El informe refleja un aumento de la brecha de género en el trabajo, por la que las mujeres tienen una tasa de empleo 16 puntos inferior a los hombres, y si están ocupadas, perciben menos salario que sus compañeros.
Según un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es probable que la actual desaceleración económica mundial obligue a más trabajadores a aceptar empleos de menor calidad, mal pagados y carentes de seguridad laboral y protección social, acentuando así las desigualdades exacerbadas por la crisis de la COVID-19.
En el informe de la OIT Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: Tendencias 2023 se prevé asimismo que el empleo a escala mundial registre únicamente un aumento del uno por ciento en 2023, menos de la mitad del aumento registrado en 2022. Se prevé asimismo que el desempleo a escala mundial aumente levemente en 2023, en unos 3 millones, hasta alcanzar 208 millones de desempleados (valor equiparable a una tasa de desempleo mundial del 5,8 por ciento). Ese moderado aumento previsto obedece en gran medida a la escasa oferta de trabajo en los países de altos ingresos. Ello invertiría la tendencia a la baja del desempleo mundial registrada de 2020 a 2022. En consecuencia, a escala mundial seguirá habiendo 16 millones de personas desempleadas más que en período de referencia previo a la crisis (valor con respecto a 2019).
ENLACE AL INFORME
El organismo especializado de Naciones Unidas calcula que el total de horas trabajadas se mantendrá un 2% por debajo de los niveles prepandémicos, una vez realizado el ajuste poblacional, lo que se traduce en un déficit que equivale a 52 millones de puestos de trabajo a tiempo completo para una semana laboral de 48 horas
Además, la organización internacional advierte de que los desempleados a nivel mundial escalan hasta los 208 millones de parados por la escasa oferta de puestos de trabajo en las economías con rentas más altas. Este dato repercute directamente en las cifras de empleo informal, que representan el 58% del total y supone un total de 2.000 millones de trabajadores, según los datos a cierre de 2019.
En el informe también se señala que, además del desempleo, “la calidad del empleo sigue constituyendo una de las principales inquietudes”, y que “el trabajo decente es primordial para facilitar la justicia social”. La crisis de la COVID-19 mermó los avances logrados a lo largo de un decenio para disminuir la pobreza. Pese a la leve recuperación registrada en 2021, cabe esperar que la compleja situación actual para encontrar empleo de mejor calidad se vea agravada, según se desprende de los resultados del estudio.
La situación de estanflación pone en riesgo la productividad y la recuperación del mercado de trabajo
El empeoramiento de la situación del mercado de trabajo obedece principalmente a nuevas tensiones geopolíticas y al conflicto de Ucrania, así como a la dispar recuperación tras la pandemia y a las frecuentes interrupciones de las cadenas de suministro a escala mundial, según se pone de relieve en el informe de la OIT sobre perspectivas sociales y del empleo en el mundo. Todo ello ha dado lugar a una situación de estanflación, que conjuga simultáneamente una inflación elevada y un crecimiento económico insuficiente, por primera vez desde el decenio de 1970.
La situación de las mujeres y de los jóvenes en el mercado de trabajo es particularmente adversa. A escala mundial, la tasa de participación de las mujeres en la fuerza de trabajo alcanzó el 47,4 por ciento en 2022, frente al 72,3 por ciento de los hombres. Esa diferencia de 24,9 puntos porcentuales conlleva que por cada hombre económicamente inactivo haya dos mujeres en la misma situación.
Variaciones sustanciales de las perspectivas del mercado de trabajo para 2023 a escala regional
Se prevé que en África y en los Estados árabes se registre en 2023 un aumento del empleo del 3 por ciento, como mínimo. Sin embargo, habida cuenta del aumento de su población en edad de trabajar, cabe esperar que en ambas regiones las tasas de desempleo sólo disminuyan levemente (del 7,4 al 7,3 por ciento en África, y del 8,5 al 8,2 por ciento en los Estados árabes).
Europa y Asia Central se ven particularmente afectadas por los efectos económicos del conflicto en Ucrania. No obstante, aunque se prevé que el empleo disminuya en 2023, cabe esperar que la tasa de desempleo en la región solo aumente levemente, habida cuenta del insuficiente aumento de la población en edad de trabajar.
Fuente: OIT