UN SÁNCHEZ “PRIVILEGIADO” Y ACORRALADO: PARÁLISIS PARLAMENTARIA, PRESIÓN JUDICIAL PERSONAL Y TENSIÓN INTERNA EN EL PSOE

 

Los 10 “casos” en los que está inmerso Pedro Sánchez

El presidente está acorralado por tres motivos:

parálisis parlamentaria, presión judicial familiar y tensión en el PSOE por la cesión a los nacionalistas

 

Aunque hay quien dice que es una pena que este Gobierno no legisle, parece que en algunos casos es evidentemente mucho mejor que no lo haga pues no se recuerda una ley necesaria o ventajosa que haya procedido de las negociaciones de Pedro Sánchez. Cuando un gobierno es nocivo para sus ciudadanos, lo mejor es que se quede en un rincón y no moleste.

 

Cánovas del Castillo, el autor del régimen de la restauración alfonsina en nuestro siglo XIX, preguntaba a un colega en 1875: «¿No cree usted que la mayor enseñanza que necesita España es la de saber retirarse del poder? ¿No cree usted que la causa más poderosa de nuestras desdichas ha sido el furor de nuestros hombres de alcanzar el poder y conservarlo a cualquier precio?». Evidentemente Cánovas no estaba pensando en Pedro Sánchez, pero…lo “clavó”

 

 

La semana “horribilis” de Pedro Sánchez comenzó el lunes 22 con su citación como testigo por parte del juez Juan Carlos Peinado por la causa que investiga a su mujer. Continuó el martes 23, cuando el Gobierno perdió dos importantes votaciones en el Congreso de los Diputados por la capacidad de veto del partido de Carles Puigdemont y la falta de apoyos parlamentarios: la que permitía arrancar la tramitación de los Presupuestos para 2025 y la reforma de la ley de extranjería. Prosiguió el miércoles 24 cuando el Ejecutivo recibió también la reprimenda de Bruselas por la presión del Gobierno sobre los jueces, además de la del Tribunal Supremo al fiscal general por su política de nombramientos.

 

Lo cierto es que el presidente del Gobierno está políticamente hasta el cuello por tres motivos: parálisis parlamentaria, presión judicial por asuntos personales y tensión interna en el PSOE por la cesión a los nacionalistas. Son demasiados frentes abiertos para cualquier gobierno en un sistema parlamentario pues los equilibrios para que esa situación no se rompa empiezan a ser casi imposibles por muy “resiliente” que se presuma ser.

 

El privilegio avanza en la vida política y judicial española, siempre respondiendo a los golpes dados por la prioridad absoluta de los intereses de Pedro Sánchez.

 

Lo único claro es que el regreso del privilegio ha supuesto siempre una degradación de la democracia, un intento de vulnerar la exigencia de que la igualdad ante la ley sea respetada. Cuando un dirigente político como Pedro Sánchez aspira en todo momento a ser reconocido y reverenciado como tal y pretende perpetuarse en el Gobierno, concentrando en su persona una capacidad de decisión muy por encima de la concedida por la ley fundamental de 1978 está pretendiendo ser un privilegiado.

 

En suma, el privilegio avanza en los diferentes planos de la vida política y judicial española, sin atender al enorme coste que puede suponer cada una de esas ventajas adquiridas sobre el principio democrático de la igualdad ante la ley.

 

Parálisis parlamentaria

Esta semana se ha demostrado claramente de nuevo que Sánchez no tiene mayoría parlamentaria. Se han caído sus leyes principales y, lo peor, en el último momento por sus teóricos socios. La culpa de que no saliera la ley de extranjería y el límite de gasto no ha sido de la oposición de la derecha sino de los diputados de su socio Puigdemont. Y es que la «mayoría de legislatura» no existe. Fue solo para la investidura y se acabó, porque el acuerdo entre Sánchez y ERC para sentar a Illa en la Generalitat es una declaración de guerra para Junts que está dispuesto a cualquier circo para no perder protagonismo.

 

La presión judicial personal

La familia Sánchez-Gómez tiene al menos un problema en dos juzgados. La familia (pareja y hermano) presidencial ha tenido la desdicha de que le toque unos jueces que no se postran ante el Gobierno, sino que consideran que la ley debe ser igual para todos, ya se sea la pareja, el hermano o el mismísimo presidente del Gobierno.

 

La reacción ante el caso Begoña Gómez ha sido una sorprendente ilustración de esa preeminencia autoasignada, en otras palabras, y tanto el presidente como “la presidenta” gozan del utilísimo privilegio de la inmunidad ante la justicia, y engañosamente Pedro Sánchez intenta, como en tantas otras ocasiones, esgrimir el privilegio para rehuir la molesta igualdad ante la ley, propia del ciudadano de a pié.

 

Tensión interna en el PSOE

Pedro Sánchez otorga un trato privilegiado a las comunidades gobernadas por partidos independentistas, y de cuyo voto depende para sobrevivir en la Moncloa. La cesión de la soberanía fiscal a Cataluña, tal y como la reclama ERC a modo de contrapartida para la elección de Salvador Illa al frente de la Generalitat, es la destrucción del principio de justicia económica que debe regir las relaciones entre las comunidades autónomas (una vez asumida la vulneración histórica de los conciertos de Euskadi y Navarra). Consagraría el privilegio económico otorgado por Sánchez a Cataluña en claro perjuicio para otras comunidades y en claro detrimento de la igualdad ante la ley y de la igualdad económica, es decir, de la configuración democrática del Estado.

