LOS BUENOS DATOS DE EMPLEO SE ACABARÁN TRAS EL VERANO POR EL FRENAZO EN LA ECONOMÍA

Tras los últimos buenos datos de empleo y crecimiento se esconde un incierto futuro económico: los economistas consultados coinciden en el frenazo que se avecina en otoño.

 

Con números en la mano, el número de cotizantes se mantiene en los 20,89 millones y el número de parados por debajo de los tres millones. Hay concretamente en España unos 2,7 millones de desempleados. Cinco meses, por tanto, de bajadas consecutivas del desempleo que lo sitúan en mínimos de 2008.

 

Pero la economía española batalla contra un otoño de clara ralentización. Los signos ya son evidentes: el ritmo de crecimiento del mercado laboral empieza a dar signos de agotamiento tras la creación de sólo 21.945 nuevos empleos en julio, un mes estival en donde siempre se potencia su creación, pero que, paradójicamente, este pasado mes ha sido el menos acusado de todos los meses del 2023 y uno de los peores mes de julio de la última década.

 

Empleo estacional

Los últimos datos de la EPA que contabiliza como ocupados a todos aquellos que hubieran trabajado la semana anterior a la encuesta, son positivos, pero están muy condicionados por el aumento del empleo producido por el fuerte impulso del sector turístico, que este año alcanza cifras récord en algunas zonas de EspañaSin embargo a pesar del buen comportamiento del turismo, existen muestras de debilidad estructural en nuestro mercado laboral, que generan muchas dudas en cuanto a su evolución anual en términos desestacionalizados.

 

Consecuentemente, si procedemos a analizar los porcentajes de empleo por franjas de edad, se ven señales de alarma que permiten albergar dudas razonables a medio plazo, sobre la evolución del empleo. Así, entre los 16 y los 24 años, la tasa de paro llega hasta el 28%. Por parte de la población de más edad también tenemos señales de alarma ya que el total de parados es de 2.763.000 y de entre ellos, el 19,36% son personas de más de 55 años que buscan empleo.

 

Por ello debemos escapar de los datos desestacionalizados y analizar el conjunto y es preciso alejarse del triunfalismo derivado de efectos coyunturales, como el turismo de verano y centrarse en la evolución del empleo en cifras desestacionalizadas y comparables que ofrezcan datos realistas para poder articular medidas adecuadas a la verdadera situación del mercado laboral.

 

Los fijos discontinuos 

Además se alerta de la imposibilidad de medir correctamente el número de desempleados reales. En primer lugar, hay que destacar la figura de los fijos discontinuos pues las cuentas de empleo, pese a que ya están dando datos negativos, están maquilladas, con lo cual el dato sería muchísimo peor del que ya es pues en el conjunto de un año, las personas fijas discontinuas están entre un 70 y un 80% sin trabajar y el resto del año no.

 

La ralentización del empleo

Muchísimas empresas no contraten tanto, como sí podrían hacer en otros años, a través de los contratos temporales. Además la inflación hace que la gente gaste menos y en consecuencia, la facturación de las empresas se ve dañada teniendo esto su impacto en la mano de obra que contratan los pequeños y medianos empresarios.

 

En este sentido pensando en el crecimiento en otoño, la mayoría de las familias que hasta ahora estaban sufriendo, seguirán sufriendo pero cada vez un poco más . Y hay tres factores que provocarán ese escenario negativo: la inflación, los tipos de interés y el aumento de la presión fiscal ante una política fiscal que amenaza con ser más expansiva ante el déficit que hay que atajar.

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