LA ECONOMÍA DE ESPAÑA ES UN COHETE, PERO LOS CIUDADANOS NO LO NOTAN

La economía de España crece de forma extensiva, pero solo unos pocos lo notan

La mayor parte de la clase trabajadora vive igual o peor que hace cuatro años

Desde 2021, los salarios reales han caído y desde 1994 solo suben un 2,7%

 

La economía de España crece casi más que ninguna en Europa. Este es el mensaje que se repite una y otra vez casi desde 2021. Aunque es en gran medida cierto, probablemente no habrás notado una mejoría real en nivel de vida. Quizá te han subido el sueldo en estos años, pero también es cierto que la inflación acumulada es ya más del 21%, por lo que en términos reales quizá tu salario ‘valga’ lo mismo o menos, teniendo en cuenta que esa subida te ha llevado a pagar un tipo efectivo de IRPF más alto pese a que tu poder adquisitivo no ha variado o incluso ha caído por la subida del IPC. Esto es lo que ha podido pasar a miles de españoles que empiezan a cansarse de leer y escuchar lo bien que va España cuando a ellos les va igual o peor que antes. Como señala un célebre columnista de este medio, el PIB crece, España se empobrece. Entonces la gran pregunta es, ¿quién está ganando o llevándose una mayor parte de la tarta? O, al menos, ¿quién no está perdiendo poder adquisitivo?, y, ¿por qué crece tanto el PIB de España y tan poco la renta de los españoles?

 

De una forma rápida y sencilla: si tienes entre 20 y 64 años y has estado trabajando en los últimos años, tienes muchas papeletas para ser hoy más ‘pobre’ en términos reales que hace unos años. No solo tu salario tiene menor poder adquisitivo, sino que además la vivienda es mucho menos accesible (si no eras todavía propietario) y los servicios públicos más importantes son, probablemente, de menor calidad pese a que el tipo efectivo de IRPF que pagas ha subido y el resto de los impuestos o se han mantenido o también son más altos. El grueso de la población activa no percibe el crecimiento de la economía con una mejora real de su ‘bolsillo’.

 

Sin embargo, si partías de una situación muy desfavorable (no tenías empleo o llegas de un país extranjero), y ahora estás trabajando, probablemente estás prosperando en términos económicos, pero porque el punto de partida era muy malo y te has beneficiado de la intensa creación de empleo de los últimos años, una tendencia que ha estado protagonizada en buena parte por la población que venía de fuera. Como demostraba el Banco Central Europeo, la llegada e incorporación de los extranjeros al mercado laboral ha supuesto gran parte del crecimiento del PIB de España en los últimos años.

 

Por último, si has estado jubilado estos últimos años, tú también estas entre eses ‘privilegiados’ (el gran escudo social de las pensiones) que han prosperado o al menos no han empeorado, puesto que las pensiones se han convertido en una fuente de ingresos estable que crecen al ritmo de la inflación o más allá. También, este grupo de población suele tener más de una vivienda en propiedad, como se explica más adelante… lo que genera unas rentas que suelen ser un buen escudo contra la subida de precios.

 

Un ejemplo con ‘nombres y apellidos’

Jorge Galindo, director adjunto de EsadeEcPol, explicaba de forma gráfica y esclarecedora la situación de probablemente cientos de miles de españoles que escuchan o leen con incredulidad los datos de crecimiento de la economía. Galindo ponía de ejemplo en un análisis una pareja de 35 años, licenciados, que se mudaron desde una capital de provincia o un pueblo de la ‘España vaciada’ a Barcelona para trabajar: «Ganan más que los que se quedaron en aquella ciudad, pero no es evidente que estén mejor. Ellos viven de alquiler, los otros han comprado. Cuando leen o ven las noticias, les dicen que España crece más que Alemania, Francia o la eurozona en general. Que lleva dos o tres años así, desde el final de la pandemia. No son economistas, pero tampoco les hace falta para ver que eso no encaja con lo que viven en el día a día. No les va mejor que hace dos o tres años. De hecho, claramente no les va como esperaban que les iba a ir cuando empezaron su vida adulta, hace diez o doce».

