El millón de españoles que gana más de 54.000 euros al año pagará el 65% de la reforma de las pensiones

El 5,5% de los empleados más acaudalados cargará con el grueso de la subida de las cotizaciones, según la Airef. 

La AIReF calcula que la reforma de las pensiones destruirá 33.000 empleos hasta 2026.

Ya se sabía que la mayor parte del refuerzo de ingresos previsto en la segunda pata de las pensiones recae sobre los salarios más altos —fundamentalmente por el lado de la cotización que paga la empresa—. Pero, ahora, la Airef ha puesto en números ese esfuerzo y la conclusión es que alrededor de un millón de españoles asumirá el grueso del impacto de la subida de las cotizaciones.

En concreto, el 65% del incremento en las cotizaciones recaerá sobre los salarios de más de 54.000 euros anuales, es decir, aquellos que están por encima de la base máxima de cotización en 2023. Un coste que, expresado en términos de PIB de 2022, supondría 7.800 millones de euros. Así se desprende de la Opinión sobre la sostenibilidad de las Administraciones Públicas a largo plazo, un extenso documento en el que la autoridad fiscal analiza el futuro de las finanzas públicas españolas ante el reto del envejecimiento y que se hizo público el pasado viernes. En España hay alrededor de un millón de asalariados que gana 54.000 euros o más al año, según datos de las declaraciones del IRPF de 2021 en poder de la Agencia Tributaria. Estos representan el 5,5% de los declarantes de este impuesto en dicho año. 

La razón por la que este segmento de la población será quien cargue con el grueso del esfuerzo está en que tendrán que afrontar la ampliación de las bases máximas, “cuota de solidaridad” y, además, la subida generalizada de cotizaciones que afecta a todos los trabajadores que supone el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI). Los sueldos de menos de 54.000 euros solo cargan con el peso del MEI porque no les afectan las otras dos medidas.

Según estima la Airef, un trabajador que cobre un salario anual de 70.000 euros en la década de 2040 —cuando todas las medidas estén desplegadas por completo— pagará 7.500 euros brutos más de impuestos que si no existiera la reforma. Una cuantía que en el caso de un asalariado que perciba 100.000 euros ascendería a 9.700. Sin embargo, un trabajador con una retribución de 10.000 euros anuales apenas pagaría 120 euros más por impuestos del trabajo.

Además, la Airef recuerda que las cotizaciones “pueden experimentar variaciones futuras, al ser el MEI el que, en última instancia, garantizará el cumplimiento de la nueva regla de gasto en pensiones”. Conviene recordar que la reforma de Escrivá incluye una cláusula de ajuste automático en caso de que la senda de gasto en pensiones prevista por el Gobierno se desvíe de las previsiones —algo que la Airef da por seguro que ocurrirá ya en 2025—. Si se produce un desvío, la propia Airef elaborará un informe con recomendaciones para corregirlo y, si el Gobierno es incapaz de sacar adelante medidas suficientes, automáticamente se producirá una subida en las cotizaciones equivalente al desajuste.

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