LOS INDICADORES Y SU EVOLUCIÓN DE LA SOSTENIBILIDAD, SOLIDARIDAD Y SUFICIENCIA DE LAS PENSIONES. III TRIMESTRE 2024

Los indicadores se elaboran a partir de los datos oficiales de la Seguridad Social y se presenta la tabla con los indicadores, incluyendo su definición y su valor en tres momentos del tiempo.

  • Momento actual: junio-julio de 2024.
  • Mismo periodo del año anterior: con el objetivo de comparar a corto plazo sin que influya la estacionalidad del dato, algo que podría ocurrir si se comparan meses distintos en el caso de cotizaciones, pagas extra de pensiones, PIB, etc.
  • Mismo periodo de 2012: se ha elegido este año de medio plazo por ser el anterior al de entrada en vigor de la Ley 27/2011, que reformó el sistema de pensiones a lo largo de un periodo transitorio que finalizará en 2027. Los datos de ingresos, gastos y saldo contributivo son de diciembre de 2012, mientras que el resto de los datos serán del mismo mes que el valor más reciente para evitar la probable estacionalidad. En esta comparativa, algunos indicadores pueden verse influidos por el ciclo económico.

Análisis de los indicadores

La inversa de la tasa de dependencia, que es el indicador demográfico de referencia, continúa con su tendencia descendente y se sitúa en 2,96, un nuevo mínimo de la serie. Esta tendencia al envejecimiento de la población repercute en el aumento del número de pensionistas, especialmente mayores de 65 años, ante lo cual se ha legislado con el objetivo de aumentar la edad efectiva de jubilación y así disminuir la tasa de cobertura.

 

Efectivamente, uno de los instrumentos de la reforma de 2011 fue el de aumentar la edad legal de jubilación, mientras que la más reciente Ley 21/2021 introdujo cambios en la jubilación anticipada y demorada con el objetivo de aumentar la edad efectiva de jubilación. Como resultado de todo ello, la edad legal ha aumentado 1 año y 6 meses desde 2012 hasta 2024, de 65 años a 66 años y 6 meses, y la edad efectiva de jubilación lo ha hecho en 1 año y 3 meses aproximadamente en ese mismo periodo, desde 63,9 de media en 2012 (64,18 en junio de 2012) a 65,19 de media hasta julio de 2024 (65,23 en junio de 2024). En los primeros años, la edad legal aumentó más que la efectiva, pero desde 2022, la Ley 21/2021 parece que ha supuesto incrementos mayores en la edad efectiva que en la legal. De hecho, la tasa de cobertura de las pensiones entre los mayores de 65 años ha bajado únicamente 1,2 puntos desde 2012, de los cuales 1 punto se atribuye al periodo enero de 2022 a junio de 2024.

 

El indicador de solidaridad ha remontado ligeramente respecto al mismo periodo de 2023 (del 4,37% al 4,42% si añadimos un decimal a los datos del cuadro), interrumpiendo la tendencia decreciente de los últimos años. Ello se debe a que en 2024 sí que ha habido una política de mayor revalorización de las pensiones mínimas como consecuencia del mandato del Real Decreto-Ley 2/2023, que pretende el acercamiento de las pensiones mínimas al umbral de pobreza.

 

Los tres indicadores de sostenibilidad han tenido un comportamiento mixto en el último año. Los indicadores de afiliación han sido buenos, con aumento de 1,1 p.p. en la tasa de afiliación (71,9% en 2024 frente a 70,8% en 2023) y de 3 centésimas en la ratio de número de afiliados por pensionista (2,33 frente a 2,30), pero la pensión media sigue creciendo más que la cotización media, pese al aumento del tipo de cotización desde 2023, situándose la pensión media por euro cotizado en 2,28 en 2024 frente a 2,25 en 2023. La tendencia a largo plazo de este último indicador (1,98 en 2012) no se debe al envejecimiento ni al ciclo económico y pone de relieve una necesidad de modificación en el diseño de nuestro sistema de pensiones para que la cotización media (mayor productividad y salarios) crezca igual o más que la pensión media y poder compensar la probable disminución futura de los dos primeros indicadores de sostenibilidad, especialmente el número de afiliados por pensionista, por motivos demográficos.

