Nuestro sistema público de pensiones entre los peores del mundo

El índice de pensiones globales del Mercer CFA Institute, o el MCGPI. Se trata de un estudio integral de los sistemas de pensiones globales que lleva una década analizando cada año más de 50 variables de las pensiones de 43 países de todo el mundo, abarcando así a dos tercio de la población mundial.

El valor del índice general para cada sistema representa el promedio ponderado de tres subíndices: adecuación, sostenibilidad e integridad. La adecuación tiene que ver con cosas como el nivel de prestaciones, ahorros y apoyo gubernamental, es decir que tengan buena cobertura social. La integridad va sobre su regulación, su gobernanza o su protección, es decir, que estén bien administrados. La sostenibilidad tiene en cuenta cuestiones como la demografía del país, el crecimiento económico o la deuda nacional, es decir que el sistema sea sostenible.

De los 43 países, España ocupa el puesto 24 con una nota global de C, peor incluso que la nota de C+ que obtienen Francia o Estados Unidos. Alemania obtiene la nota B. Estamos sólo un poco por delante de Colombia o Brasil. Islandia debuta este año y consigue colocarse en el primer puesto, y de los países con algo más de población, Países Bajos y Dinamarca consiguen segundo y tercer puesto.  A la cola se encuentran muchos países asiáticos, como Corea del Sur, Filipinas o Japón, aunque también México o India.

De hevho España está en el mismo grupo C que China, Italia, Brasil, Arabia Saudí, sólo por delante del grupo D al que pertenecen Argentina, la India, México o Turquía

El desglose de nuestras notas son: en adecuación, un 72 sobre 100, en sostenibilidad, un 28 sobre 100 y en integridad, 78 sobre 100. Es decir, en dos categorías somos notables, pero en el otro fallamos estrepitosamente. A muchos países de nuestro entorno también les baja duramente la nota el apartado de sostenibilidad (Francia obtuvo un 41, Alemania un 45), pero nosotros, junto a los italianos, somos escandalosamente malos en este apartado. MCGPI nos dedica un pequeño texto: nuestro sistema tiene “algunas características buenas, pero también grandes riesgos o deficiencias que deben abordarse, sin lo cual su sostenibilidad a largo plazo puede quedar en el aire”.

En realidad, ya sabíamos el problema de la sostenibilidad de nuestro sistema. Mucho se ha hablado de la inviabilidad de un sistema en el que las nuevas pensiones ya son un 16% más altas que el salario más frecuente y donde tenemos ya una ratio de dos empleados por pensionista. Sólo Portugal, Grecia o Italia están en un peor punto para garantizar la sostenibilidad del sistema.

Las soluciones que  ofrece Mercer son también conocidas. Para mejorar nuestra nota habría que aumentar las pensiones mínimas y su tasa de cobertura, pero también alargar la vida laboral y hacer que los mayores de 55 se mantengan en el mercado laboral, desincentivando de alguna forma las prejubilaciones. También creen en el fomento a la contrataciones de planes de pensiones de empleo (colectivos)

El plan del actual gobierno para la reforma de las pensiones se enmarca bastante en esta receta, aunque añade otras vías, como aumentar los ingresos a la Seguridad Social vía Presupuestos (impuestos) . Es probable que, pese a todo, haya que hacer más ajustes. El Mecanismo de Equidad Intergeneraional (MEI) que promulga ahora el Gobierno incluiría una reducción de la primera cuantía de la pensión, por lo que los que cuando se acumula dicha reducción a lo largo de la vida pensionable del jubilado la reducción sería muy abultada y descagaría al sistema de importantes costes.

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