LOS ALEMANES NO TRABAJAN MÁS QUE LOS ESPAÑOLES

El Gobierno alemán ha presentado el borrador de los presupuestos del año que viene, en los que quieren incluir incentivos a los empleados para que trabajen más y durante más tiempo

 

En Alemania, hay una palabra que muestra de manera exacta la tradicional cultura laboral del país. Fleissig significa aplicado, diligente y trabajador. Varias palabras dentro de una misma definición que ha marcado durante años una ética de trabajo que se ha convertido en un rasgo distintivo del carácter de sus ciudadanos. Al menos, en la teoría. Las estadísticas contradicen la archiconocida idiosincrasia germana y, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos de 2022, el promedio de horas de trabajo en el país es, sorprendentemente, una de las más cortas entre las principales economías del mundo.

 

Estas cifras se repiten en otros países europeos desde la pandemia, pero en una Alemania azotada por sus problemas económicos, la preocupación ha llegado a la oficina del Canciller. Olaf Scholz anunció un “plan de crecimiento” del que todavía faltan muchos detalles por revelar. Esta semana se han presentado las primeras pinceladas del borrador del presupuesto para 2025, que el ministro de Finanzas, Christian Lindner, calificó como el “comienzo de la recuperación económica” para el país. “Con nuestra iniciativa de crecimiento damos un importante impulso a la política económica para hacer que Alemania sea más atractiva como destino de negocios”, afirmó.

 

Además de las medidas para impulsar la inversión, el Gobierno de coalición quiere dar más incentivos a los empleados para que trabajen más y durante más tiempo, y las horas extraordinarias estarán exentas de impuestos y contribuciones sociales. La ley está todavía abierta a modificaciones hasta finales de año y todavía quedan varios detalles por relevar, pero el plan de Berlín ha sido criticado por expertos económicos. Desde el Ejecutivo, por el contrario, supeditan la decisión a la necesidad de aumentar la productividad.

 

Según los datos de la OCDE, el promedio anual de horas trabajadas en Alemania ha disminuido un 30% en los últimos 50 años, y está un 25% por debajo de los niveles de Estados Unidos. Sin embargo, no es justo decir que los alemanes trabajen menos, apunta Enzo Weber, jefe de investigación del Instituto de Investigación sobre el Empleo de Nuremberg. “En realidad se trabaja más porque hay una tendencia creciente en la participación de las mujeres en el mercado laboral. A nivel internacional, la participación de las mujeres en Alemania es realmente alta. Pero la mayoría tienen trabajos a media jornada. Por lo tanto, cuantas más mujeres en el mercado laboral, menor es el tiempo medio de trabajo. Pero eso no significa que se se trabaje menos o menos horas”, explica.

 

Además, Weber sostiene que un gran parte del mercado laboral no ha sabido responder a las necesidades de las mujeres y que se ha apostado poco por la flexibilidad. En contra del plan de Scholz para fomentar las horas extra, Weber pone en valor un modelo de “X días a la semana”, en el que cada uno puede ajustar sus horarios en función de sus necesidades. “Confío mucho más en este sistema que en fomentar las horas extra, porque en realidad, también responden a un modelo flexible en el que las empresas pueden usarlo en momentos de gran actividad. Pero en general deberían evitarse. Fomentar las horas extras va realmente en contra de la naturaleza de las horas extras”, afirma el investigador. El experto sostiene que los alemanes no trabajan menos, aunque las cifras oficiales que tiene el Gobierno alemán indican lo contrario. Unas métricas que, según Enzo Weber, se explican por un cambio demográfico y social. “Hace años, las mujeres no trabajaban y se quedaban en casa. Solamente un miembro de la familia, normalmente el hombre, trabajaba muchas horas. Eso ahora ha cambiado y las mujeres trabajan. Aunque sea a media jornada, las estadísticas sostienen que han pasado de hacerlo 20 horas semanales a 25 o 26. Simplemente, se ha equilibrado el sistema”.