 

La generosidad en términos absolutos, medida a través de la pensión media por pensionista, mejora continuamente en el tiempo. La pensión media por pensionista se sitúa en junio de 2024 en 1.386 €/mes, un 5,1% más que en junio de 2023, impulsado, sobre todo, por la revalorización del 3,8%. La diferencia entre ambas tasas (1,3%) es el efecto sustitución (nuevas pensiones más altas que las que causan baja) y otros efectos de menor importancia. Esta mayor generosidad requiere crecimientos de la productividad y empleo suficientes para compensar el efecto sustitución y el efecto número de pensiones sin tensionar el equilibrio financiero.

 

En cuanto a la brecha de género, se aprecia una tendencia a largo plazo a su disminución, lo que se traduce en un aumento de los indicadores. A nivel agregado, la pensión media de jubilación de mujeres se sitúa en un 68,9% de la de hombres (59,8% hace 12 años). Es previsible que la reducción de la brecha de género agregada continúe en el futuro ya que, en términos marginales, es decir, si se analizan las nuevas pensiones de jubilación, el indicador es superior, situándose en un 78,0%. Algunas medidas recientes de la reforma del sistema de pensiones que pretenden disminuir esta brecha en el futuro inmediato son la mejora de la integración de lagunas en el caso de mujeres, el aumento por encima del IPC del complemento de brecha de género y la mejora de las pensiones mínimas para acercarlas al umbral de pobreza que beneficiará más a las mujeres al ser perceptoras de casi el 68% de las pensiones con complemento a mínimos.

 

Por último, los indicadores contables de ingresos, gastos y saldo en la parte contributiva reflejan un cierto repunte en el déficit contributivo. Los ingresos por cotizaciones han mostrado tasas muy elevadas de crecimiento (6,7%) respecto a los del mismo mes del año anterior (sin cese de actividad ni cotizaciones de desempleados). En el último año, las cotizaciones han crecido más que el PIB, lo que ha contribuido a que el total de los ingresos contributivos sobre el PIB (10,8%) haya subido 0,3 p.p. respecto al dato anual de junio de 2023. La entrada en vigor del Mecanismo de Equidad Intergeneracional en enero de 2023 explica en buena medida este dato.

 

Los datos en la parte de gastos son muy similares a los de la parte de ingresos. El incremento del gasto en pensiones contributivas (sin mínimos) es del 7% respecto a junio de 2024, de manera que el conjunto de los gastos contributivos ha ganado 0,4 p.p. de peso en el PIB, subiendo la ratio gastos contributivos sobre el PIB al 12,7% desde el 12,3%.

 

Como consecuencia de los datos de ingresos y gastos contributivos, el déficit contributivo anual ha subido ligeramente (1,92% del PIB en junio de 2024 frente al 1,83% en junio de 2023), siendo su cuantía absoluta de 28.912 millones de euros, frente a 25.841 millones de euros un año antes. El saldo por pensionista ha aumentado 303€ en el último año, hasta -3.159 €, y el saldo por cotizante lo ha hecho en 115 € hasta -1.383 €.

 

Los indicadores contables muestran un freno en la tendencia a la mejoría que se inició tras dejar atrás la pandemia, durante la cual el déficit contributivo llegó a situarse en un máximo del 2,76% del PIB en marzo de 2021. Desde entonces, el déficit alcanzó su mínimo en junio de 2023 (1,83% del PIB). Este es el segundo trimestre en el que aumenta interanualmente el déficit contributivo, pese a las medidas de ingreso de la reforma de pensiones de 2023, lo que podría ser el inicio de un cambio de ciclo con nuevos aumentos del déficit, aunque habrá que confirmarlo en los próximos trimestres.

 

Fuente: pensiometro-III-Trimestre-2024_septiembre.pdf

 

0 0 votes
Article Rating
Suscribirme
Notificarme de
guest
0 Comments
Recientes
Antiguos Más Votado
Inline Feedbacks
View all comments