En 2021 la Edad Legal Ordinaria (ELO) de jubilación era de 65 años si se tenían cotizados al menos 37 años y 3 meses y en caso contrario dicha ELO era los 66 años
Con 65 años se jubilaron 118.000 personas (el 37% del total) y con 66 años fueron 60.000 personas (el 19% del total).
A la Jubilación Anticipada Voluntaria (2 años antes de la ELO) accedieron 80.000 personas (54.000 a los 63 años y 26.000 a los 64 años), es decir, el 25% del total.
A la Jubilación Anticipada Involuntaria (4 años antes de la ELO) accedieron 36.000 personas (16.000 a los 61 años y 19.000 a los 62 años), que comportan el 11% del total
Las jubilaciones “demoradas”, más allá de la ELO, son casi anecdóticas
Es significativa la diferencia en la cuantía de la pensión entre el RGSS y el RETA:
Las cuantías de las pensiones a la ELO (65 años y 66 años) son casi la mitad en el RETA que en el RGSS, debido fundamentalmente a las diferencias de las cotizaciones en ambos regímenes (casi el 80% e los RETA cotizan por la base mínima). En el caso de las mujeres esta diferencia se recorta ostensiblemente probablemente debido a que las cotizaciones (y los años cotizados) de las mujeres en el RGSS han sido aún en esa generación bastante menores que las de los varones del mismo régimen (la manida “brecha de género”).
Como ”curiosidad” las pensiones de las Jubilaciones Anticipas Voluntarias ( a los 63 o 64 años según los casos) son superiores incluso a las pensiones a la ELO (65 o 66 años) a pesar de los coeficientes reductores por anticipación de la edad, que en 2021 variaban en esta modalidad de jubilación y según los años cotizados entre el 6,5% y el 8% anuales.