LAS OTRAS CARAS DEL EMPLEO: LA INDUSTRIA PIERDE TRABAJADORES Y LA HOSTELERÍA LOS GANA. LAS HORAS TRABAJADAS NO AUMENTAN COMO LA OCUPACIÓN.

Por primera vez en España hay más de 21 millones de trabajadores, una cifra récord registrada en el segundo trimestre de 2023 gracias a la creación de más de 600.000 empleos entre abril y junio. Sin embargo, no todos los sectores han experimentado esa pujanza del empleo. El más perjudicado en los últimos tres meses ha sido la industria, que ha perdido 64.500 ocupados, frente a la suma de cerca de 271.000 nuevos trabajadores en hostelería.

 

El sector servicios, que concentra el 77% del total de empleados, ha vivido una prosperidad aún mayor, al haber sumado en el segundo trimestre del año 606.000 nuevos ocupados en comparación a los primeros tres meses del año y 658.000 respecto al segundo trimestre de 2022. Es decir, la creación de empleo en el sector servicios supera el cómputo general, de manera que compensa el retroceso de la ocupación en otros sectores, especialmente en la industria.

 

Frente al aumento de empleo récord en el sector servicios, la industria ha perdido en el último trimestre 64.500 trabajadores, concentrando un total de 2,73 millones de empleados, medio millón menos que en 2008. Este sector acumula tres trimestres con retrocesos en el nivel de ocupación y en el último año ha destruido 50.500 empleos.

 

En concreto, dentro del sector industrial, la mayor pérdida de trabajadores se ha concentrado en la industria manufacturera, que actualmente es la segunda rama de actividad más voluminosa en número de ocupados y emplea a 2,48 millones de personas, tras haber perdido 53.000 trabajadores en el último trimestre y 22.600 en el último año. Solo supera esta caída anual la evolución de la agricultura, a la que se dedican 749.700 personas en España. En este sector se han destruido en el último año 39.600 empleos, pese a haber recuperado 1.500 puestos en los últimos tres meses.

 

Esta destrucción de empleo en agricultura y, especialmente, en industria contrasta con el comportamiento del sector servicios, que se encuentra en récords históricos de ocupación. En concreto, la hostelería ha concentrado al 44,86% de los nuevos ocupados en el segundo trimestre, lo que ha supuesto la incorporación de 270.900 trabajadores a un sector que emplea a un total de 1,83 millones de personas. En el último año la hostelería ha ganado 122.200 trabajadores hasta alcanzar entre abril y junio un récord de ocupación para un segundo trimestre del año y quedarse a apenas 16.000 personas del máximo de la serie histórica, registrado en el tercer trimestre de 2018.

 

La hostelería es el segundo sector que más ha crecido en el último año, solo superado por las actividades profesionales, científicas y técnicas, que ha ganado 133.700 ocupados en comparación con el segundo trimestre de 2022. Les sigue el comercio —actividad que más trabajadores emplea en España, un total de 3,08 millones— que ha creado 111.800 empleos en el último año. Dentro del sector servicios, la única rama que ha perdido trabajadores en comparación con el segundo trimestre del año pasado es la educación, rama en la que se han destruido 5.300 empleos en el último año y 43.900 en el último trimestre, dado el componente estacional asociado al periodo lectivo.

 

Más tímidamente que el sector servicios, el empleo avanza también en la construcción, que ha ganado en el último año 20.800 trabajadores hasta alcanzar un total de 1,23 millones. Este sector, cuyo pinchazo engrosó en gran medida las cifras de paro durante la crisis de 2008, lleva casi una década en progresiva recuperación, desde que la ocupación tocara suelo en el primer trimestre de 2014. En aquel momento llegó a bajar de los 950.000 empleados, muy lejos de los cerca de 3 millones que rozó durante la burbuja inmobiliaria.

 

Paradójicamente, el sector donde más empleo se ha destruido en el último año es el que presenta menor tasa de temporalidad y sueldos más elevados. Según el INE, el 8% de los trabajadores de la industria tienen contratos temporales, frente al 15,4% del sector servicios. Del mismo modo, la mayor estabilidad de la industria se refleja en la duración de los contratos. En ese sentido, los datos de la EPA indican que un 56,6% de las personas que trabajan en el sector industrial llevan más de seis años en el mismo empleo, frente a un 35,5% de los que se dedican a la hostelería, donde uno de cada tres trabajadores lleva menos de un año en su puesto de trabajo.

