Parece que los autónomos con ingresos medio-altos pagarán más cotizaciones a la Seguridad Social. También es verdad que de esto se habla desde hace muchísimos años y comienza a parecer un poco como el cuento del lobo.
Lo que es evidente es que el presupuesto de la Seguridad Social hace aguas y necesita nuevas vías de ingresos. Y los autónomos cotizan de forma mayoritaria por la base mínima y, por lo tanto, parecen la víctima ideal. Por una parte, se les acusa de insolidarios, por no aportar lo que les toca. Por otra, se habla de su falta de previsión y de esas pensiones muy reducidas que tendrán cuando se jubilen. Cobrar más a los autónomos ya no es una subida de impuestos. Es una cuestión de necesidad, de justicia e incluso de política social.
La última novedad es la propuesta del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, para establecer trece tramos de cotización en función de los ingresos reales de cada autónomo. La idea sería que ya no haya una base mínima, sino 13: cada empleado por cuenta propia estará dentro de un tramo en función de sus ingresos y, ahí sí, podría decidir sobre su cuota, pero con muchas más limitaciones que ahora. Las mínimas irán subiendo en cada tramo; o, lo que es lo mismo, se acabó eso de pagar una cuota de algo menos de 290 euros al mes como en la actualidad aunque uno tenga ingresos muy elevados.
Lo que ganan los autónomos
Es preciso tener en cuenta que estas cifras recogen también los datos de los autónomos “esporádicos”, es decir, que están dados de alta en el RETA sólo unos pocos meses al año (los “autónomos de temporada”)
Estas son las cifras que maneja el Gobierno. De aquí salen sus cálculos y las declaraciones en las que asegura que el 46% de los autónomos no llega al salario mínimo (12.600 euros en 2019) y que la subida la soportará el 20% de trabajadores por cuenta propia con ingresos netos más altos (los que ganan más de 30.000 euros al año).
Rendimiento neto y sueldo. Comparación de cotizaciones
Al hacer esta comparación es preciso no olvidar que el sueldo bruto de un empleado no incluye las cotizaciones a la Seguridad Social del empresario.
A título de ejemplo. Empleado con un salario bruto de 18.000 €: 1.500 € al mes en doce pagas. Este trabajador supone, para su empresa, un coste extra en las cuotas empresariales a la SS de unos 5.652 euros. Aunque su sueldo bruto es de 18.000 €; el coste real para la empresa está por encima de los 23.500 euros.La diferencia se destina a pagar cotizaciones sociales.
Para los autónomos el tipo de cotización es del 30,3% pero estos trabajadores pueden elegir su base de cotización y la mayoría escoge la mínima (944,4 euros al mes). Con esa base, la cuota que pagarán en 2021 será de 286’15 euros al mes (3.433 euros al año), más o menos la mitad que el trabajador del ejemplo.
El trabajador de nuestro ejemplo tendría un sueldo bruto real de 23.650 euros que se quedarían en algo más de 16.850 tras abonar las cotizaciones sociales. Lo lógico, si equipara rendimientos netos a salario neto, es que un autónomo con 23.650 euros de rendimiento neto pague esos 6.800 euros a la Seguridad Social, es decir, casi el doble de lo que abona ahora mismo.
Los rendimientos netos no son más que una convención, el resultado de una definición legal. A grandes rasgos, el rendimiento neto es igual al total de los ingresos totales menos los «gastos vinculados a la actividad económica». ¿Y qué gastos son esos para Hacienda/Seguridad Social? Hay ciertos gastos en los que no hay duda (por ejemplo, los materiales usados para el desempeño del trabajo), pero hay otros en los que este tema no está claro. Ni coincide siempre lo que se puede deducir uno por IVA o IRPF.
Finalidad de la reforma
La reforma se hace para recaudar más, pero si la mitad de los autónomos, los que ganan menos del SMI, dicen que será beneficiosa (lo que quiere decir que pagarán menos), y para los de los tramos centrales (de 12.000 a 25.000 euros aproximadamente) dicen que será neutra (pagarían una cifra parecida a la de la actualidad), sólo queda que aquellos autónomos con un rendimiento neto superior a los 25.000-30.00 euros (que son un poco más de medio millón) los que cubran ese supuesto incremento de ingresos a la SS
Autónomos “especiales”: hay una serie de autónomos (más de un millón), para los que no hay reglas sencillas: los autónomos societarios, los que dan rendimientos no conocidos, los autónomos colaboradores, etc. ¿
Periodo de cálculo de los rendimientos: parece claro que serán los rendimientos del año previo. Pero esa cifra no se cierra hasta mediados del año siguiente, que es cuando el autónomo tiene que retratarse ante Hacienda. Además las variaciones en la facturación pueden ser muy elevadas. ¿Te ponen la cuota en enero de 2023 con los ingresos declarados a cierre de 2021?
Los morosos: los autónomos cobran cada mes (o cada trimestre) en función de una cifra anotada en un documento clave: la factura. Pero las facturas no siempre se cobran, ya conocemos la pelea de los autónomos con el IVA, que tienen que adelantar incluso aunque el dinero del cliente no les haya llegado al banco.
No se puede hacer una reforma del RETA basada sólo en lograr más recaudación. Hablar de subir las cuotas, de anticipar los ingresos del futuro en función de los pasados o de una nueva obligación administrativa suena más que preocupante.