Los derechos laborales son un conjunto de garantías fundamentales que protegen a los trabajadores en su relación con los empleadores. Están diseñados para asegurar condiciones dignas de trabajo, tanto en términos de salario justo, jornadas laborales razonables, y descansos, como en la protección frente a despidos injustificados y el acceso a prestaciones sociales.
En la última década ha habido 7 cambios clave. «Es una evolución significativa», reconoce Daniel Toscani, catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Valencia y Of Counsel Laboral de Alentta Abogados.
Cambios que han sido impulsados por diversos factores. Por ejemplo, la digitalización, los cambios sociales, las nuevas formas de trabajo y la preocupación por el bienestar de los trabajadores.
Protección ante despidos y contratos indefinidos
Según comenta el catedrático, en los últimos años ha habido una tendencia hacia la reducción de la temporalidad y la promoción de contratos indefinidos.
Las últimas reformas laborales han puesto el foco en limitar los contratos temporales injustificados y fomentar el empleo estable, explica. En este sentido, «en España se ha trabajado para fortalecer los derechos de los trabajadores en situaciones de despido, exigiendo justificaciones claras y procedimientos más rigurosos».
Asimismo, también ha habido avances en la protección contra los despidos discriminatorios por razón de género, discapacidad o raza. En estos casos, se considera que el despido es nulo al haberse vulnerado los derechos fundamentales de un trabajador.
Por poner ejemplos sobre la mesa, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia avaló la decisión de declarar nulo el despido de un trabajador de una mina. Estaba de baja por accidente laboral y en periodo de prueba. Además de readmitirle, tendrían que indemnizarle con 12.501 euros.
O el Juzgado de lo Social Nº3 de Burgos, que también declaró nulo el despido de una mujer que trabajaba de camarera. Comunicó a su jefe que estaba embarazada de 21 semanas por WhatsApp y a los cuatro días extinguieron su contrato. Tendrán que indemnizarla con 7.500 euros.
Negociación colectiva
Otro de los aspectos que también ha evolucionado a lo largo de los años es, según Toscani, la negociación colectiva. «Ha habido un avance hacia el fortalecimiento de los sindicatos y la protección de los derechos colectivos de los trabajadores».
Y es que, se ha intentado garantizar que los convenios colectivos tengan más peso y que se permita a los trabajadores negociar las condiciones de trabajo, sobre todo, en sectores más precarios.
«No obstante, en algunos casos se ha visto un retroceso en derechos colectivos debido a reformas anteriores, como la reforma laboral de 2012 en España, que favoreció la flexibilidad empresarial a costa de los derechos de negociación colectiva, algo que aún sigue siendo objeto de debate y revisión legislativa», señala.
Teletrabajo y trabajo flexible
Por otro lado, se ha acelerado el crecimiento del teletrabajo tras la pandemia. Por aquel entonces, el mundo cambió y hubo que adaptar tanto las jornadas laborales como otros aspectos de la vida cotidiana.
En España, la Ley 10/2021 de Teletrabajo fue un paso importante en la regulación de este tipo de trabajo, estableciendo distintos derechos, explica el jurista. Entre ellos, la voluntariedad y el acuerdo por escrito para teletrabajar; la obligación de las empresas a compensar los gastos generados por esta modalidad; se reconocieron los mismos derechos para trabajadores a distancia que a los presenciales y, por último, se ha permitido una mayor flexibilidad laboral.
Aunque eso sí, «también ha planteado nuevos desafíos sobre derechos de privacidad, control empresarial y seguridad digital».
Desde hace un tiempo, ya hay sentencias que resuelven asuntos de este tipo. Por ejemplo, la Audiencia Nacional dictaminó que las empresas no podían sustituir los gastos de teletrabajo por días libres.
O el Juzgado de lo Social Nº4 de Valencia, que reconoció el derecho a teletrabajar a una funcionaria para poder cuidar de sus padres.
Desconexión digital
Y el teletrabajo va asociado, en muchas ocasiones, a la falta de desconexión digital. Según detalla el catedrático, el cambio más notable ha sido la incorporación de derecho. Pues ha surgido como respuesta a la proliferación del teletrabajo y la disponibilidad continua de los empleados a través de herramientas digitales.
«Este derecho, formalizado en España en la Ley Orgánica 3/2018, ha sido crucial para proteger el tiempo de descanso de los empleados y mitigar los efectos de la fatiga digital y el burnout»
Por lo que se han impulsado a los gobiernos y empresas a crear políticas específicas que garanticen un equilibrio entre la vida personal y profesional. Y quién no cumpla, se verá las caras con la Justicia. El Tribunal Superior de Justicia de Galicia condenó a Securitas Seguridad España, S.A., a indemnizar con 300 euros a un trabajador por las llamadas fuera de horario.
Bienestar psicosocial y salud mental en el trabajo
Otro aspecto que ha ganado relevancia en los últimos años es la creciente preocupación por la salud mental y el bienestar psicosocial de los trabajadores, explica Toscani.
«Las empresas están cada vez más obligadas a implementar medidas para prevenir riesgos psicosociales, como el estrés, la ansiedad, el burnout y el acoso laboral. La legislación laboral ha comenzado a enfocarse no solo en los aspectos físicos de la seguridad laboral, sino también en la protección de la salud emocional de los trabajadores. Esto se ha traducido en políticas internas de prevención, servicios de apoyo psicológico y evaluaciones del entorno laboral».
El Juzgado de lo Social Nº2 de Ciudad Real multó con 8.195 euros a la Asociación Fuensanta para Discapacitados Psíquicos por no cuidar la salud laboral de sus trabajadores.
Nuevas formas de empleo y la gig economy
En los últimos años, ha habido un crecimiento explosivo de las plataformas digitales que utilizan modelos de empleo basados en la gig economy (economía colaborativa), con trabajadores que operan como autónomos o con contratos temporales para empresas como Uber, Deliveroo, o Glovo .
Esto «ha generado un debate sobre la falta de protección laboral en estos nuevos modelos, y ha impulsado reformas legislativas, como la aprobación de la Ley Rider en 2021 en España, que obliga a las plataformas digitales a contratar como asalariados a los repartidores que antes eran considerados autónomos».
Se busca otorgar a los trabajadores derechos básicos como el acceso a la seguridad social, vacaciones pagadas y protección por despido.
Igualdad de género y conciliación
Por último, Toscani habla de igualdad de género y conciliación. «Se han implementado medidas para reducir la brecha salarial y fomentar la paridad en las empresas, promoviendo la conciliación familiar y el reparto equilibrado de las responsabilidades familiares».
Detalla que un hito clave ha sido la aprobación de la Ley de Igualdad de Género y la ampliación de los permisos de paternidad, que actualmente son iguales a los de maternidad en España.
«Estos avances buscan promover la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en el cuidado de los hijos y las tareas del hogar, al tiempo que garantizan la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral».