La suma de los dos bloques, PSOE-Sumar y PP-Vox, no es suficiente para acercar a uno a la Moncloa, pero sí para bloquear que lo haga la contraria. Se confirma uno de los escenarios que temían los españoles, una previsible repetición de elecciones
El PP y sus aliados
El PP podría sumar sus 136 escaños con los 33 de Vox y los de Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro, uno cada formación. En total 171, cinco menos de los necesarios para la mayoría absoluta. En una segunda votación, Fejióo necesitaría más síes que noes. La presencia de Vox en el bloque hace complicado que el PP encuentre apoyo en otras formaciones. Uno de los partidos en los que PP ha encontrado un aliado en pasadas legislaturas es el PNV, pero el PNV ha afirmado que no van a dar sus síes a un Ejecutivo que llegue a la Moncloa con el apoyo de la ultraderecha. Además el PNV tiene en el horizonte unas elecciones autonómicas en las que se le podría penalizar, en favor de Bildu, si con su apoyo llega la ultraderecha al Ejecutivo.
En situación similar está Junts, formación heredera de CIU, en quien el PP ha encontrado apoyos en otros procesos electorales. Pero tanto el PP como Vox han hecho de la cuestión catalana uno de sus caballos de batalla contra Pedro Sánchez.
El PSOE y sus aliados.
En el bloque contrario, el PSOE tiene más variedad de partidos con los que pactar, pero aún así no llega a la mayoría. A sus 122 le sumaría los 31 de Sumar, su socio en el Gobierno de coalición. En total 153, por lo que necesita 23 escaños para la mayoría absoluta, algunos de ellos los puede encontrar en PNV (5), BNG (1) y en Bildu (6). En este escenario, la clave está en los partidos nacionalistas catalanes, con siete escaños cada uno, . Si todos dan su apoyo a Sánchez, rebasarían la mayoría absoluta hasta llegar a los 179 escaños. Si una de las formaciones catalanas, por ejemplo Junts con la que el PSOE ya ha llegado a acuerdos anteriores en administraciones catalanas, votara a favor, serían 166 votos, dos menos que los que reúnen las derechas, que se impondrían en noes. Por lo que a Sánchez le hace falta que al menos una de las formaciones nacionalistas catalanas vote a su favor y la otra se abstenga.
Abstencion del PSOE
Ante la posibilidad de un escenario de bloqueo, el candidato del Partido Popular, Alberto Núñez Fejióo, ha repetido durante toda la campaña electoral que debería dejarse gobernar a la lista más votada, para lo que sería necesario la abstención del PSOE, algo que su candidato, Pedro Sánchez, ya ha dejado claro que no va a pasar. Pero algunas voces de barones de partido, entre ellas la del expresidente Felipe González, han sugerido que sería una buena opción para así evitar la presencia de la ultraderecha en el Gobierno. Cabe recordar que los socialistas propiciaron con su abstención que Mariano Rajoy fuera reelegido presidente. Una decisión que acabó con la salida como líder de la formación de Pedro Sánchez, que a los meses volvió triunfante a la sede de Ferraz primero y a la presidencia del Gobierno después.
Repetición electoral
Con este escenario de bloqueo toca pensar en una más que probable repetición electoral. El Congreso se constituirá el 17 de agosto y a partir de entonces comienzan las rondas de reuniones de los representantes políticos con el Rey para decidir a quién le encarga Felipe VI la formación de Gobierno y el Debate de Investidura podría ser, de haber un candidato, lo más probable, a inicios de septiembre. Si la persona que se somete a la investidura no logra los apoyos necesario en ninguna de las dos votaciones, comienza un plazo de dos meses para intentar encontrar otra opción, ya sea otro candidato o el mismo. Si esta plazo también se agota sin que se haya un nuevo presidente del Gobierno, las Cortes se disuelven en noviembre y habría que volver a celebrar elecciones en una fecha próxima a Navidad.