El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) lo perciben en torno a dos millones de trabajadores y ha subido en solo tres años un 33%. La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, se ha convertido en una de las principales defensoras de la subida del SMI y todo apunta que el próximo 1 de julio volverá a aumentar, «porque es la mejor política de rentas y para combatir la pobreza laboral», asegura. Según los datos que proporciona de forma periódica la Seguridad Social, los nuevos jubilados recibirán una nómina de 1.350 euros, frente a los 950 euros -a la espera de la previsible subida- del SMI. Pero las que se producen antes de los 65, son 730 euros más elevadas.
En España, el sueldo más frecuente se sitúa 18.500 euros, lo que supone algo más de 1.500 euros al mes en 12 pagas, mientras la pensión media es de 16.629 euros, 1.385 euros en 12 abonos -aunque se cobra en 14-. La prestación media de los jubilados está lejos de la de los trabajadores, que se sitúa en 26.934 euros, es decir 2.245 euros cada mes, un 62% más. Sin embargo, los jubilados durante los últimos años, con sueldos elevados y largas carreras de cotización, están comenzando a ser los protagonistas de un sistema con prestaciones cada vez más altas y que cada año se actualizarán con el Índice de Precios al Consumo (IPC).
La cotización media para pagar las pensiones ronda los 7.200 euros, lo que supone que un trabajador que ha cotizado de media durante 35,3 años habrá aportado al pago de las pensiones 254.160 euros, sin embargo la media de años en los que se reciben la prestación de jubilación, teniendo en cuenta que el retiro se produce a los 64,6 años y la esperanza de vida es de 82,4 años en 2020, la pensión superará los 295.800 euros.
Lo que si parece claro es que en los próximos años será necesario un crecimiento de los salarios y las cotizaciones y una entrada masiva de trabajadores al mercado laboral, jóvenes e inmigrantes, para poder salvar un sistema de pensiones en el que las prestaciones son cada vez más numerosas y más elevadas y que en breve será imposible sostener con los trabajadores actuales, los sueldos que se perciben y las aportaciones que realizan a la Seguridad Social.
El número de cotizantes con respecto a los pensionistas seguirá cayendo en los próximos años -si nada lo impide- y en 2050 se prevé que el número de pensionistas pase de casi 9 a 15 millones. Para compensarlo, será necesario que los cotizantes pasen de los 18,4 millones actuales a los 27 millones. Junto a esto, la tasa de reemplazo de las pensiones, que es el porcentaje que supone la pensión por jubilación respecto al último salario cobrado, que supera en España el 83%, la mayor de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), deberá reducirse durante los próximos años por la vía con un aumento menor de las pensiones que de los salarios.
La subida del SMI tiene un doble efecto sobre el sistema de pensiones. Mientras su aumento determina un incremento incremento de la recaudación por las cotizaciones, también propicia un aumento de las bases reguladoras de los trabajadores con las que se calculan las pensiones, que será más elevada, lo que provocará que las prestaciones que se reciban en el retiro sean también más elevadas.
Fuente: La Información