EL IRPF DE LOS SUELDOS Y DE LAS PENSIONES EN CADA CCAA

EL IRPF es un impuesto cedido parcialmente a las comunidades autónomas y por eso, puede ser diferente en función del lugar de residencia

 

 

EL IRPF

La función de los tributos no se limita en exclusiva, a la función de recaudar y obtener financiación para los servicios públicos de las diferentes Administraciones Públicas, sino que disponen de una finalidad dirigida a obtener una mayor equidad en la distribución de la riqueza. El impuesto de la renta (IRPF) en España es un impuesto dual en el que los tipos impositivos que gravan las rentas del capital son inferiores que aquellos que gravan las rentas del trabajo con el objeto de mitigar una situación de doble imposición, dado que en su mayoría las rentas del capital proceden de ahorro generado con rentas del trabajo, que fueron grabadas en su día con una tarifa de tipos más elevados. Desde esta perspectiva, aproximar las tarifas de las bases imponibles de las rentas del trabajo y las del ahorro, elevando las segundas, conduce a un aumento de la doble tributación sobre las mismas rentas. El IRPF (40%), el IVA (30%), el Impuesto sobre Sociedades (13%) y los Impuestos Especiales (12%) son los que financian los Servicios Públicos comunes: educación, sanidad. orden público, infraestructuras,…

 

Por otra parte sabido es que en España las pensiones públicas (salvo las pensiones de incapacidad permanente absoluta y Gran Invalidez y algunas pensiones de incapacidad permanente total en algunas provincias que tienen Haciendas Forales) se consideran a efectos fiscales como rentas del trabajo, si se quiere, “rentas diferidas”, y son gravadas conforme lo previsto en la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas

 

Lo cierto es que pensión actual no es fruto de acumular ahorro – como sería un plan de pensiones privado o un sistema de capitalización – sino del reparto del dinero de la Seguridad Social cuyos ingresos se obtienen de las cotizaciones de los que están hoy trabajando. Es decir, cada generación paga las pensiones de la generación anterior: los hijos pagan las pensiones de sus padres como a ellos se lo harán sus propios hijos, es pues un PACTO SOLIDARIO INTERGENERACIONAL.

 

No existe ninguna “doble imposición como defienden los ingenuos pues esa figura se da cuando una misma renta es gravada por dos impuestos distintos. En cambio, lo que se gravaba cuando el jubilado trabajaba era su renta del trabajo, y ahora es su renta como pensionista. Las cotizaciones que se realizaban en activo son gastos deducibles de los rendimientos brutos del trabajo y por eso NO se “pagaba” IRPF por ellas en su momento.

 

COMPARACIÓN CON EUROPA

Para comparar nuestro sistema con el de otros países hacemos una tabla con cuatro situaciones donde usaremos la sigla E (exenta) para indicar que una renta está exenta fiscalmente y T (tributa) para indicar que es una renta que sí tributa. Utilizaremos esas siglas en dos momentos: el momento de realizar la cotización (aportación) y el momento en que se reciben las pensiones públicas. En España, y en la mayoría de los países de la OCDE; el esquema fiscal sería ET: exento al cotizar y tributario al recibir la pensión

 

Más en detalle la letra E indica que las cotizaciones están exentas de impuestos e incluso se tratan como gastos desgravables de la base imponible producida por las rentas del trabajo a las que están vinculadas pues en la Ley reguladora del IRPF (art. 19.2) se indica que tendrán la consideración de gastos deducibles de las rentas del trabajo las cotizaciones a la Seguridad Social. La T significa que se gravan las pensiones percibidas por el contribuyente en el momento en que se perciben y, por eso en España las pensiones están sujetas a retención salvo cuando estén exentas del impuesto. En todo caso existe exención de la percepción de las pensiones no contributivas dada su función asistencial y su reducido importe.

 

Los acuerdos de doble imposición firmados entre países tienen como objetivo evitar pagar impuestos por los mismos ingresos en dos países, el de origen donde se generaron las rentas y el de residencia habitual y fiscal, de manera que el país de residencia decide el pago de impuestos del residente extranjero. Portugal, Grecia, Malta… el sur de Europa está a la caza del jubilado extranjero y aplican la exención total de las pensiones extranjeras, lo que ha obligado países como Finlandia y Suecia a gravar a sus pensionistas aunque residan en otro país, rompiendo así el acuerdo de doble imposición.

