La Comisión Europea procupada por “el fin de los sindicatos”

El gobierno comunitario recomienda fortalecer la capacidad de los agentes sociales dándoles apoyo logístico, técnico e incluso jurídico y también defiende al necesidad de que tengan una mayor participación en la actividad legislativa a nivel europeo

La Comisión Europea quiere que los 27 mejoren el diálogo social en un momento en el que la afiliación de los sindicatos está a la baja y en el que los convenios colectivos se está reduciendo. Por eso ha enviado una recomendación al Consejo Europeo, que es donde están representados los estados miembro, con una serie de propuestas para mejorar la negociación colectiva así como los diálogos tripartitos en los que, además de los sindicatos y la patronal, están representados los gobiernos. Bruselas también quiere incrementar la capacidad de los agentes sociales a la hora de elaborar los marcos normativos a nivel europeo, como sucede con la legislación sobre el teletrabajo o el derecho a la desconexión, según ha explicado el comisario europeo de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit.

“La afiliación sindical lleva tiempo a la baja en buena medida por la dificultad de los sindicatos a llevar nuevos afiliados en parte por una forma de trabajo y de vida más individualista. El número de trabajadores cubiertos por convenios colectivos se ha reducido”, ha expuesto el vicepresidente y comisario de Comercio, Valdis Dombrovskis. Según los cálculos de la Comisión, los trabajadores cubiertos por convenios colectivos han caído del 66% en el año 2000 al 56% en 2019. Además, alerta de que los trabajadores de plataformas digitales o sectores como los jóvenes están infrarrepresentados. Eso le ha llevado a emitir una serie de recomendaciones que los estados miembros tendrán que analizar en el marco del Consejo para su hipotética implementación.

“Estamos comprometidos a ayudar a los países a reforzar el diálogo social y la negociación de convenios colectivos”, ha apuntalado Dombrovskis, que ha defendido que unas buenas relaciones laborales favorecen el “crecimiento económico justo y socialmente resiliente, además de mantener la competitividad y el atractivo de las empresas europeas” en un momento en el que “Europa se enfrenta a problemas de competitividad por los precios de la energía y por una baja productividad” aparte de la amenaza de la Ley para la Reducción de la Inflación (IRA) de Joe Biden.

Entre las distintas propuestas que Bruselas hace los países europeos, está el “apoyo” a los interlocutores sociales a través del “refuerzo de sus capacidades” en distintos niveles según sus necesidades“ entre las que se encuentra el ámbito ”logístico, la formación y el suministro de conocimientos técnicos y jurídicos“. Una de las reclamaciones de los sindicatos es que haya aportaciones económicas para algunas de las tareas que tienen encomendadas.

“Eliminar las barreras legales o institucionales al diálogo social y la negociación colectiva incluyendo a las nuevas formas de trabajo”, recoge la Comisión, que tiene la vista forma en los trabajadores de plataformas digitales, por ejemplo. En España, uno de los argumentos del Gobierno de coalición para acabar con el límite a la ultraactividad (el plazo máximo de un año a las prórrogas de los convenios colectivos si no había acuerdo para uno nuevo) era precisamente que suponía un obstáculo para la negociación colectiva.

La Comisión también apuesta por las fórmulas de conciliación, mediación o arbitraje para la resolución de los conflictos entre las partes más allá de los procedimientos administrativos o judiciales que establezca la ley. Vox acaba de anunciar la eliminación del SERLA, el organismo de mediación laboral de Castilla y León, por “falta de financiación” del gobierno autonómico.

El Gobierno comunitario también apela a garantizar que se consulte a los interlocutores sociales sobre el diseño y la implementación de medidas económicas, políticas sociales y de empleo de acuerdo y que tengan acceso a la información relevante.

Fuente: El Diario

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