El desequilibrio del sistema de pensiones: por cada cuatro bajas ya se producen cinco altas

El cobro de la prestación se prolonga de media 19 años y los nuevos jubilados reciben 277 euros más que los que fallecen

El sistema de pensiones, pese a las reformas llevadas a cabo en los últimos años por diferentes gobiernos, resulta a día de hoy insostenible. Esta afirmación queda refrendada mes a mes por las estadísticas que facilita el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y por los distintos informes y previsiones que suscriben los expertos. La actual situación, de la que se lleva advirtiendo desde hace décadas, lejos de mejorar continuará agravándose durante los próximos años con el desembarco masivo en el sistema de los boomers.

Esta generación, la más numerosa y con largas carreras de cotización, ha comenzado a hacerse visible en el sistema de pensiones. Su presencia no ha pasado inadvertida y se constata con incrementos de perceptores y de gasto. La llegada en aluvión de la generación del baby boom ha provocado, entre otras cosas, que las altas de pensionistas contributivos sean ya superiores en un 25% al de las bajas. El año pasado, por cada cuatro jubilados que abandonaron el sistema, entraron cinco. Las bajas de jubilación alcanzaron las 273.346, mientras que las altas sumaron 368.065.

Unido a esto, las subidas anuales de las prestaciones vinculadas al Índice de Precios al Consumo (IPC) no hacen sino incrementar la necesidad de más fondos para pagar las nóminas. Las advertencias, entre otros, de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, un organismo que vela por la sostenibilidad de las finanzas públicas, no parecen tener demasiado impacto en las decisiones del Gobierno. El Ejecutivo ha apostado por poner parches, como nuevos impuestos que alimentan de forma insuficiente la hucha de las pensiones. Junto a esto, sigue volcado en el objetivo de que los trabajadores se retiren cada vez más tarde.

Una radiografía de la estadística de las pensiones contributivas de la Seguridad Social realizada por THE OBJECTIVE muestra un escenario en el que las prestaciones son cada vez más elevadas mientras que los sueldos de los jóvenes, que deben sostenerlas, se incrementan moderadamente y de forma claramente ineficiente.

La fecha crítica será 2050. Ese ejercicio, según las proyecciones demográficas, uno de cada tres españoles tendrá 65 años o más. España no dejará de envejecer, mientras que la base de la pirámide, los jóvenes, ha sido descuidada. Salarios mileuristas, trabajos ocasionales y un mercado de vivienda completamente inaccesible se han convertido en el día a día de estos jóvenes.

En paralelo, la entrada en el mercado laboral se produce cada vez más tarde, mientras que la salida del sistema de pensiones se produce a edades cada vez más elevadas. De media, según los datos a los que ha accedido este medio, las bajas se producen tras 18,8 años cobrando la prestación -mes de marzo-, con picos que superan los 19 en 2024.

Durante el tercer mes del año, la edad media de alta de nuevos pensionistas, un colectivo en el que la presencia de jubilados y viudas/os es mayoritaria, se situaba en 61,5 años. Mientras, las bajas se producían, de media a los 80,3 años. Esta edad se irá incrementando progresivamente en las próximas décadas, fundamentalmente por una esperanza de vida cada vez mayor. Como referencia, en 2018 las bajas se concentraban en torno a los 78 años.

El único revulsivo en el que está centrado el Gobierno para cambiar esta situación es prolongar los años de trabajo. Sin embargo, las últimas estadísticas, en este caso centradas en los jubilados, muestran que el retiro se produce de media a los 65,1 años, muy lejos de los 66 años y 8 meses que se contemplan como edad legal de jubilación en 2025. Además, los nuevos jubilados entran con pensiones mayores que los que dejan el sistema. La prestación media de los primeros supera los 1.566 euros, mientras que la de los segundos rondó los 1.289, una diferencia de 277 euros.

Una nómina insostenible
La prestación media alcanzó el pasado marzo, último dato disponible, los 1.308 euros mensuales, un 4,5% más que en el mismo mes del año anterior. Este dato incluye la cuantía de las distintas clases de pensión -jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y en favor de familiares-. La pensión media de jubilación, que perciben más de dos tercios del total de pensionistas (6,5 millones de personas), fue de 1.502 euros mensuales.

La nómina mensual de pensiones contributivas alcanzó en marzo 13.492,5 millones de euros. Como viene siendo habitual, casi las tres cuartas partes de esta cifra corresponden a pensiones de jubilación, que representan el 73,2% del total (9.870,4 millones de euros). A pensiones de viudedad se han destinado 2.191,2 millones de euros, mientras que la nómina de las prestaciones por incapacidad permanente asciende a 1.217,2 millones; la de orfandad, a 177,7 millones de euros y la de las prestaciones en favor de familiares, a 35,9 millones.

La estadística oficial muestra que en los dos primeros meses del año 2025 se registraron 69.616 nuevas altas de pensiones de jubilación. Los retiros demorados representan ya el 11,3% de las nuevas altas, más del doble que en 2019 (4,8%). Este cambio refleja el impacto de los incentivos a la demora vigentes desde 2022. Como consecuencia de este cambio de tendencia, la edad media de acceso a la jubilación se sitúa en los 65 años, frente a los 64,4 años de 2019.

Fuente: El desequilibrio del sistema de pensiones: por cada cuatro bajas ya se producen cinco altas

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