Los datos desglosados de empleo tumban mes tras mes el optimismo injustificado del Gobierno. El camuflaje estadístico se ha convertido en el aliado permanente del Ejecutivo, que esconde ya cerca de 700.000 parados reales por medio de la figura de lo fijos discontinuos. Pero ahora, el problema salta ya por las costuras del más puro “escudo social”. Y es que el último dato oficial de paro esconce una masiva demanda de empleo de los colectivos de mayor edad: los de más de 59 años. Señal inequívoca de que atraviesan dificultades para llegar a fin de mes.
Los datos han sido analizados por el departamento de estudios del sindicato USO. “Si analizamos las edades de las personas inscritas como demandante de empleo vemos como, tanto si consideramos el total de demandantes de empleo, como si lo hacemos con los parados registrados, el mayor número de ellos son mayores de 59 años. Un 17% y 16% respectivamente”, señalan los expertos del sindicato. “Tenemos una población desempleada envejecida y para la cual no se están ofreciendo alternativas que les faciliten su reinserción laboral: adquisición de nuevas competencias y cualificaciones profesionales”, añaden.
Se trata de conclusiones directas sacadas de los datos oficiales que tiene en su mismo ordenador la vicepresidenta Yolanda Díaz, “Más de la mitad – cerca del 60%- de los parados registrados tienen más de 45 años”, añade el sindicato. Y todo ello con una duración de contratos de elevada precariedad: “En septiembre de 2022 ya se encontraba en plena vigencia la última reforma laboral y por tanto ya se pueden realizar comparaciones y hacer balances más homogéneos para ver lo que ha conllevado la aplicación de estos cambios legislativos” y el “número total de contratos registrados durante el mes de septiembre ha sido de 1.392.205 lo que supone una bajada 16,2% sobre el mismo mes del año 2022”.
Además, “la contratación indefinida ha disminuido en 2023 con respecto a 2022 en un 19,6%”. Y con “3,8 millones de personas que no trabajan, nos parece que la disminución de la contratación tiene mucho que ver con el escaso crecimiento económico y la falta de actividad económica para soportar el empleo. Una muestra es la caída de la contratación indefinida, si queremos sacar a las personas del desempleo es necesario contratarlas: sin contrato no hay empleo”, apuntan desde USO.
“La duración media de los contratos no deja de disminuir quedándose en 48 días, un 20% menos que en 2021 donde fue de 61 días”. Además, “el porcentaje de contratos indefinidos realizados baja dos puntos con respecto a 2022 y alcanza el 44,8%. Un 33% del total de contratos realizados en septiembre (1 de cada 3) duró menos de un mes”. Y los contratos de duración inferior a la semana “suponen el 19,2% del total de contratos realizados en septiembre, son porcentualmente los contratos temporales que más se realizan”.
Fuente: Libre mercado