 

Además, el empleo no solo es más estable en la industria, sino que también está mejor remunerado. Según la Encuesta anual de coste laboral del INE, el sueldo medio en este sector se sitúa en 29.076 euros anuales. En ramas industriales concretas como las actividades relacionadas con la energía y las industrias extractivas el salario medio asciende hasta los 63.074 y 37.251 euros anuales respectivamente. En el extremo contrario, la hostelería es la actividad peor remuneración, con un sueldo medio de 15.176 euros anuales, casi 10.000 euros por debajo del promedio del sector servicios en su conjunto.

 

Las horas trabajadas no corren a la misma velocidad

Más empleados trabajan en total menos números de horas y menos trabajo se reparte entre mayor número de personas

 

Las horas trabajadas se han convertido en un indicador clave para detectar la salud del crecimiento del mercado de trabajo. En la teoría, según crece la ocupación o los afiliados a la Seguridad Social debería aumentar a la par el número de horas trabajadas, pero algo se ha roto por el camino. La Encuesta de Población Activa (EPA) registró la cifra récord de 21 millones de ocupados, en el segundo trimestre del año, pero las horas trabajadas, aunque superan los niveles previos al Covid, no llegan a cerrar el hueco de los máximos alcanzados durante 2008.

 

Desde la recuperación del mercado de trabajo después de la pandemia, está sorprendiendo que la evolución de las horas trabajadas con la creación de empleo haya sufrido un desacople enorme. Está siendo tan acusado que mientras la afiliación, según los datos de la Seguridad Social, y la ocupación, según la EPA, marcan máximos históricos, las horas trabajadas todavía están por debajo de los niveles récord de 2008, cuando la economía recibía el último impulso del boom inmobiliario.

 

La comparativa arroja la cifra de 679 millones de horas trabajadas hace 15 años, frente a los 670 de la última EPA. Lo que sí se ha recuperado los niveles previos a la pandemia (639,9 millones de horas), pero ha costado. Desde 2019 es cuando se ha producido un mayor hueco. Las horas trabajadas corresponde a la suma de todo el tiempo dedicado por todos los trabajadores en su puesto de empleo. Viene a ser la unidad más pequeña del mercado laboral para medir la evolución del trabajo.

 

La primera conclusión que arroja esta diferencia es que antes, en 2008, había más trabajo, en número de hora trabajadas, pero menos trabajadores lo cubrían. Ahora hay menos trabajo, menos número de horas, pero más repetido entre el número de trabajadores. La causa principal navega entre que el crecimiento del trabajo a tiempo parcial a que se declaran menos horas de trabajo o que se trabaja menos horas.

 

Los analistas están dudando si la pandemia ha provocado esta distorsión o si la última reforma laboral está amplificando el decalaje. Pero lo cierto es que esta evolución se está produciendo desde 2008 por el crecimiento del tiempo parcial y por la caída de las horas que realiza cada trabajador.

 

El Banco de España ya apuntaba, hace poco, que los trabajadores tendían cada vez a dedicar menos horas y que se debía al envejecimiento de la población. En su análisis, indicaba que la jornada laboral en 1987 estaba en 37 horas a la semana. El INE decía ayer que estaba en 33 horas a la semana.

 

Los datos del PIB que incluyen las horas trabajadas también reflejan este comportamiento. De hecho, indican a cierre del primer trimestre de 2023 siguen un 0,9% por debajo de los niveles previos de covid. El milagro de la recuperación del empleo no está llegando al PIB y a sus indicadores de empleo. Lo más curioso es que el resto de las variables utilizadas para medir el empleo en términos de contabilidad nacional sí registraron un incrementaron sustancial desde los niveles de 2019. Así, las personas trabajadoras aumentan un 3,6% respecto al primer trimestre de 2019, y los puestos de trabajo un 1,6%.

 

Deja un comentario