O adaptamos el sistema de pensiones a la nueva longevidad o no habrá recursos para los jóvenes»
En España, votamos todos pero se benefician los más mayores se minusvaloran las opciones de los más jóvenes para satisfacer a la parte del electorado más envejecida que además es la generación mayoritaria a la hora de acudir a las urnas. Si el actual sistema no resiste, habrá que rediseñar las propuestas a contrarreloj, sabiendo demasiado tarde que debíamos haber empezado hace tiempo.
La demografía siempre ha tenido un papel esencial a la hora de predecir los resultados económicos, pero no es menos importante el que tiene en las propuestas electorales de los dirigentes cuando se acercan los periodos electorales. Está claro que quien recorte el sistema de las pensiones está condenado a perder las elecciones pero el precio a pagar es una menor atención los jóvenes dentro del Estado de bienestar y el gasto público porque cada vez representan menos del sufragio electoral y por lo tanto los políticos les prestan menos atención.
En la actualidad, se encuentra en vigor el ‘modelo Escrivá’ de las pensiones. La reforma ha cumplido seis meses recientemente y aún no se conocen todos los efectos a largo plazo. Los puntos más importantes son un cambio en el periodo de cómputo, el destope de las pensiones máximas o un nuevo mecanismo de intergeneracionalidad. Lo cierto es que según el propio Gobierno la sostenibilidad de este modelo depende de una tasa de desempleo del 5,5% entre el periodo de 2050 y 2060 (en 2022 cerró en el 13%), un crecimiento constante hasta entonces del 2% del PIB (la Airef estima que será del 1,1%) y una reducción en la esperanza de vida media de los ciudadanos; unas estimaciones que se consideran por todos los expertos «demasiado optimistas» y que provocarán un aumento en el gasto. Dentro de poco miraremos hacia atrás y nos arrepentiremos del tiempo perdido.
DESEMPLEO
En lo referente al desempleo, en un primer vistazo las estimaciones del ministro podrían tener sentido bajo la premisa de que al reducirse la gente en edad de trabajar -fruto del envejecimiento de la sociedad y las bajas tasas de natalidad- será más sencillo llegar a los datos del conocido como pleno empleo. Sin embargo, la falta de inversiones en educación o en otras políticas que mejoren la productividad y la empleabilidad ante el cambio tecnológico que enfrentamos puede poner en jaque esta posibilidad. Mientras el gasto en pensiones ha aumentado cinco puntos de PIB, el de la educación ha caído en dos décimas y con el cambio tecnológico la educación va a ser lo más importante.
EL PIB
En lo referente al PIB, el exceso de optimismo del ministro se demuestra al coger los datos de los últimos 40 años para hacer su proyección de cara al futuro. En esos años era mucho más sencillo conseguir el crecimiento gracias a la incorporación de las cohortes más grandes al mercado laboral, había un incremento demográfico muy positivo y era más fácil crecer. Con el envejecimiento va a ser más complicado creer porque ahora no se tiene la facilidad de crecer simplemente incorporando trabajadores porque los que se van a incorporar van a ser menos y para crecer se tiene que aumentar la productividad y para ello es preciso priorizar las políticas hacia los jóvenes, que precisamente se echan en falta.
ESPERANZA DE VIDA
Los datos de Eurostat y el propio Instituto Nacional de Estadística prevén un aumento mayor en la esperanza de vida de los ciudadanos.
En definitiva el escenario macro y demográfico que ha presentado Escrivá no parecen muy creíbles. Es demasiado optimista, y si no se cumple, va a subir impuestos.
«La estrategia actual de subir las cotizaciones sociales sine die para poder pagar las pensiones es simlemente una locura porque se estás subiendo el coste laboral y se impone que todo el margen fiscal vaya a pensiones cuando lo más razonable sería adaptar el sistema de pensiones a la nueva longevidad y liberar recursos para poderlos destinar a los jóvenes, a educación, lucha contra el cambio climático, emancipación, vivienda, lucha contra la pobreza infantil,…
Los ciudadanos españoles deberían poder elegir cómo abandonan el mercado laboral y lo cierto es que el sistema actual no tiene sentido y cuando te jubilas pasas de trabajar toda la semana a levantarte un día y ya no puedeso trabajar. Es una cosa absurda. La jubilación tiene que ser flexible, gradual y compatible con el salario. Y por supuesto tener en cuenta si la penosidad del trabajo realizado es grande o la salud del trabajador no es buena, se debería tener una salida del mercado de trabajo más favorable.
De cara al futuro, sería deseable que se atiendiesen a las necesidades de una población cada vez más mayor, pero, al mismo tiempo, no dejar de lado a los más jóvenes, el futuro del país. Hay que reclamar inversiones en vivienda, en educación, emancipación, apoyo a la familia y pobreza infantil y en medidas contra el cambio climático. Planes que, de no tomarse hoy por destinar todos los recursos a cuestiones cortoplacistas, mañana provocarán que quienes hoy padecen la ausencia de medios tengan que enfrentarse a un mundo que no les ofrece nuevas posibilidades. Una juventud atracada de presente y sobre todo de futuro.
Fuente: The Objetive