La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dejó dos mensajes tras anunciar la aprobación del Plan de Recuperación español para desbloquear los fondos de reconstrucción europeos:
- Es preciso un gran consenso que asegure la financiación a largo plazo con “compromisos presupuestarios permanentes” que deberán ser costeados por las administraciones públicas.
- No elevar el gasto público de forma excesiva, pues es preciso asegurar “la sostenibilidad fiscal de las finanzas públicas a medio y largo plazo”.
Sin reformas de calado como la laboral y la de pensiones el país se quedará sin el dinero correspondiente a la consecución de estos hitos.
Bruselas alerta de que una de las reformas que elevará el gasto público, si no se toman medidas adicionales para evitarlo, será la de pensiones en la medida en que vuelve a ligar las prestaciones al IPC y acaba con el factor de sostenibilidad que liga su cuantía a la esperanza de vida.
Otra fuente de costes extra es la pretensión de convertir los ERTE en mecanismos estructurales de ajuste temporal del empleo, ligados a formación, para situaciones de crisis.
Se trata, recalca el organismo que preside Von der Leyen, de asegurar la permanencia en el tiempo de todas las reformas a la vez que se sanean las finanzas públicas en el largo plazo en un contexto en el que las cuentas de las administraciones públicas cerraron 2020 con un déficit del 10,97% una deuda del 120% del PIB.
El análisis llevado a cabo por Bruselas del Plan español, aprobado oficialmente el miércoles por la Comisión, muestra también que la repercusión económica del fondo Next Generation EU en el país podría conducir a un aumento del PIB comprendido entre el 1,3% y el 2,5% de aquí a 2024. En el peor de los casos, con una productividad baja, esta subida oscilaría igualmente entre el 1,1% y el 1,8%. Por todo ello, el equipo de Von der Leyen confía, al igual que el propio Gobierno o el Banco de España, en que el país recupere el nivel previo al Covid a finales de 2022.
Fuente: 5 días
