Aunque el teletrabajo es un tema cada vez más Normalizado en la población española, la realidad
es que la mayoría de las personas ocupadas no tiene la opción de trabajar desde su casa, debido
en gran medida al oficio que desempeñan.
La gran mayoría de las personas no pueden teletrabajar debido a las características de su puesto . Dos de cada tres personas (65%) están empleadas en actividades que no les permiten el teletrabajo. Existen sectores en los que la presencialidad juega un papel clave para el desarrollo de la actividad económica, ya sea a la hora de producir bienes materiales o bien porque se precise atención cara a cara.
Del tercio restante cuyo trabajo sí le permite teletrabajar, el 17,7% tiene la opción de hacerlo totalmente desde casa y un 17,3%, de forma parcial. Estas personas forman parte, en su inmensa mayoría, del colectivo denominado como trabajadores de cuello blanco, que hacen trabajos de oficina; en contraste con los de azul que llevarían mono de trabajo. Es decir, los de blanco llevan a cabo actividades económicas dependientes del ordenador e Internet, lo que permite que puedan realizar sus obligaciones laborales fuera del establecimiento físico donde está su puesto.
La posibilidad de teletrabajar depende en gran medida de la actividad económica desarrollada . Y si bien antes hablábamos de esos cuellos blancos, ahora nos toca pasar al detalle de todos los que están al otro lado. Sectores como la agricultura, la construcción o la hostelería tienen menos posibilidades de implantar el teletrabajo, ya que son industrias donde la actividad presencial o de cara al público es imprescindible. En contraste, los sectores tecnológicos y digitales, el negocio inmobiliario, el mundo
financiero y las actividades profesionales, científicas y técnicas tienen el teletrabajo más extendido. Y estas suelen estar ubicadas en capitales de provincia o grandes ciudades, por lo que aquí es donde podemos establecer la relación entre el teletrabajo y los entornos urbanos
También existe un vínculo entre la percepción salarial y la opción de trabajo a distancia . Los
empleos más proclives al teletrabajo suelen disfrutar de unos salarios por encima de la media nacional. Ello explica que la posibilidad de teletrabajar sea mayor para aquellas personas que cobren por encima de 1.600 euros mensuales y se incremente conforme se vaya subiendo en la escala salarial, hasta alcanzar el 60,6% de personas con posibilidad de teletrabajar en los que cobran 3.000 euros o más. En cambio, por debajo de los 1.600 euros mensuales se reducen las posibilidades de estar empleado en un puesto que tenga la opción de trabajar desde casa. Esto podría tener una relación con que los salarios más bajos se perciban, en general, en sectores e industrias donde la presencialidad es fundamental para el desarrollo normal de la actividad económica.
La posibilidad de teletrabajar también depende del nivel de estudios; tener un nivel de educación universitaria o superior es diferencial para tener un empleo que permita el teletrabajo. A mayor nivel de estudios, más opciones de trabajo a distancia. Alguien con un doctorado tiene esa posibilidad en un
87,3% de los casos; alguien con un grado universitario, un 54,4%. Sin embargo, de las personas cuyos
estudios máximos son los equivalentes a secundaria solo el 5,8% pueden tener opción de teletrabajo