Los fijos discontinuos se disparan entre los jóvenes

El contrato fijo discontinuo se ha disparado con la reforma laboral, que obliga a sustituir los contratos de muy corta duración por modalidades indefinidas. Entre enero y octubre se han firmado 1,93 millones de contratos fijos discontinuos, frente a los 212.000 que se habían acumulado en el mismo periodo de 2021. Este contrato indefinido permite a los empleadores dejar a los trabajadores ‘inactivos’ durante las épocas de menos carga de trabajo; es decir, sin trabajar ni cobrar.

Los fijos discontinuos, la modalidad ‘estrella’ de la reforma laboral, han crecido con especial intensidad entre los jóvenes. En octubre había 272.000 afiliados menores de 30 años con este contrato, frente a los 67.000 de octubre de 2021; es decir, cuatro veces más. Esto ha hecho que de los 970.000 afiliados medios con un contrato fijo discontinuo que había en octubre, los jóvenes representen ya un tercio (frente al 15% que representaban antes de la reforma).

En el en el Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), BBVA Research y el Instituto EY-Sagardoy de Talento e Innovación alertan de la importancia que está cobrando este contrato especialmente entre los jóvenes, con un crecimiento del 307%, según los datos de afiliación media de octubre de este año y el pasado. Menos intenso ha sido el crecimiento entre aquellos afiliados con entre 30 y 44 años (112%) y entre los de 45 años o más (61%).

Un 10% de todos los jóvenes afiliados

En octubre había 2,63 millones de menores de 30 años afiliados al Régimen General, según la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS). De éstos, un 10% tenía un contrato fijo discontinuo (frente al 3% del total en octubre de 2021), un 39% tenía un contrato indefinido a tiempo completo (frente al 28% de 2021) y otro 20% tenía un contrato indefinido a tiempo parcial (frente al 11% de 2021).

La temporalidad, por tanto, ha caído entre los jóvenes. Sólo un 14% de los afiliados medios menores de 30 años tenía un contrato temporal a tiempo completo en octubre (frente al 26% de 2021), otro 7% tenía un contrato temporal a tiempo parcial (esta modalidad representaba el 22% hace un año) y un 3% tenía un contrato en formación o en prácticas (frente al 4% del pasado año).

El fijo discontinuo da más seguridad al trabajador que una sucesión de contratos de muy corta duración puesto que en todo momento mantiene su contrato y tiene derecho a una indemnización por despido mayor, pero también puede suponer que acabe trabajando menos horas que en un contrato indefinido al uso, con un impacto negativo en la remuneración anual.

Además, fuentes expertas consultadas por este periódico destacan que las empresas que contratan bajo esta modalidad pueden mandar a sus trabajadores al ‘paro’ (que puedan cobrar una prestación dependerá de si han cotizado lo suficiente) durante el periodo de inactividad sin indemnización y, en términos generales, sin límite de tiempo (en llas subcontratas el plazo el límite por convenio es de tres meses).

Medio millón de fijos discontinuos inactivos

Fedea confirma en el mismo informe que a cierre de octubre había 441.000 fijos discontinuos inactivos que no se contabilizaron en el paro registrado y publicado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), tal y como adelantó Vozpópuli. El paro registrado se situó en octubre en los 2,91 millones, pero si se tienen en cuenta los fijos discontinuos que están inactivos, el paro “efectivo” asciende hasta los 3,35 millones.

Al conservar su contrato, no se les registra como parados en estos periodos de inactividad, pero sí se les incluye en otra casilla (demandantes de empleo con relación laboral) si se dan de alta en el SEPE para buscar otro trabajo, recibir formación y/o cobrar el paro.

Por tanto, este “paro efectivo” al que hace referencia Fedea resulta de sumar al paro registrado (2,91 millones de personas) el número de demandantes de empleo con relación laboral (461.277 millones de personas). A éstos habría que restar los cerca de 20.000 trabajadores que estaban afectados por un ERTE y también se incluyen como demandantes de empleo con relación laboral. El resultado son los 3,35 millones de parados “efectivos”.

ENLACE AL INFORME

Fuente: Vozpopuli

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