¿Cuánto cobran más los hombres que las mujeres en sus pensiones de jubilación?
En 2019 (agosto), el importe medio de las pensiones contributivas de jubilación para los hombres fue de 1.315 €/paga, más de 450 €/paga superior al importe medio de las altas de pensión de jubilación para las mujeres (862 €/paga). De las 6 millones de pensiones de jubilación pagadas, 3.700.000 (62%) correspondieron a hombres, y 2.300.000 (38%), a mujeres. Por tanto, en el sistema de pensiones de jubilación los hombres sacan actualmente una ventaja tanto en efectivos como en importe de las prestaciones.
¿A qué se debe la brecha de género en pensiones actualmente existente en España?
Fundamentalmente, a las grandes diferencias en los comportamientos laborales de los hombres y mujeres que hoy ya son mayores. El grueso de las mujeres españolas que tienen en la actualidad más de 60 años han dedicado buena parte del tiempo de su vida adulta al cuidado del hogar y de personas dependientes (en particular, hijos). Por tanto, han asumido obligaciones domésticas y familiares que les han impedido participar en el mercado de trabajo; y cuando lo han hecho, han trabajado, por lo general, menos horas y han recibido por su trabajo menores salarios que los hombres. Por ello, muchas mujeres no han generado derechos a una pensión contributiva de jubilación. Acceden solo a una pensión cuando pierden a su cónyuge o pareja, pero las pensiones de viudedad son más reducidas que las de jubilación. Por todo lo anterior, la mejor manera de combatir la brecha de género en pensiones consiste en reducir las diferencias en el comportamiento laboral y las trayectorias profesionales de hombres y mujeres.
¿Discrimina la legislación española en pensiones por género?
Formalmente, el sistema de pensiones español nunca ha discriminado por sexo (no ha establecido reglas exclusivas para hombres o para mujeres). Sin embargo, ha dado lugar a una desigualdad de género, al favorecer las carreras de cotización largas, continuadas y basadas en los salarios más recientes. La neutralidad respecto al sexo de nuestro sistema de pensiones se ha mantenido hasta la aprobación del Real Decreto Legislativo 8/2015, por el cual se introdujo un complemento por maternidad en las pensiones contributivas. Este complemento va a contribuir a reducir la brecha de género entre pensionistas, en la medida en que aumenta el importe de las pensiones de las madres trabajadoras con dos o más hijos.
¿Es la brecha de género en pensiones mayor en España que en otros países europeos?
La respuesta depende del indicador que manejemos. Si utilizamos el indicador de la “brecha de género entre pensionistas” (pensioners’ pension gap) que mide las diferencias de ingresos por pensiones entre hombres y mujeres pensionistas, España se encuentra por debajo de la media; es decir, presenta un grado de discriminación (34%) menor que países como Alemania (45%), Holanda (42%),Reino Unido (40%), Austria (39%) y Francia (36%). Ahora bien, si se toma la “brecha de género en pensiones entre la población mayor” (elderly pension gap) que mide las diferencias de ingresos por pensiones entre los hombres y las mujeres mayores, teniendo en cuenta toda la población, y por tanto, independientemente de que perciban o no una pensión, como referencia entonces la brecha de género en pensiones española aumenta significativamente, situándose por encima de la media europea; y ello porque en la actualidad son muchas las mujeres mayores que no cobran una prestación contributiva (carecen de pensión de jubilación propia, por no haber cotizado suficientemente a la Seguridad Social).
¿Se están reduciendo o consolidando las diferencias entre hombres y mujeres pensionistas?
Atendiendo a la evolución de las altas en el sistema de pensiones contributivas por jubilación, es evidente que las diferencias entre hombres y mujeres se están reduciendo. Por ejemplo, en 2016, la media del importe de las nuevas pensiones masculinas por jubilación ascendió a 1.458 € y el de las mujeres se situó en 1.130 €). En 2006, la pensión media de las nuevas pensiones masculinas de jubilación doblaba prácticamente a la de las altas femeninas (1.108 € para ellos y 591 € para ellas). Por tanto, entre los nuevos pensionistas por jubilación, las diferencias en el importe de las prestaciones que perciben mujeres y hombres se reducen progresivamente.
También la evolución del número de nuevas altas en pensiones de las mujeres respecto a las de los hombres muestra una tendencia al alza, pero todavía muy leve; en 2016, el 38% de las nuevas altas en pensiones de jubilación correspondieron a las mujeres, solo 2,5 puntos porcentuales más que en 2006. El crecimiento de la participación de las mujeres en el mercado de trabajo desde los años ochenta del pasado siglo todavía no se ha reflejado en las altas del sistema de pensiones de jubilación.