcanzar su importe equivalente a nivel anual y a tiempo completo”, reflexionan en el sindicato. Algo que “no se explica por un incumplimiento o fraude de las empresas”, señalan en UGT. Más bien, es “consecuencia directa de padecer una baja intensidad laboral, lo cual acaba mermando la eficacia del SMI como instrumento para mejorar el bienestar de las personas más precarizadas”.

Por mucho que se suba el SMI, si un tercio de los trabajadores españoles no llegan a la jornada completa (algunos de ellos por su propia voluntad, todo sea dicho) la desigualdad seguirá ahí. De ahí que UGT considere que elevar las horas de trabajo de quiénes padecen subempleo o combatir la temporalidad “suponen también dos pilares básicos de la política salarial en nuestro país”. “Tan importantes si cabe como elevar el propio SMI”, agregan.

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