El déficit contributivo de las pensiones sube a 30.000 millones en 2024 pese a la subida de cotizaciones

El desajuste de ingresos y gastos se acerca al 2% del PIB en 12 meses pese a las ayudas del Estado 

Es el máximo de la serie histórica al excluir la fase de menor recaudación por la pandemia  

La Seguridad Social acumula un déficit contributivo en cotas históricas. El desajuste de los ingresos que pagan exclusivamente las pensiones contributivas se acerca a 30.000 millones de euros en los últimos 12 meses, el equivalente al 1,91% del PIB, según calcula el Observatorio de Pensiones de la consultora WTW. El sistema de las pensiones acumula 48 trimestres ingresando menos de lo que dedica a las prestaciones contributivas, el equivalente a 12 años con un déficit permanente que indica un deterioro de la salud financiera de la caja de las pensiones pese a las mejoras recaudatorias y las ayudas que recibe del Estado.

Este desequilibrio se produce a pesar del constante aumento del esfuerzo de trabajadores y empresas a través de las cotizaciones sociales. Sin embargo, el crecimiento del gasto está siendo mayor que el de la recaudación, incluso tras unos ejercicios de mejora del empleo y de subidas de cuotas, y el buen comportamiento de los ingresos por cotizaciones sociales está siendo insuficiente.

El gasto en pensiones contributivas constituye una amplia mayoría (87,1%) del gasto total y crece a un ritmo del 1,9% interanual. ¿Cómo se reparte el crecimiento? El efecto de las nuevas pensiones suma 0,3 puntos y el efecto sustitución de las pagas más altas que entran supone otros 0,6 puntos. El aumento del coste de las bajas temporales (+18% en un sólo año) limita las posibilidades de reducir el déficit contributivo, explican en el informe.

Los expertos muestran sus dudas y creen que será necesario activar más palancas para apuntalar la sostenibilidad del sistema. Apuntan, además, a una racionalización de los esfuerzos por la vía del gasto. “La sostenibilidad del sistema de Seguridad Social dependerá de una combinación de factores, como la consolidación de reformas, ajustes en las políticas de cotización y medidas para controlar el crecimiento de los gastos”, señala Rafael Villanueva, director asociado del área de Retirement de WTW España.

El trabajo de campo del Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social pone la lupa en el balance de ingresos y gastos de la Seguridad Social. La cifra que maneja la Administración es el saldo de las operaciones no financieras: marca un déficit del 0,59% del PIB, unos 9.200 millones, que está condicionado por las ayudas que recibe la Seguridad Social del Estado en forma de transferencias a coste cero. Está presupuestado que la inyección sea cercana a 30.000 millones este curso; y 46.000 millones sumando otro tipo de transferencias, en parte para hacer frente a los gastos impropios por recomendación del Pacto de Toledo.

Enrique Devesa, profesor titular de la Universidad de Valencia, investigador del grupo y miembro del Observatorio de las Pensiones de WTW que ha colaborado en la elaboración del informe señala que “este año marca un momento clave en la implementación de diversas reformas que buscan reducir el déficit estructural del sistema”. Sin embargo, “el balance de los efectos de estas medidas solo será plenamente visible en el mediano y largo plazo”, añade.

Años de subidas de cuotas

La última reforma de pensiones creó varias cuotas nuevas. La primera, una cotización adicional, llamada Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que arrancó con un tipo inicial del 0,6%, desde 2025 gravará el 0,8% y alcanzará el 1,2% de la nómina en 2029 a pesar de no generar un mayor derecho al cobro de prestaciones. Esta sobrecotización va destinada de forma contable al Fondo de Reserva, la conocida como hucha de las pensiones que se usará a partir de la próxima década para pagar una parte de las pensiones del baby boom.

Además, como novedad para 2025, arranca una nueva cuota extra que deberán pagar más de un millón de trabajadores que cobran más de 58.900 euros brutos al año: la cuota de solidaridad. Esta cotización extraordinaria incorpora un tipo adicional sobre el tramo salarial que supera la base máxima de cotización e incluye tres tramos:

  • Un 0,92% de cotización adicional para la parte de salario comprendida entre la base máxima y un 10% superior a esa base máxima. En 2025, este primer tramo llegará hasta algo menos de 65.000 euros.
  • Un 1% para el tramo de salario situado desde el 10% adicional de la base máxima hasta el 50%. En 2025, este segundo tramo estará comprendido entre los casi 65.000 euros y los 88.000 euros.
  • Un 1,17% para el tramo de retribución por encima del 50% adicional de la base máxima. En 2025, en este tramo se ubicarán los salarios a partir de 88.000 euros.

Las bases de cotización también aumentan a un mayor ritmo que la inflación: la máxima subirá un 4% por el denominado ‘destope’, mientras la mínima lo hará previsiblemente en una tasa mayor que la variación de precios por el SMI.

Fuente: El déficit contributivo de las pensiones sube a 30.000 millones en 2024 pese a la subida de cotizaciones

Deja un comentario