 

Los analistas económicos de centros como el Instituto de Investigación sobre el Empleo de Nuremberg no creen que dar incentivos para trabajar más horas sea la solución para mejorar unos números que preocupan al Gobierno. En lugar de poner el foco en las horas extra, proponen hacerlo en otros aspectos como las prestaciones. Uno de los problemas de Alemania es que si una persona gana más dinero, tiene menos beneficios sociales. “A menudo se reducen tanto que un mayor sueldo provoca que el empleado se queda prácticamente sin beneficios. Es un gran desincentivo“, afirma Weber en entrevista con este periódico. Una posible solución sería garantizar por lo menos un 30% de las prestaciones sociales, independientemente de los ingresos.

Los retos del sistema se suman de los sociales. Al igual que otros países europeos, Alemania afronta una crisis demográfica que puede provocar una pérdida de 7 millones de trabajadores para 2035. Un aumento de las horas trabajadas puede empeorar todavía más este problema, porque complicaría compaginar la vida laboral con la personal. Las reformas que exigen los expertos pasan, sobre todo, por combinar estos dos factores.

 

Una parte del plan de Olaf Scholz pasa por reformar el sistema de beneficios fiscales y sociales. Reino Unido presentó en marzo un plan parecido para hacer frente a la escasez de mano de obra y la caída en las horas de trabajo desde la pandemia y planea nuevos subsidios para el cuidado infantil que puedan ayudar a los trabajadores a aumentar sus jornadas laborales.

 

Algunos estudios apuntan a que el objetivo no es quedarse más horas en el puesto de trabajo, sino que una hora sea más provechosa. Una manera de definir la productividad de una sociedad que ha cambiado sus hábitos desde la pandemia. El deseo de la Generación Z de horarios laborales más flexibles y menos frecuentes en Alemania se ha convertido en una de las demandas más habituales de los sindicatos del país, tradicionalmente fuertes. “Se dice que los jóvenes son vagos y que no quieren trabajar pero, según nuestros análisis, eso es falso. Se trata de que lo hacen de una manera diferente y eso es lo que tendremos que acomodar, las empresas deberán organizarse de manera diferente”, sostiene Enzo Weber.

 

Estos cambios no son un problema para el mercado laboral. Al menos para expertos como Weber, los estándares han cambiado. E insiste en un modelo flexible: “Si el modelo es diferente y requiere un cambio, la propuesta de una jornada ‘elástica’ es la manera de encajar los diferentes estilos de vida y ritmos. Eso también puede aumentar la motivación porque si un empleado solamente aprende a trabajar bajo presiones y en sistemas cerrados que le impidan desarrollar su vida personal, eso tiene consecuencias”, concluye.

 

Hubo una época en la que Alemania era el motor de crecimiento de Europa, pero ahora es una de las economías más débiles del continente. En el primer trimestre de este año, registró un crecimiento positivo solo del 0,2% y representa una cuarta parte de Alemania está en dificultades”, escribieron en marzo Kevin Fletcher, Harri Kemp y Galen Sher, economistas del Departamento de Europa del Fondo Monetario Internacional. “Fue la única economía del G7 que se contrajo el año pasado y se prevé que vuelva a ser la economía del grupo con el crecimiento más lento este año, según nuestras últimas proyecciones”, cita un análisis de The Atlantic Council.

 

Como parte de los retos económicos apuntan al envejecimiento de la población, la escasez de mano de obra y personal especializado, así como la falta de inversiones. Una parte de las medidas anunciadas en el borrador del presupuesto para el año que viene están encaminadas a hacer frente a estos desafíos, pero también a otros que los analistas creen que son menos importantes, como los precios de la energía y la desindustrialización.

 

El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, ha presentado el proyecto para el año que viene como una de las patas más importantes de la recuperación económica y, a pesar de los análisis económicos, sigue poniendo el foco en la introducción de jornadas laborales más largas. “En Italia, Francia y otros lugares, se trabaja mucho más que aquí”, dijo.

 

Fuente: El Confidencial ¿Crees que los alemanes trabajan más que tú? Por qué su Gobierno quiere que hagan horas extra (elconfidencial.com)

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