Patronal y sindicatos se oponen a la medida que Saiz impulsa por los riesgos y costes que supone
La vuelta paulatina al trabajo es una de las novedades que quiere implementar Seguridad Social este año
a puesta en marcha de las altas progresivas es una de las prioridades del Ministerio de Seguridad Social para este año. Así lo estableció la ministra, Elma Saiz, en el mes de enero, cuando enunció una lista de objetivos para este ejercicio y aseguró que la medida entraría en vigor antes de que acabe 2025 (sin detallar un horizonte temporal concreto). La primera reunión con los agentes sociales llegó a finales del primer mes del año. Entonces anunció que la nueva norma afectará a aquellos procesos de larga duración -los que se prolonguen más de 90 días- y a una serie de patologías concretas. Ahora, según fuentes de la negociación consultadas por este periódico, el acuerdo para una vuelta paulatina al trabajo se encuentra estancado y la ministra no cuenta con el apoyo del diálogo social -patronal y sindicatos-.
Ninguna de las dos partes de la negociación (ni los representantes de las empresas, ni los de los trabajadores) están convencidas de la propuesta del Ministerio. En concreto, las principales dudas en torno a las altas son los riesgos laborales derivados de una incorporación demasiado temprana (por ejemplo, que pueda derivar en un accidente); el posible aumento de costes para las empresas al tener que sufragar la cotización social tras la reincorporación; las dificultades organizacionales derivadas de una vuelta progresiva (es decir, la complicación que supone para la empresa organizar a sus equipos), y la posibilidad de que la medida resulte en un recorte en la duración de las bajas o en un aumento de las presiones para quienes se encuentren incapacitados temporalmente -es decir, de que resulte en menos de derechos y que los trabajadores con patologías vuelvan antes de tiempo-.
Seguridad Social, como es habitual, prefiere no comentar las negociaciones en curso. Según el Ministerio, en estos momentos, hay reuniones técnicas de forma regular y harán llegar la información cuando resulte oportuno.
Cambios en la propuesta
Desde su comienzo, la reforma de las altas progresivas ha sufrido cambios. En el mes de octubre, la ministra de Seguridad Social anunció por primera vez la propuesta de las bajas flexibles. Un término que después se renombró como «altas progresivas». En enero, Saiz dio comienzo al diálogo social, y aseguró que la vuelta progresiva se daría una vez el trabajador contase con el alta médica. Además, también propuso incorporar al Ministerio de Sanidad en la negociación. Algo que los sindicatos acogieron de forma positiva, al entender que el alta llegaría cuando la persona estuviera completamente recuperada.
En la última reunión, según cuentan las fuentes consultadas, la propuesta fue distinta a la que exponía Saiz en enero. En concreto, tal y como han detallado, el Departamento propuso una vuelta progresiva de la baja médica en la que el trabajador cobrase parte de la prestación y parte del salario. Además, incluyó en la lista otras patologías como enfermedades de salud mental o problemas cerebrovasculares. Un planteamiento que no gustó ni a patronal ni a sindicatos al implicar que los trabajadores seguirían de baja en este primer contacto con la vuelta al trabajo.
Por otro lado, ambas partes de la negociación también coinciden en que el único caso en el que podrían estar de acuerdo con las altas graduales es en el de la incorporación de pacientes oncológicos, en periodos de tiempo muy concretos en los que no reciben tratamiento, con supervisión médica y siempre y cuando sea beneficioso para el trabajador. Sin embargo, aunque en estos momentos la reforma se encuentre sin apoyos, el Ministerio se encuentra en pleno proceso de negociación. Es decir, tiene margen para convencer a los agentes sociales.
Un aumento del 17% en el gasto en incapacidad temporal
La negociación para la reforma las altas progresivas llega en pleno aumento del coste por las bajas. A cierre de año de 2024 la Seguridad Social gastó un 17% más en prestaciones por incapacidad temporal al compararlo con el año anterior. Un total de 16.487,02 millones de euros, 4.824,13 millones más de lo presupuestado inicialmente. Un gasto que a mes de febrero, sin embargo, ha descendido en un 8,15%, según el Resumen de Ejecución del Presupuesto publicado en la página del Ministerio.
En un primer lugar, la reforma propuesta por Saiz en enero, no implicaba un recorte en el gasto al suponer una vuelta paulatina al empleo tras obtener un alta médica. Ahora, según las fuentes consultadas, si podría implicar una reducción de gasto para la Seguridad Social al contener la propuesta la opción de que el trabajador cobre parte de la prestación y parte de su salario en su incorporación progresiva.
Al mismo tiempo, el aumento en el número de bajas y el repunte del absentismo supone un problema para los empresarios. Según la última información publicada por la asociación de las mutuas (AMAT) el coste conjunto -Estado más empresas- fue más de 28.987 millones de euros en 2024 tras producirse un total de 8.716.663 procesos de bajas por enfermedades y accidentes no laborales. La opinión de los sindicatos es que el aumento del gasto en IT también deriva del envejecimiento de la población, una realidad demográfica que tiene una relación directa con la incidencia de las patologías y su duración. Además insisten en la influencia de las listas de espera en atención primaria y quirúrgica, que hace que las personas tarden más en recuperarse de lo necesario.
En este sentido, Seguridad Social también firmó un acuerdo con las mutuas para que realizasen pruebas diagnósticas y rehabilitadoras para una serie de enfermedades de origen traumatológico con el objetivo de descongestionar el Sistema Nacional de Salud y disminuir los tiempos de espera. Una gestión que todavía se demora por el retraso en la firma de los convenios con las comunidades autónomas.