 

Los socialistas “de toda la vida” no acaban de encajar los privilegios que se dan a ciertos ciudadanos que tienen partidos que chantajean al Gobierno de España. Se está rompiendo el principio igualitario haciendo más ricos a los ricos (catalanes y vascos) y más pobres a los pobres (el resto de los españoles). La cesión de privilegios a los ricos independentistas acabará pagándose en las urnas porque el votante socialista del resto de España se sentirá engañado y se abstendrá. Los primeros en pagar el pato serán los barones autonómicos, huérfanos de discurso sobre la «justicia social igualitaria» y puestos en evidencia como los títeres de Sánchez que son en realidad. A nadie se le escapa que Salvador Illa no está pactando con ERC pues todo lo que quieren los de ERC se lo puede dar Sánchez, no Illa, como claramente se visualiza con sus recientes visitas a Barcelona y Vitoria para cerrar transferencias y concesiones.

 

 

Sánchez ha suscitado tal rechazo en buena parte de la sociedad española que no puede asistir a actos con público que no haya sido seleccionado previamente, ni pisar la calle en ninguna ciudad española porque inmediatamente recibe un chorreo de abucheos y pitidos.

Esta es una selección de 10 de “los casos” en los que está inmerso en este 2024:

  1. Fracaso en las elecciones europeas: A pesar de sus lecturas triunfalistas, el PSOE ha sufrido su mayor derrota en 25 años en unas elecciones europeas, al perder dos millones de votos respecto a 2019.
  2. Debilidad territorial: El presidente del Gobierno se niega a convocar la Conferencia de Presidentes Autonómicos, como le piden los mandatarios del PP y algunos dirigentes de su propio partido. Sánchez no quiere que se visualice la debilidad territorial del PSOE, que solo gobierna en Asturias, Navarra y Castilla-La Mancha. El PP gobierna en 12 Comunidades y en las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla.
  3. Desigualdad económica: En el Gobierno más a la izquierda de la democracia, la riqueza se embalsa entre los que más tienen: los contribuyentes que ingresan más de 601.000 euros al año han aumentado un 25 % en los últimos años, mientras que más de doce millones españoles perciben salarios brutos de menos de 21.000 euros.
  4. Puigdemont, fuera de la ley de Amnistía: Sánchez aprobó la ley de Amnistía para poder borrar los delitos de Carles Puigdemont, a cambio de sus siete votos, que los necesitaba para ser investido presidente del Gobierno. Sin embargo, mes y medio después de su entrada en vigor, unas 90 personas han sido amnistiadas, pero el juez mantiene la orden de detención sobre Puigdemont, que queda fuera de la amnistía. Además, el Tribunal Supremo ha presentado un recurso de inconstitucionalidad cuyo texto es demoledor contra la ley aprobada por el Gobierno y sus socios.
  5. Borrado del caso ERE: El Tribunal Constitucional que Sánchez ha hecho a su medida ha anulado las condenas de cárcel e inhabilitación de los dirigentes socialistas implicados en un macrofraude valorado en 679,4 millones de euros. Es un ejemplo más de que los socios, amigos o compañeros de partido de Sánchez quedan impunes cuando cometen estos delitos.
  6. Nombramientos anulados: El Tribunal Supremo ha anulado varios nombramientos de Pedro Sánchez, que pone a sus afines al frente de las instituciones sin que reúnan los requisitos necesarios. Entre otros, han sido anulados los nombramientos de la presidenta del Consejo de Estado y de la fiscal de Memoria Democrática.
  7. Los socios no apoyan a Sánchez: El Gobierno de Sánchez es tan débil que se ve incapaz de aprobar en el Congreso de los Diputados sus iniciativas legislativas al no contar ni siquiera con el apoyo de sus propios socios de investidura, que le tienen sometido a un chantaje permanente. El Gobierno no ha podido aprobar iniciativas tan relevantes como los Presupuestos Generales del Estado, el techo de gasto (a pesar de haber arrebatado el veto al Senado), la ley de extranjería, la ley de prostitución o la ley del suelo, entre otras.
  8. Caso Begoña: Begoña Gómez se ha convertido en la primera mujer de un presidente del Gobierno español que está siendo investigada por la Justicia. En lugar de colaborar, ella se niega a declarar. Ante el silencio de Gómez, el juez ha citado a Sánchez como testigo. Hasta ahora, ni Sánchez ni Gómez han querido dar explicaciones a la opinión pública de este supuesto caso de corrupción y tráfico de influencias.
  9. Caso hermano de Sánchez: El músico David Sánchez, que utiliza el pseudónimo David Azagra, está siendo investigado por un juzgado de Badajoz por fraude fiscal, prevaricación, malversación, delitos contra la Administración Pública y tráfico de influencias. Sánchez tampoco ha dado ninguna explicación sobre su hermano, a pesar de las noticias tan «inquietantes y perturbadoras» que se publican sobre él.
  10. Caso Koldo: La Justicia investiga por un supuesto caso de corrupción a través de la compra de mascarillas por valor de 54 millones de euros pagados con fondos públicos, en plena pandemia de Covid, al que fue asesor, chófer y asistente personal del exministro José Luis Ábalos, que ha sido expulsado del PSOE.

 

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