SOLO EL 20% DE LOS HOGARES MÁS RICOS PAGA MÁS IMPUESTOS DE LO QUE RECIBE EN AYUDAS

El contribuyente medio, con 34.000 euros iniciales, pasa a tener una renta disponible de 36.250 euros al sumar las prestaciones y el abono de impuestos

 

 

Un análisis reciente elaborado por Fedea concluye que 8 de cada 10 hogares perciben una cantidad de subsidios efectivos neta, es decir, existe una diferencia positiva entre prestaciones e impuestos que es decreciente con los ingresos. Las cifras permiten conocer qué pasa después de que los contribuyentes hayan pagado impuestos y recibido las prestaciones y ayudas correspondientes, lo que se conoce como renta disponible extendida.

 

En concreto, para el 20% de hogares con menor renta, las prestaciones monetarias y las prestaciones en especie recibidas (pensiones, ayudas por desempleo, invalidez, enfermedad, asistencia social y apoyos a la familia y a la vivienda) suponen un 125,6% de su renta bruta. Si a esta cifra se le resta el 29% que se paga en impuestos, el resultado positivo es del 96,6%. Por el contrario, el 20% de los hogares más ricos de España son contribuyentes netos, ya que soportan un tipo efectivo que oscila entre el 9% y casi el 28%.

 

Los contribuyentes pertenecientes al 60% de los hogares con menos ingresos, tienen una participación en la renta disponible extendida superior a su participación en la renta primaria ampliada, lo que significa que salen ganando tras la ecuación de los impuestos y las prestaciones públicas.

 

En 2020, año de referencia para este estudio, el hogar español medio tenía una renta primaria ampliada de 34.087 euros. Esta cifra se elevó en 11.124 euros por las prestaciones públicas de carácter monetario (pensiones y subsidios). El resultado es una renta bruta media de 45.211 euros que, tras el pago de 13.202 euros en concepto de impuestos directos y 2.825 euros de indirectos, pasa a 29.183 euros. Para completar la ecuación hay que sumar los 4.544 euros provenientes de la prestación en especie derivada de gasto público en sanidad y los 2.531 euros de la educación. En consecuencia, la renta disponible extendida asciende a los 36.258 euros, un saldo neto positivo de 2.172 euros. En definitiva, concluyen los expertos, la intervención pública en forma de impuestos, prestaciones monetarias y en especie” reduce en un 38% la desigualdad en la distribución de la renta. Las prestaciones monetarias son responsables de un 70% de esa reducción, los impuestos, de un 8,5%, y las prestaciones en especie, del 21,5% restante.

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