El resto de rentas que dependen del Gobierno (pensiones, IMV y SMI) ganan poder de compra por las alzas aprobadas.
Los empleados públicos volverán a perder poder adquisitivo en 2024 si se cumplen los pronósticos de inflación.
Si 2022 fue el año de la mayor pérdida de poder adquisitivo en 40 años para los trabajadores españoles, 2023 será recordado como el año en el que empezó a cerrarse la herida. Sin embargo, esa recuperación no está siendo igual para todos. Una parte nada desdeñable de los asalariados volverá a ver cómo se le abre un agujero más en su bolsillo. En 2023, el sueldo de 2,7 millones de empleados públicos y alrededor de 6 millones de trabajadores de empresas privadas crecerá menos que los precios del consumo.
Al mismo tiempo, el resto de rentas que dependen de las decisiones del Gobierno mantendrán intacto su poder de compra. Las pensiones, el salario mínimo interprofesional (SMI) o el ingreso mínimo vital (IMV) han quedado blindados por las revalorizaciones aprobadas en 2022 y 2023.
El colectivo que más poder adquisitivo ha perdido este año es el de los empleados públicos. La subida salarial aprobada por el Ejecutivo para este colectivo recogía un alza del 3% para este año. Una mejora que no alcanza para compensar un incremento de los precios del consumo que alcanzaba el 3,8% de media hasta noviembre de 2023. Además, todo apunta a que si se cumplen las previsiones de inflación para 2024 (un 3,4%, según espera la Comisión Europea) los empleados públicos volverán a perder poder de compra también en 2024. El año próximo la subida pactada es de un máximo del 2,5%.
Los funcionarios ya fueron uno de los colectivos más golpeados por la inflación el año pasado. Entonces su sueldo creció un 3,5%, frente a una subida de precios del 8,4%. Unas pérdidas de poder adquisitivo que se acumulan a las experimentadas durante los años de la gran recesión, en la que llegaron a sufrir una bajada del 5% en su retribución. No obstante, es importante recordar que los empleados públicos tienden a tener una posición económica más desahogada que los privados. Su sueldo medio es un 34% mayor al que pagan las empresas, algo que se explica en buena parte porque los funcionarios suelen tener carreras más largas y regulares.
Los trabajadores privados han sido capaces de capear algo mejor el temporal. En este caso al haber diferentes fuentes estadísticas es difícil precisar tanto la evolución de sus salarios. Si tomamos la estadística de convenios colectivos de trabajo, se observa cómo las retribuciones privadas aumentaron un 3,5% de media interanual hasta noviembre, algo menos que la inflación. En la eurozona, el incremento promedio en el tercer trimestre era del 4,7%. No obstante, si se analizan solo los convenios colectivos firmados en 2023 -y no las subidas salariales pactadas en otro años, pero con efectos este ejercicio- el alza en la retribución alcanza el 4,15%.
En total, hay 10,56 millones de trabajadores cubiertos por esos convenios colectivos de trabajo. Sin embargo, de ellos 5,8 millones han recibido subidas salariales pactadas de menos del 3% este año. En todo caso, conviene recordar que la estadística de convenios no refleja los pactos individuales a los que hayan podido llegar los trabajadores con su empresa, aunque sí da una buena imagen del panorama general.
No obstante otras estadísticas, como la Encuesta Trimestral de Costes Laborales (ETCL) o la información tributaria de las grandes empresas apuntan a que las subidas han sido mayores. La ETCL reflejaba una subida interanual del coste salarial por hora trabajada del 5,1% en el tercer trimestre del año. En las grandes empresas, el incremento del rendimiento medio bruto ronda el 4,5% de media en 2023.
A nivel sectorial, los trabajadores que han registrado mayores subidas por convenio son los empleados en actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (4%), administrativos (4%), el sector agrario (4%), la hostelería (4%) y el comercio (3,8%). En el lado opuesto del espectro, destacan el sector inmobiliario (2,6%), las finanzas (2,7%) o la información y las comunicaciones (2,7%).
Blindaje a pensiones, SMI e IMV
Ante el fuerte repunte de la inflación que se viene registrando desde mediados de 2021, la mayoría de países europeos han optado por una política de protección de rentas, que ha implicado, por ejemplo, fuertes revalorizaciones de las pensiones públicas. En el caso de España, el Ejecutivo aprobó en 2021 proteger las pensiones públicas de las subidas de los precios del consumo. Desde entonces, las pensiones públicas han conservado su poder de compra y se revalorizan conforme al IPC.
Otra de las rentas que también ha mantenido su poder de compra este 2023 ha sido el salario mínimo interprofesional, una renta que perciben unos 2,3 millones de españoles, según estima CCOO. El SMI subió un 8% en 2023, un incremento pensado para recuperar el poder adquisitivo perdido en 2022.
Para compensar la subida de los precios del consumo este año, el Gobierno está preparando ya una nueva subida del SMI de cara a 2024. Aunque las negociaciones todavía siguen en marcha, el Ejecutivo, que es quien tiene la última palabra sobre este asunto, ha garantizado que el salario mínimo aumentará por lo menos un 4%.
Finalmente, el Ejecutivo ha blindado también el poder de compra de la población más vulnerable, la que percibe el ingreso mínimo vital y las pensiones no contributivas. Estas dos rentas, cuyos importes están vinculados, se revalorizaron un 15% en 2023 como parte de los paquetes de apoyo anticrisis. Según informó la nueva ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, estas dos rentas aumentarán un 6,9% en 2024.
Los salarios, menos poder adquisitivo que en 2003
La concatenación de crisis económicas en los 23 años que llevamos de siglo han tenido un efecto dramático sobre los trabajadores. Tanto es así que el poder de compra que tienen los asalariados este 2023 es inferior al que tenían en el año 2003. Desde entonces, los precios del consumo han repuntado un 58%, mientras que los sueldos negociados en convenios colectivos lo han hecho un 55%.
Fuente: 20 minutos