El sistema español está en la zona media de 47 países, pero figura con uno de los índices más bajos en sostenibilidad y ha bajado del puesto 22 al 26 del ránking de 44 países analizados.
Aunque es uno de los líderes en generosidad de las pensiones, genera dudas la solvencia del sistema a largo plazo
El sistema de jubilación español es menos sostenible pese a la reforma aprobada por el ministro José Luis Escrivá. Así lo señala el índice Institute Global Pension de Mercer, que señala a la sostenibilidad como el principal desafío a medio y largo plazo. De hecho, en cuanto a sostenibilidad, España desciende ligeramente, de los 28,7 puntos a 28,5 puntos, y sigue siendo uno de los más bajos de los 47 países analizados.
También empeoran los otros dos subíndices, el de integridad y el de suficiencia, lo que ha hecho que el índice general de España desciende en dos décimas, desde los 61,8 puntos de 2022 a 61,6 puntos en 2023, por un menor crecimiento de los activos. En función de estos y otros criterios, el índice cataloga a España con la nota ‘C+’, manteniéndose en la posición 26 entre los 47 sistemas analizados, al registrarse elementos positivos pero con carencias y riesgos que deben ser abordados para garantizar la eficacia y sostenibilidad del sistema. En concreto, la nota que obtiene España es de 62 puntos sobre un total de 100, empatada con Emiratos Árabes Unidos y situada entre Portugal, que está un puesto por encima, y Arabia Saudí, uno por debajo.
El estudio establece un ranking global, utilizando más de 50 indicadores para asignar un valor a cada uno de los tres subíndices según su peso: suficiencia (40%), sostenibilidad (35%) e integridad (25%).
El déficit que va a generar la indexación de las pensiones al IPC aprobada por el ministro de la Seguridad Social, no compensado con medidas de ingresos aumenta las dudas sobre la solvencia futura del sistema. El resultado es que España ha perdido posiciones en el ranking global sobre pensiones que elabora anualmente la consultora estadounidense.
El índice está elaborado a partir de tres subindicadores: la generosidad del sistema, la solvencia proyectada para el sistema y su integridad (fiabilidad y gobernanza del sistema). España obtiene buenos resultados tanto en suficiencia como en integridad, sin embargo suspende claramente en solvencia. En resumen, España paga pensiones generosas y en tiempo y forma, pero el sistema no genera los ingresos suficientes como para garantizar su autonomía.
En concreto, la puntuación que obtiene en solvencia es de 28,7 puntos, lo que coloca al país como el cuarto peor de los 44 analizados. A la luz de los datos, la consultora estadounidense tampoco se cree las proyecciones que ha realizado el ministro Escrivá sobre la sostenibilidad a largo plazo del sistema.
Es importante señalar que el estudio no sólo mide la solvencia del sistema de pensiones, también el crecimiento de los países, el endeudamiento público, el gasto público o las proyecciones de envejecimiento. Todos estos factores condicionan la capacidad para mantener la cuantía de las prestaciones en el futuro sin generar desequilibrios financieros.
España ocupa el noveno mejor puesto en generosidad de las pensiones. De hecho, España garantiza algo más del 75% del salario a los trabajadores cuando se jubilan con una pensión pública. Una cuantía que es de las más altas de Europa. Además, la cuantía resultante está protegida de la inflación.
Las jubilaciones públicas que está pagando España han conseguido minimizar el porcentaje de mayores en riesgo de pobreza. La tasa de riesgo de pobreza de los jubilados es del 9%, la más baja de todo el país. Es dos puntos inferior a la de los ocupados y la mitad que la del conjunto de la población.
La cuantía de las pensiones hace que España ocupe ese noveno puesto en la clasificación de suficiencia, situándose entre Alemania y Noruega. Islandia y Países Bajos lideran este ránking, aunque no están lejos de España: 86 puntos de Islandia frente a los 80 de España.
Por último, España ocupa la posición 18 en integridad. Esta clasificación mide la transparencia, gobernanza y fiabilidad del sistema de pensiones. En España el sistema es mejorable, pero ha dado pasos importantes en los últimos años para avanzar en gestión y transparencia. Actualmente se sitúa entre Suecia y Chile, a 15 puntos del país líder, Finlandia.