Por necesidad económica, por incentivos estatales o por un cambio cultural en la percepción del retiro, lo cierto es que los españoles están postergando cada vez más su jubilación. En 2023 y 2024 se ha alcanzado un hito histórico: la edad media efectiva de jubilación ha superado por primera vez los 65 años, situándose en 65,2 años en 2024, según datos de la Seguridad Social. Se trata de una cifra muy por encima de los 64,4 años registrados antes de la pandemia, en 2019.
Este aumento se explica principalmente por el progresivo incremento de la edad legal de jubilación, que cada año sube dos meses. Actualmente, se sitúa en 66 años y 8 meses para quienes tienen menos de 38 años y 3 meses de cotización; o en 65 años si se supera ese umbral de cotización. A ello se suma el endurecimiento de las condiciones para acceder a la jubilación anticipada y la implementación de nuevos incentivos económicos para quienes deciden seguir trabajando después de cumplir la edad ordinaria.
En 2024, se contabilizaron 368.065 nuevas pensiones de jubilación, con una pensión media mensual de 1.566,37 euros. De ellas, 256.687 correspondieron a personas con 65 o más años, mientras que solo 111.378 fueron otorgadas a menores de 65. La tendencia se consolidó desde 2023, cuando más de la mitad de las 326.949 nuevas altas de pensión se produjeron también con 65 años o más.
Un dato especialmente revelador es el crecimiento de la jubilación demorada: el 11,3% de las nuevas jubilaciones en los primeros dos meses de 2025 fueron por esta modalidad. En enero y febrero de este año se registraron 69.616 nuevas altas, de las cuales más de una de cada diez se corresponde con personas que decidieron prolongar su vida laboral tras alcanzar la edad legal de jubilación. En 2019, esta opción apenas representaba el 4,8% del total.
Este auge responde, en gran medida, a la reforma de 2022 que introdujo tres fórmulas de incentivo para quienes decidan retrasar su retiro: un incremento del 4% de la pensión por cada año de demora; un pago único de entre 4.800 y 13.590 euros según la carrera de cotización; o una combinación de ambas opciones. Además, desde abril de 2025 se ha añadido un nuevo aliciente: a partir del segundo año de prórroga, se ofrece un incentivo adicional cada seis meses, y no cada doce, como hasta ahora.
Borja Suárez Corujo, secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, destaca que esta estrategia está dando resultados tangibles y que el Gobierno espera una mayor acogida con las nuevas mejoras introducidas.
Paralelamente, los datos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) corroboran esta tendencia. Según su Informe sobre la regla de gasto de pensiones, el porcentaje de trabajadores que optan por demorar su jubilación ha pasado de menos del 5% en 2021 al 11,2% en enero de 2025. En contrapartida, la jubilación anticipada ha ido perdiendo fuerza: si en 2021 cerca del 40% de los nuevos jubilados se acogían a esta modalidad, en 2024 la cifra cayó por debajo del 30%. Además, los meses de anticipo se han reducido y también ha disminuido la proporción de personas con derecho a pensiones máximas que optan por jubilarse antes de tiempo.
Todo esto apunta a un cambio estructural en el sistema de pensiones español, en el que la prolongación de la vida laboral se presenta no solo como una necesidad demográfica y financiera, sino también como una opción incentivada por políticas públicas y aceptada por un número creciente de ciudadanos.
Fuente: Los españoles retrasan su jubilación: la edad efectiva supera los 65 años por primera vez