En lo que llevamos de 2022, los sueldos han subido cuatro veces menos que los precios.
España sufrirá una inflación media del 7,5% este año y no se recuperará por completo hasta el verano de 2023.
Con unos precios del consumo que permanecerán un 10% por encima que los niveles registrados el año pasado al menos hasta julio y unos salarios que crecen a paso de tortuga, la capacidad de compra de los españoles se verá mermada de manera severa.
Si se cumplen los augurios del Banco de España -que estima que 2022 cerrará con una inflación promedio del 7,6%- y, además, los sueldos crecen por debajo del 4% este año (actualmente las subidas promedian un 2,4%), los asalariados españoles sufrirán la mayor pérdida de poder adquisitivo en casi 40 años.
Para encontrar un desfase tan grande entre salarios y precios en un solo año habría que remontarse a 1984. Entonces, el IPC se alzó hasta el 11,3%, mientras que los salarios se revalorizaron un 7,8%, una diferencia de 3,5 puntos porcentuales.
Si la tendencia en lo que llevamos de año -9,8% de IPC en marzo y subidas salariales por convenio del 2,4%- no revierte, la brecha entre sueldos y precios podría ser bastante mayor. No obstante, es de esperar que la inflación comience a moderarse a partir de julio y que los salarios se revaloricen algo más según vaya avanzando el año.
El fuerte componente energético de la inflación que sufre España (y Europa) y su influencia cada vez mayor sobre los alimentos hacen que las rentas más bajas se estén saliendo especialmente mal paradas de esta crisis. En marzo -último dato desagregado disponible-, el 63% de la subida de precios era culpa de la energía y los alimentos, dos apartados a los que los hogares más pobres del país dedican mayor proporción de sus ingresos que las rentas altas.
Además, sectores con sueldos de partida ya reducidos, como la hostelería o el agrario, están registrando subidas salariales por debajo de la media. Según los datos de subidas salariales pactadas por convenio que publica el Ministerio de Trabajo, los sueldos en hostelería tan solo se han revalorizado un 1%, claramente por debajo de la media global del 2,4%. En el caso de las actividades agrarias, los incrementos apenas alcanzan el 1,6%. En el otro lado del espectro, los transportistas (con un incremento del 3,5%), la construcción (3,2%) o la industria (3,1%) han negociado subidas más cuantiosas.
Cada vez más lejos de Europa
El desfase entre salarios y precios podría, además, ensanchar aún más la brecha que separa a los sueldos de los españoles de sus vecinos europeos. Según los últimos datos disponibles publicados en 2018 por Eurostat, en España el salario medio ascendía a 10,05 euros la hora, frente a los 14,5 en promedio de la zona euro.
Y es que una de las cicatrices que dejó la gran recesión de 2008 en España fue el descuelgue salarial del tren europeo. En los años posteriores a la debacle económica, los sueldos en España crecieron claramente por debajo de la media de la eurozona. En concreto, desde 2008 los salarios españoles se revalorizaron un 18%, frente al 23,3% en promedio de la zona euro.
Otra de las derivadas de esta pérdida de poder adquisitivo tiene que ver con la recuperación tras la debacle económica de 2020. En España, uno de los puntales de la recuperación es el consumo, tanto para este año como para el próximo. Cuanto mayor sea la pérdida de poder adquisitivo por las subidas de precios, más se verá perjudicado este indicador que está llamado a aportar la mitad del crecimiento previsto para este año, según el Banco de España.
Los empleados públicos castigados por la crisis
A diferencia del blindaje por ley de las pensiones, que las actualiza de forma automática al IPC, las subidas salariales de los empleados públicos las tiene que aprobar el Gobierno cada año cuando presenta los Presupuestos Generales del Estado.
La falta de precisión sobre qué ocurrirá con los empleados públicos deja en el aire el poder adquisitivo de unos 2,7 millones de trabajadores, un colectivo para el que los salarios han subido solo un 6,2% entre 2009 y 2022, frente al 14,3% de incremento del IPC registrado desde esa fecha.
Evolución de los precios del consumo y los sueldos públicos entre 2009 y 2021
Los empleados públicos son uno de los colectivos que más poder adquisitivo ha perdido en los últimos años. Tras una bajada de su sueldo del 5% en 2010 y un lustro con los salarios congelados, los trabajadores de la administración no recuperaron su nivel de renta de 2009 hasta diez años después.
En ese mismo periodo, las prestaciones de los pensionistas y los sueldos de los trabajadores por convenio siguieron subiendo, aunque lo hicieron por debajo del coste de la vida. Especialmente en el caso de los pensionistas. Mientras que entre 2009 y 2021 los sueldos de los empleados públicos subieron un 4,3%, las pensiones lo hicieron un 8,7% y los salarios pactados en convenios colectivos un 16,1%.
No obstante, conviene recordar que los trabajadores del sector público perciben un salario medio más elevado que el del sector privado. El sueldo medio bruto mensual de un empleado público en 2020 era de 2.884,7 euros al mes, frente a los 1.818,6 en el sector privado. Las razones de esta diferencia tienen mucho que ver con la mayor proporción de empleados con estudios superiores, tasas de antigüedad más elevadas y menos trabajo a tiempo parcial en el sector público.
Fuente: 20 minutos