Todos los hogares reducen su volumen de consumo alimentario en comparación con 2019 ante las subidas de precios, pero los que menos lo hacen son los formados por personas en edad de jubilación, que han mantenido el poder adquisitivo con la indexación de las pensiones al IPC
Los alimentos y bebidas no alcohólicas son los grupos de productos que más se han encarecido en los dos últimos años. Según el INE, su precio ha aumentado en septiembre de 2023 un 31,7% si se compara con el mismo mes de 2019.
La inflación ha provocado un descenso en el volumen consumido por todos los hogares, pero existen diferencias por clase social y por tipo de unidad familiar. Los hogares ubicados en la clase media-baja han reducido su consumo de alimentos un 10,5% si se comparan las cantidades (kilogramos/litros) medias que han comprado per cápita en el último año (entre mayo de 2023 y junio de 2022) con el mismo periodo de 2019-2018. Los datos extraídos de las series mensuales que publica el Ministerio de Agricultura reflejan que la segunda franja de rentas más afectada es la catalogada como clase baja, con una reducción del consumo del 7,9%.
Este efecto es más llamativo por tipos de hogares. Repitiendo el mismo cálculo se observa como las parejas con hijos pequeños y las parejas jóvenes sin hijos son los que más han disminuido su gasto en alimentación: un 15% y un 14%, respectivamente. En contraste, los hogares que menos han recortado son los formados por personas en edad de jubilación (mayores de 65 años), cuyo consumo alimentario es un 5,2% inferior.
Un reciente estudio publicado por Funcas calcula que los hogares pagaron 297 euros más de IVA en 2021 y 2022 solo por la inflación, pese a consumir menos.
Los salarios pierden poder adquisitivo, las pensiones no
Uno de los motivos que puede explicar por qué el grupo de personas retiradas es el que menos reduce su consumo de alimentos es que sus rentas principales, las derivadas de las pensiones, se han revalorizado conforme a la inflación en los dos últimos años. Esto les ha permitido mantener el poder adquisitivo en unos meses en los que los precios han aumentado con intensidad y rapidez.
En contraste, los salarios han perdido poder de compra porque sus subidas han sido menores que la inflación. Según los datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del INE, el coste salarial ordinario ha crecido un 9,9% entre el segundo trimestre de 2023 y el mismo periodo de 2021. En esas fechas el IPC acumula una variación del 14,7% entre el 31 de marzo de 2021 y el 30 de junio de 2023, una diferencia de 4,8 puntos porcentuales con el crecimiento de los salarios.
El consumo de los hogares en términos de Contabilidad Nacional continuaba en el segundo trimestre del año por debajo de su nivel anterior a la pandemia, a diferencia del PIB, que se recuperó en el verano de 2022 impulsado sobre todo por el sector exterior.
En este contexto, el Gobierno tiene que decidir si amplía la rebaja del IVA de los alimentos vigente hasta final de año. La medida ha supuesto una pérdida de 1.165 millones de euros en recaudación hasta agosto, según la Agencia Tributaria, y, además, beneficia más a las rentas más altas porque son las que tienen un volumen de consumo más elevado y las que menos lo reducen con una crisis inflacionista. Precisamente por el coste fiscal que supone y por no estar focalizada en los más vulnerables, tanto la Comisión Europea como otras instituciones han recomendado eliminar las ayudas generalizadas de este tipo de cara a 2024 y a la vuelta de las reglas fiscales.
Las familias numerosas, el 80% llega con problemas a fin de mes
Si la inflación ha tenido un enorme impacto en la economía de los hogares españoles, imagínese si nos referimos a aquellos que cuentan con tres o más hijos en la unidad familiar. La cesta de la compra, la hipoteca o los gastos escolares no han parado de crecer y eso lo han sufrido de una manera especial las familias numerosas. De hecho, casi el 80% -78%- de este colectivo, que en España asciende a casi 800.000 familias, según los últimos datos publicados por el Gobierno a cierre de 2022, asegura tener dificultades para cubrir todos los gastos importantes a final de mes.
Según el Estudio sobre las Familias Numerosas en España realizado por la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN) después de entrevistar a más de 9.000 hogares de distintos puntos del país que cuentan con este título, detalla que del 80% de familias con problemas económicos derivados este contexto inflacionista, hasta un 20% -ocho puntos más que en 2022- ha tenido que tirar de ahorros o pedir un préstamo para poder cuadrar su economía doméstica; y que más de un 50% se ha visto obligado a «hacer muchos números» y recortar gastos.
Quizá haya sido este septiembre uno de los más complicado de los últimos años. Además del gasto de la vuelta al cole, unos 794 euros de media por niño -100 más que en 2022-, según un estudio llevado a cabo por la app financiera Plazo, hay que tener en cuenta que la cesta de la compra se ha incrementado un 14,1% en el último año, según un informe de la OCU; y que una hipoteca media en España -145.510 euros a devolver al banco en 24 años, según la media del INE para 2022- con un interés de euríbor más un punto se ha encarecido hasta 136,1 euros si se ha revisado este mes.
«Las familias se han visto ahogadas porque son familias que viven muy al día y ahora han tenido que afrontar el extra de la vuelta al cole en un momento de gran subida de precios, incluidas hipotecas«, ha explicado el presidente de la FEFN, José Manuel Trigo, quien ha destacado que «estas familias cuentan en su gran mayoría con dos sueldos» que «resultan insuficientes para poder cubrir todos los gastos que se generan en una casa en la que viven 5 o 6 personas«.
El estudio desvela también que la práctica totalidad de las familias numerosas se ha visto obligada a cambiar sus hábitos de compra (96%). En concreto, un 65% afirma que ahora compara más los precios y opta por marcas blancas; un 60% que busca y compra las ofertas; y un 30% que ha tenido que reducir la adquisición de productos frescos como la carne, el pescado o la fruta.
Uno de los aspectos que más afectan a estos hogares es la dificultad para conciliar durante las vacaciones escolares y días no lectivos en los que los padres trabajan, ya que, en la mayoría de casos, tienen que buscar cuidadores o inscribir a sus hijos en campamentos previo desembolso económico. Según el informe, a más de la mitad (51%) no les queda otra que llevar a sus hijos a campamentos, mientras que un 32% ha tenido que contratar a alguien y un 35% asegura haber necesitado la ayuda de abuelos o familiares.
En este sentido, las familias numerosas han pedido que se recupere la bonificación del 45% en las cuotas a la Seguridad Social por contratar cuidadores, además de una mayor flexibilidad en el trabajo para poder conciliar, con jornadas intensiva y teletrabajo para todos los empleados con hijos menores de 12 años, y mayores bonificaciones en los campamentos urbanos públicos.
Por otra parte, José Manuel Trigo se ha referido a las intenciones del Gobierno de introducir criterios de renta en el bono social eléctrico y térmico que en la actualidad perciben las familias numerosas y ha explicado que la intención del Ejecutivo de limitar esta ayuda sigue en pie y que si el panorama político español no cambia – es decir, si el PSOE continúa gobernando- se reunirá el próximo mes de enero con el Ministerio para la Transición Ecológica para tratar el asunto.
Fuente:
infobae
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