 

Este experto arroja una de las claves: España crece, pero no porque los españoles vivan cada vez mejor, sino porque son cada vez más (en número). De hecho, los salarios reales en España apenas han variado en 30 años, mientras que en los últimos tiempos han sufrido un descenso real (descontando la fuerte inflación desde 2021 a esta parte). No todos los países han corrido la misma ‘mala suerte’. Por ejemplo, Irlanda, que era más ‘pobre’ que España en los 90, ha disfrutado de un intensísimo crecimiento de los salarios, generando una mejora relativa y absoluta de la calidad de vida de sus ciudadanos. En España esto es algo más difuso.

 

 

Cuando se habla del crecimiento de la economía española estos años se suele explicar que esta expansión ha sido casi al completo extensiva, es decir, se ha producido porque se han incrementado los factores de producción (trabajo, capital y tierra), no porque haya aumentado la eficiencia y la productividad. En el caso de España, el factor que más se ha incrementado es el trabajo. Desde el año 2021, España ha ganado alrededor de 2 millones de afiliados a la Seguridad Social. En España hay 2 millones de personas más trabajando. Aunque gran parte de ese empleo generado ha sido de baja cualificación, se da por hecho que estos 2 millones de personas más produciendo se encuentran en una situación mejor: cuentan ahora con un salario o renta que les ha permitido prosperar.

 

Además, de estos 2 millones, más del 40% son trabajadores que han llegado de fuera, de países con niveles de renta muy inferiores a los de España (Venezuela, Argentina, Colombia…), por lo que su mejora en la calidad de vida ha debido ser más que notable, aunque desde nuestra óptica estos ciudadanos ocupan puestos de trabajo muy precarios. Este grupo, el de los inmigrantes que han encontrado trabajo y que siguen engrosando las listas de afiliación mes a mes, es quizá el grupo que ha prosperado más respecto a la situación anterior o previa.

 

Algo que viene de lejos

La última publicación del Fondo Monetario Internacional prevé que España crezca en unas 500.000 personas al año, que el PIB siga expandiéndose más de un 2%, pero el PIB per cápita apenas aumentará un 0,8%. Galindo pone números a esta situación que lleva ocurriendo años. Aunque en los últimos ejercicios se ha podido ver con mayor intensidad, este crecimiento extensivo que beneficia a muy pocos es algo relativamente antiguo, que ya sucedió durante el ciclo expansivo de la burbuja inmobiliaria, cuando cientos de miles de extranjeros y nacionales se fueron sumando a la fiebre de la construcción, viendo una mejora notable de sus vidas, pero generando un modelo carente de sofisticación, sin productividad e insostenible en el medio plazo.

«Entre 1990 y 2024 el PIB real de España prácticamente se ha duplicado (+91%), pero el PIB per cápita solo ha avanzado en torno a la mitad (+52%). La parte gorda del crecimiento agregado procede del aumento del factor trabajo (primordialmente la entrada neta de migrantes y la mayor participación laboral de mujeres, mayores y otros perfiles) más que de la mejora del output medio por cada residente. La implicación social (y eventualmente política) es que, cuando España ha crecido, la renta de sus hogares no lo ha hecho ni de lejos al mismo ritmo… España es el cuarto país de la UE con mayor gap entre crecimiento del PIB per cápita y crecimiento del total del PIB», explica este experto. Solo Chipre, Malta y Hungría lo han hecho ‘peor’ en este indicador.

 

 

Los salarios reales bajan desde 2021

Sin ir más lejos, los últimos datos de la OCDE revelan que los salarios reales (descontando la inflación) en España han caído un 1,4% de media desde 2021. Aunque la economía española ha ido como un cohete, los españoles son más pobres en términos reales. Es probable que hoy cobres más, pero con ese salario puedes comprar menos cosas que en 2021. Si se hace un ejercicio mayor y se calcula cómo ha variado el salario medio real desde 1994, el incremento ha sido de apenas el 2,7%, una auténtica miseria si se compara con otros países como Irlanda o Portugal que partían de situaciones similares a la de España.

 

De modo que las nuevas personas que se han incorporado al mercado laboral, sobre todo las que vienen de fuera, son las que presentan una mejor situación. No obstante, aunque este grupo se lleva buena parte del aumento de la tarta (sobre todo de los últimos años), hay otro grupo que también parece haber salido bien parado, no tanto por los últimos años, sino por lo que avanzaron en aquellos maravillosos años en los que España jugaba en la Champions de la economía. El último informe de la OCDE sobre empleo y salarios daba algunas pistas. Una vez más, si eres joven o millenial no vas a ser el agraciado. «Los baby boomers han disfrutado de un crecimiento de los ingresos significativamente mayor que las generaciones más jóvenes durante las últimas tres décadas. A menos que encontremos una forma de impulsar los ingresos de las generaciones más jóvenes, la desigualdad intergeneracional seguirá aumentando», señalaba el informe.

