El Sistema Nacional de Sanidad (SNS) español es (o “era”) según Bruselas uno de los mejores sistemas de Europa a pesar de que el gasto sanitario per cápita y en porcentaje del PIB es inferior a la media del de la Unión Europea, lo que deja entrever el elevado grado de eficiencia de la sanidad nacional. El SNS mantiene bajo su paraguas al 99,9% de la población, a pesar de que el RDL 16/2012 modificó los criterios de admisión que dejó sin cobertura a los inmigrantes no registrados, con excepción de los servicios de urgencias y materno-infantil, y se revisaron al alza los copagos para servicios suplementarios como las recetas de medicamentes, los transportes no urgentes, las prótesis y aparatos.
El Gobierno central ha impulsado una ley que ha obligado a las comunidades a iniciar procesos extraordinarios para reducir la temporalidad al 8% para 2024, pero los últimos datos indican que solo el 47,2% sanitarios son funcionarios de carrera.
SECTOR FEMINIZADO
La sanidad pública es un sector muy feminizado. Más del 75% son mujeres, con brechas especialmente marcadas en La Rioja y Aragón y, levemente más tenues en Canarias y Andalucía, como muestran los microdatos del Boletín Estadístico del personal al servicio de las Administraciones Públicas.
Esta disparidad entre ellos y ellas que recoge el Ministerio de Hacienda arroja otros datos: por ejemplo, que entre hombres y mujeres también hay diferencias en cuanto a la interinidad. Porque el 45% de las profesionales son interinas, frente al 39% de los profesionales.
INTERINIDAD
Las cifras provienen del Boletín Estadístico del personal al servicio de las Administraciones Públicas a enero de 2022 y muestran que solo el 47,2% son funcionarios de carrera; el 43,7% son interinos; el 6% se engloba en el apartado de “otro personal”, donde se incluyen a los trabajadores en formación; y el 3,2% es personal laboral, donde un tercio son temporales.
El 30 de diciembre de 2021 entró en vigor la ley para reducir la interinidad en el sector público. El objetivo, que viene marcado por Bruselas y a cuyo cumplimiento están condicionados los fondos de recuperación, es limitar la temporalidad al 8%, casi 40 puntos menos que ahora en el caso de la sanidad. Las comunidades autónomas, desde que en 2002 se hizo efectivo el traspaso de competencias, han realizado procesos de oposiciones contados, de modo que ahora deben llevar a cabo un nuevo concurso extraordinario para fijar plazas que lleven años ocupadas por temporales o interinos.
Los servicios de salud acumulan tasas de interinos grandísimas porque no han estabilizado plazas durante muchos años. La idea es que, tras 2024, las comunidades autónomas realicen procesos ordinarios para evitar volver a una situación como la actual y mantener esa interinidad en el 8%, pero eso no significa un aumento de plantilla, sino dar una cierta estabilidad laboral a personas que ya están trabajando. Lo cierto es que las oposiciones han sido una suerte de rara avis en muchas comunidades. Cada administración las ha convocado a su gusto desde 2002 pero, a la vista de las cifras de interinidad, en todas ellas han sido escasas
La norma busca estabilizar las plazas, no a los profesionales, pero permite que aquellos puestos ocupados de forma ininterrumpida desde antes del 1 de enero de 2016 puedan ser convocados por las administraciones por el sistema de concurso, esto es, sin examen y valorando solo los méritos de los candidatos, lo que en la práctica facilita el acceso a aquellos con años de experiencia. Para los puestos ocupados entre 2016 y finales de 2020, deberán someterse a un concurso-oposición con un examen no eliminatorio.
Fuente: El diario La mitad de los trabajadores de la sanidad pública en España son interinos (eldiario.es)