El informe presentado hoy en la sede de Unespa en Madrid analiza el sistema de adscripción por defecto (“automatic enrolment”) adoptado en Reino Unido a partir de 2012. Se trata de un sistema de previsión social complementaria de las pensiones públicas británicas, de adscripción por defecto.
Los empresarios británicos están obligados a inscribir automáticamente a todos los empleados que cumplan con unos requisitos determinados en algún tipo de plan o instrumento de pensiones cualificado al efecto.
Los empresarios británicos realizan unas aportaciones mínimas a favor del trabajador, siempre y cuando éste aporte también el porcentaje que le corresponda. Una vez adscrito automáticamente por defecto, el el trabajador puede decidir salirse, ya que su adscripción es voluntaria
Para que un empleado pueda disfrutar de este sistema ha de tener entre 22 años y la edad mínima para generar pensión pública, la cual ronda los 66 años, cobrar más de 10.000 libras al año, trabajar habitualmente en el Reino Unido y no estar previamente adherido a un sistema de pensiones cualificado al efecto
El sistema recibe el nombre de Automatic Enrolment dado precisamente su carácter automático, lo que lo ha convertido en una reforma muy exitosa ya que muchas personas en Reino Unido tenían claro que querían ahorrar para la pensión pero no acababan de tomar la decisión. Al no implantarse como una decisión activa, este empujón ha conseguido miles de millones de ahorro.
Se trata de un sistema cuasi-obligatorio, ya que para los empresarios sí es obligatorio inscribir a sus empleados y realizar aportaciones mínimas. Los empleados, sin embargo, pueden abandonar el plan cuando quieran.
Desde 2019, la aportación mínima obligatoria establecida por el Automatic Enrolment asciende al 8% del salario. Del total, un 3% es a cargo del empresario, un 4% a cargo del empleado y un 1% a cargo del Estado, que se realiza a través de la deducción fiscal de las aportaciones y que se incluye como aportación extra al plan de pensiones.
Para que un empleado pueda disfrutar de este sistema ha de tener entre 22 años y 66 años, cobrar más de 10.000 libras al año, trabajar habitualmente en el Reino Unido y no estar previamente adherido a un sistema de pensiones cualificado al efecto.
¿Es posible adoptar esta clase de sistemas en España con el nivel de salarios y capacidad de ahorro que existe? Esta es una de las preguntas más recurrentes y también uno de los argumentos más extendidos para justificar la falta de ahorro de los hogares españoles. Sin embargo, es un argumento falaz pues en el ejemplo del Reino Unido, donde la adscripción de los trabajadores que cobraban 1.000 libras al automatic enrolment era del 42% en 2007 ya en 2017 alcanzó el 76%, es decir, tres de cada cuatro mil-libristas ya estaban en el sistema.