LA VOLADURA DE LAS PENSIONES

La reforma Sánchez-Escrivá contribuye a la insostenibilidad de las pensiones, que confían en que cuando el problema estalle ellos ya no estarán ejerciendo

 

El martes de la pasada semana, el Consejo de Ministros aprobó el incremento de las cuotas a la Seguridad Social para las rentas que sean mayores de alrededor de 56.000 euros brutos al año, en lo que ha llamado como «cuota de solidaridad».

Con ello, se continúa con el plan trazado por Sánchez y Escrivá, entonces ministro del ramo, plan que vuela por los aires el sistema de pensiones. Hace un año, al convalidarse el decreto de la reforma del sistema público de pensiones, recibió la crítica a la insostenibilidad que incorpora por parte de todos los organismos, como Fedea, BBVA Research, la Airef o el Observatorio Económico de la UFV, además de ser criticado también por Financial Times.

 

La reforma es una barbaridad, porque no sólo no avanza en la sostenibilidad del sistema, sino todo lo contrario: las medidas que en ella aparecen socavan su sostenibilidad; aceleran su desequilibrio estructural; impulsan, por la vía de los hechos, una transformación del sistema de pensiones en asistencial en lugar de contributivo; desincentivan el trabajo; aumentan los costes de las empresas; reducen su competitividad; merman la renta disponible de los trabajadores y perjudican al conjunto de la economía, de manera que podemos resumir el escenario que diseña esta reforma de la siguiente manera:

 

  • La subida de la cotización adicional del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) iniciada este año, pasando de un 0,6% adicional (0,5 a cargo de la empresa y 0,1 a cargo del trabajador) hasta el 1,2% en 2029 (1% el empresario y 0,2% el trabajador) supondrá una barrera al empleo, encareciendo la contratación de los trabajadores y puede desembocar en una caída de contrataciones y de recaudación, perjudicando a la sostenibilidad del sistema.
  • La imposición de una cuota adicional de solidaridad a los trabajadores con base máxima, que en 2025 será un punto adicional, con subidas incrementales de 0,25 puntos, hasta llegar a seis puntos más en 2045 pero sin computar para las prestaciones constituye un paso hacia la transformación del sistema en asistencial en lugar de contributivo. Puede suponer una fuga de los mayores talentos profesionales hacia otros países, perdiendo su recaudación.
  • El aumento de las pensiones no contributivas hasta llegar al 75% de la renta mediana de los hogares monoparentales y de las pensiones mínimas contributivas hasta el 60% de la renta mediana de los hogares no sólo supone un gasto inasumible, sino que constituye un desincentivo al trabajo y a la cotización de las personas, incentivando la economía sumergida. Pueden disminuir los cotizantes y la recaudación, además de que da un paso más en transformar una economía productiva en una economía subsidiada, que es negativo para la economía.
  • En cuanto al período de cálculo de las pensiones, el Gobierno propone ampliar el período de cálculo de la pensión a una horquilla entre 25 y 29 años, quitando los dos años peores de cotización en este último caso. Es decir, da la opción de alargarlo a 29 años si el trabajador estima que le conviene más eliminando los dos peores años de cálculo. Esta medida no favorece la sostenibilidad del sistema, ya que o se quedará tal y como opera ahora, con 25 años o si opta por 29 años será porque el cálculo le resulte más beneficioso

 

Hay, por tanto, un incremento del gasto acompañado de una subida abrupta de cotizaciones que pueden dañar seriamente el mercado de trabajo. Esa subida será todavía mayor con el mecanismo de revisión del MEI cada tres donde si se produce desviación de los gastos al alza se corregirá con incrementos de cotizaciones, haciendo el sistema más asfixiante para trabajadores y empresas.

 

Con estas medidas, por tanto, el Gobierno ahonda en sus desequilibrios, ataca la competitividad de las empresas, merma la renta disponible de las familias e incentiva el fraude. Es, por ello, negativo para las familias, para las empresas, para los pensionistas, para la economía, para el empleo, para la propia recaudación y, en suma, para la prosperidad. Aunque Bruselas diese su conformidad a la propuesta en su momento, la Comisión Europea, en su informe de seguimiento a la economía española vuelve a preocuparse por el déficit y deuda del sistema de pensiones.

Fuente: La materialización de la voladura de las pensiones, por José María Rotellar (theobjective.com)

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