La caída de las horas trabajadas desvela que no se crea empleo sino que se reparte en trabajos de poca calidad

Un 13,10 % de todo el empleo privado creado es a tiempo parcial, con lo que no es un empleo de tanta calidad como el Gobierno quiere hacer ver

El empleo se ha mantenido impulsado, dopado, por el gasto público, que había creado cientos de miles de empleos públicos en los últimos cinco años y medio y que había crecido, porcentualmente, casi el doble que lo que lo había hecho el sector privado. Es más, en el último trimestre publicado, el IVTR-2023, caía el empleo y no caía más por la fuerte creación trimestral de empleo público, dando origen a una economía sostenida por el gasto público,
Asimismo, anticipábamos que la creación de empleo ocurrida era, en una alta proporción, reparto de empleo, no creación del mismo, además de no ser un empleo de elevada calidad.
Así, el empleo que hay, además, se reparte, ya que disminuye el empleo a tiempo completo en 211.100 personas, y aumenta el empleo a tiempo parcial en el IVTR-2023. Es más, en el último año, el empleo a tiempo parcial sube un 3,15 %, que en el sector privado llega a ser del 3,64 %. Esto equivale a 93.800 ocupados en el sector privado de los 715.900 empleos privados del último año. Es decir, un 13,10 % de todo el empleo privado creado es a tiempo parcial, con lo que no es un empleo de tanta calidad como el Gobierno quiere hacer ver.
Elaboración propia a partir de EPA (INE)

 

Es tal el reparto del empleo, que si observamos las horas medias efectivas trabajadas, han bajado de manera relevante desde que gobierna Sánchez. Así, si en el IITR-2018 se trabajaba una media de horas efectivas de 35,40 horas a la semana, en el IVTR-2023 se trabajaban 31,7 horas.
Elaboración propia a partir de EPA (INE)

 

Es más, si analizamos los tipos de contrato del empleo, vemos que la calidad no es tal. En el caso del empleo privado, ascienden los indefinidos por el artificio legal que obliga a convertir los temporales en fijos-discontinuos y por eso bajan los contratos temporales, no por generación de actividad económica. Por otra parte, el sector público ve incrementar sus trabajadores temporales, mientras obliga al sector público a convertir los contratos temporales en fijos-discontinuos.
Elaboración propia a partir de EPA (INE)

 

Ese reparto del empleo queda claro al analizar la variación porcentual de ocupación, de las horas efectivas trabajadas y de las horas totales trabajadas desde que gobierna Sánchez hasta ahora. Así, mientras aumenta un 9,84 % el número de ocupados, se ve que es un reparto, pues las horas totales trabajadas apenas aumentan, sólo un 0,75 %, mientras que el número de horas medias efectivas trabajadas caen un 10,45 %.
Elaboración propia a partir de EPA (INE)

 

Por tanto, ni calidad en el empleo ni creación del mismo. Empleo sostenido por la parte pública, reparto del mismo con el número de horas efectivas trabajadas en descenso y con el número total de horas sin apenas crecimiento, disminución del empleo a tiempo completo en el trimestre, artificio estadístico de los indefinidos en el sector privado, por obligación normativa de conversión de los temporales en fijos-discontinuos y aumento de los contratos temporales en el sector público. Ésta es la realidad, por mucho que le cueste reconocerlo al Gobierno: un mercado laboral dopado por el sector público, como decíamos el pasado martes, y de una peor calidad.

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