Según el último informe elaborado por el Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social, durante el año 2023, la recaudación por cotizaciones de la Seguridad Social se disparó de forma muy importante, el 9,8%, gracias tanto al aumento de ocupados (2,63%), como la cotización media por ocupado (7,36%). Asimismo, las contribuciones han ganado peso con respecto al Producto Interior Bruto (PIB), también en términos anuales, puesto que han pasado del 10,39% que representaban en 2022, al 10,55% que suponían en 2023.
Tal como explica el Informe, la buena marcha de las cotizaciones, con ser cierta, no implica que tras este hecho haya una mejora salarial por encima de la productividad, sino que se debe al “aumento de la presión fiscal generada por el MEI (Mecanismo de Equidad Intergeneracional), ya que, si se descontara la recaudación por este concepto (2.723,67 millones de euros), la cotización media (5,4%) habría crecido menos que la productividad, y la participación de las cotizaciones sociales en el PIB (10,36%) habría sido menor que en 2022 (10,39%)”.
Las conclusiones de este informe constatan que en 2023 se produjo un despegue de recaudación por cotizaciones sociales en línea con el PIB, “más un aumento adicional generado por el MEI del orden de 0,2 puntos del PIB, siendo este el efecto más visible de la reforma de pensiones de 2021 (Ley 21/2021) en lo que se refiere a las medidas de ingreso”.
Otro de los resultados que refleja el informe de estos expertos es que el gasto en pensiones contributivas (sin el complemento a mínimos) subió el 10,33% en 2023, “el mayor aumento desde que hacemos el seguimiento de la ejecución presupuestaria”, detalla el documento.
La principal razón de este fuerte crecimiento del desembolso para abonar las pensiones de la Seguridad Social es “la revalorización del 8,5% motivada por la evolución del IPC en 2022 y el mandato de la Ley 21/2021 para mantener el poder adquisitivo de las pensiones”, de acuerdo con los autores del estudio
Asimismo, otro factor importante a tener en cuenta es, al decir de los expertos, que el número de pensiones ha crecido el 1,09%, “el mayor desde 2019, pese al aumento en dos meses de la edad de jubilación ordinaria y las medidas de la Ley 21/2021 en cuanto a jubilación anticipada y demorada para aumentar la edad efectiva de jubilación, que ha superado los 65 años a final de 2023”.
Conclusiones
El déficit por operaciones no financieras sigue por encima del 0,5% del PIB, a pesar de las mayores transferencias del Estado que alcanzan la cifra de 19.888 millones de euros, un 1,4% del PIB. Esta transferencia, junto con un préstamo del Estado por importe de 10.003,81 millones de euros son, a grandes rasgos, los orígenes de los fondos que financian el déficit contributivo (28.417 millones de euros), un déficit que se ha situado en el 1,94% del PIB, prácticamente igual que a finales de 2022.
En el ejercicio 2024 el coste de la revalorización (3,8%) no será tan importante como en 2023 (8,5%), lo que dejará el aumento del gasto en pensiones contributivas alrededor del 6%, frente al 10,3% de 2023. La entrada en vigor del Real Decreto-Ley 2/2023 impulsará algo más los ingresos por cotizaciones (aumento del MEI y de la base máxima de cotización por encima del IPC), pero lo fundamental será el ciclo económico, algo difícil de estimar. Si los ingresos contributivos mantienen su tasa de crecimiento por encima del 7,5% el déficit contributivo podría ir disminuyendo en 2024
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