 

En definitiva el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es una partida que minora la cuantía neta de nuestra pensión (y nuestro salario cuando estamos en activo) ya que las pensiones se consideran a estos efectos como un rendimiento del trabajo (“diferido” si se quiere).

 

Este IRPF es un impuesto progresivo (es decir, las personas que más ingresen pagarán más), pero aún así la tributación también depende de la región en la que tengan su residencia fiscal. Esto se debe a que se trata de un impuesto cedido parcialmente a las comunidades autónomas, que pueden establecer sus propios tramos de IRPF.

 

Así, conviven un gravamen estatal y otro autonómico. Por eso, dos personas con la misma pensióno podrían tributar de forma ligeramente diferente si residen en dos comunidades autónomas distintas. Hay que fijarse en el gravamen autonómico para saber cómo de acentuada será esa diferencia.

 

Con todo, cabe decir que las comunidades autónomas, además del gravamen (es decir, el porcentaje que se detrae de la pensión) también pueden elegir los tramos de ingresos que se vinculan a esos gravámenes. Por lo tanto, en cada región es posible tener un mapa fiscal concreto e independiente del resto.

 

¿ BAJADA DE LAS PENSIONES NETAS?

El impacto del cambio en el IRPF en las pensiones puede tener un efecto negativo en el cobro mensual. A pesar de la reciente y significativa subida en las pensiones tanto contributivas como no contributivas que van a producirse en el próximo año 2024,  uno de los puntos que ha generado controversia y preocupación entre los pensionistas es el efecto de las retenciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en sus ingresos. Esta es la razón principal por la que, a pesar del aumento en las pensiones, los beneficiarios podrían ver reducido su ingreso neto. Esto se encuentra en el mecanismo de retención del IRPF.

 

Cuando hay un aumento en las pensiones, todo parecen buenas noticias para los pensionistas, ya que se presupone que van a cobrar más al término de cada mes, pero lo que no se cuenta de estas subidas es que también se incrementan las retenciones fiscales, lo que puede disminuir el monto total que los pensionistas reciben en sus cuentas bancarias cada mensualidad. Este aumento en las retenciones se aplica de manera proporcional a la cantidad percibida como pensión.

 

Estos porcentajes de retención varían en función del monto de la pensión: para pensiones que no superan los 12.000 euros anuales, el porcentaje de retención de IRPF es de tan solo el 1%, mientras que para pensiones que exceden los 30.000 euros anuales, este porcentaje aumenta significativamente hasta alcanzar el 15,59%. Las consecuencias directas son claras, ya que este incremento en las retenciones se puede traduce en una reducción del ingreso neto disponible para los beneficiarios de pensiones.

Aquellos pensionistas que cambien de tramo de IRPF, podrán experimentar un descenso en sus nóminas a partir del próximo año 2024. Es esencial tener en cuenta que estos porcentajes de retención están condicionados por las circunstancias individuales de cada pensionista, y existe la obligación de presentar declaración para aquellos cuyos ingresos superan determinados umbrales establecidos por la normativa fiscal.

 

Desde una mirada más amplia, si bien se anuncian incrementos en las pensiones, las retenciones del IRPF pueden impactar negativamente en el monto neto que los pensionistas perciben. No obstante, se espera que a medida que transcurran los años, las pensiones experimenten un crecimiento progresivo con el propósito de abordar la problemática de la brecha de pobreza, mejorando así las condiciones económicas y financieras de los beneficiarios de pensiones en el país.

TRAMOS ESTATALES DEL IPRF

Tomando como referencia los datos de la Agencia Tributaria recogidos en el Manual de Renta 2022 (el de la última Campaña de la Renta) los tramos estatales son los siguientes:

 

  • De 0 a 12.450 euros: un 9,5%.
  • De 12.450,01 a 20.200 euros: un 12%.
  • De 20.200,01 a 35.200 euros: un 15%.
  • De 35.200,01 a 60.000 euros: un 18,5%.
  • De 60.000,01 a 300.000 euros: un 22,5%.
  • A partir de 300.000,01 euros: un 24,5%.

 

TRAMOS AUTONÓMICOS DEL IRPF (ver fichas adjuntas)

Para este compliatorio tomamos también como referencia los gravámenes contenidos en el Manual de Renta de 2022 y que fueron aplicables en la pasada Campaña de la Renta.

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