 

En España, las personas de 55 a 64 años han experimentado un aumento de ingresos más rápido que los jóvenes de 25 a 34 años. En 1995, la renta disponible equivalente de los jóvenes era un 1,3% superior a la del grupo de mayor edad. Sin embargo, esta tendencia se invirtió en la década de los 2000 y, en 2022, las personas de 55 a 64 años tenían ingresos un 5,6% superiores a los jóvenes. «Además, los millennials españoles – los nacidos después de la década de 1980 – han experimentado un crecimiento limitado de los ingresos a lo largo de su vida adulta, en parte debido al estancamiento del crecimiento de la productividad laboral en las últimas décadas y al impacto duradero de la crisis financiera».

Los pensionistas prosperan… y mucho

No solo los trabajadores senior son los que se han llevado parte de la tarta: los pensionistas, normalmente mayores de 64 años, también han visto mejorar su nivel de renta disponible. Si se analiza la renta neta media por grupos de edad a través de la Encuesta de Condiciones de Vida, en las últimas dos décadas y los últimos cuatro años han sido los mayores de 65 años los que han visto crecer su renta… «en consecuencia, el gasto real (descontando la inflación) ha bajado para todos los grupos, salvo para los de 65 y más años. Y la diferencia con los menores de 30 es notable», señalaba Galindo. Otro indicador que revela que a los mayores no les ha ido mal es el de la evolución de la riqueza que se ve en el siguiente gráfico.

 

Las pensiones se han revalorizado como mínimo al ritmo de la inflación (las más bajas han subido más deprisa y ganado poder adquisitivo). Un informe publicado hace escasas semanas por el Instituto Juan de Mariana revelaba que entre 2008 y 2024, el ingreso real de los trabajadores de 18 a 29 años ha caído un 3%, frente al incremento del 18% que han obtenido los mayores de 65 años en esta misma rúbrica. Las nuevas pensiones de jubilación ya superan el sueldo medio de los menores de 35 años (1.760 euros frente 1.670 euros).

 

La vivienda es una brecha

No solo eso, la crisis de la vivienda que castiga a los jóvenes es una ‘bendición’ para los mayores de 65 años, que es un grupo que acumula muchos activos que generan rentas de forma periódica. Más del 80% de los mayores de 65 tiene vivienda en propiedad, mientras que el 60%, además, tiene como mínimo un segundo inmueble en propiedad. El precio de la vivienda ha subido mucho más rápido que el de los salarios, lo que ha permitido que la riqueza neta de este grupo se dispare en los últimos años.

Vivienda en propiedad.

Al mismo tiempo, la subida de los alquileres, también muy superior a la de los salarios, ha apoyado el crecimiento de la renta de este grupo que ya se ve beneficiado por unas pensiones que son intocables y que suponen cada año una porción mayor de todo el gasto público. Según la citada Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España, más del 17% de los ingresos que perciben los mayores de 65 años en España proviene de las rentas del capital, una proporción muy superior a la del resto de grupos de edad.

 

Así, se produce una curiosa combinación: el grupo de edad que más activos acumula es a su vez el grupo que tiene (con la pensión) una renta casi garantizada y blindada frente a la inflación. Mientras que los grupos (los más jóvenes) no tiene nada: ni activos, ni rentas aseguradas y una vida entera por delante. Con todo, los mayores de 65 años en España tienen una renta un 6,4% superior a la media europea, mientras que los trabajadores españoles perciben un 7,3% menos que sus pares de la UE.

 

De este modo, se puede concluir que la mejora o el crecimiento de la economía de España en los últimos cuatro años solo se está filtrando de una forma parcial a los 9 millones de pensionistas y a los dos millones más de personas que tienen hoy trabajo. Mientras que el resto de la población ha visto reducido su poder adquisitivo de media en los últimos años ante unos salarios reales estancados y un tipo efectivo de los impuestos que sube junto a la ‘ilusión monetaria’ que genera la inflación en los salarios nominales.

 

Fuente: Si la economía de España es un cohete, por qué tú no lo notas: estos son los grupos que prosperan y los que no

 

 

 

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