La indemnización media por despido se situó a cierre de 2023 en 7.446,3 euros, un 35% menos que en 2021, antes de la aprobación de la reforma laboral. Pero el retroceso es aún mayor para los indefinidos, cuyas compensación media se redujo prácticamente a la mitad (un 46% para los ordinarios a tiempo completo, 56% para los de tiempo parcial y un 65% para los fijos discontinuos). Así lo refleja la Estadística de Despidos y su Coste elaborada por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, que se ha convertido en un indicador del impacto del cambio legal en los ceses de trabajadores.
En los dos primeros años de la reforma, los despidos se dispararon un 35%, hasta los 606.625, mientras los trabajadores afectados han crecido un 34%, hasta los 593.182 y las empresas lo han hecho en un 30%, hasta las 285.578. Sin embargo, el efecto se ha suavizado en 2023 respecto a 2022.
Así, en términos interanuales, los ceses crecieron un 14,8%, los trabajadores afectados un 13,9% y las empresas un 9%, mientras la indemnización media ha retrocedido un 10%. Pero descarta que los datos del ejercicio precedente fueran un efecto puntual provocado por el ajuste de las empresas a la nueva legislación y que se corregirían con el tiempo.
Aunque como se publican con casi un año de decalaje, su valor añadido respecto a las estadísticas de Seguridad Social no es tanto las cifras de despidos, sino la información más detallada sobre las características de cada tipo de despido y personas afectadas y, sobre todo, las indemnizaciones.
El departamento que dirige Yolanda Díaz presentó estos datos en 2021 con la intención de arrojar luz al debate sobre el coste del despido, que la vicepresidenta segunda considera que es “demasiado barato”. Pero lo que reflejan las cifras es un repunte de las salidas del empleo, del 35%, tras el cambio legal y, además, a un coste medio muy inferior. Sobre todo, para los indefinidos.
¿Cómo se explica esta evolución? La reforma no cambió las indemnizaciones estipuladas en el Estatuto de los Trabajadores (33 días por año trabajado con un tope de 24 mensualidades para los declarados improcedentes, 20 días por año con un máximo de 12 mensualidades para los objetivos y cero para los disciplinarios).
El descenso de la cantidad media responde al aumento de los despidos y su concentración en trabajadores que llevaban poco tiempo trabajando y habían acumulado poco tiempo trabajando. Algo que señala a los nuevos indefinidos contratados tras la reforma laboral, en particular los indefinidos a jornada completa, los más numerosos y los que más han crecido, en cifras absolutas, tras la reforma.
Aunque proporcionalmente crecieron más entre los fijos discontinuos, si bien en este caso la cuantía se ha visto congelada entre 2022 y 2023. Por su parte, los temporales despedidos han visto incrementarse su indemnización, aunque hay que tener en cuenta que la mayoría de estos empleos no finalizan por despido, sino porque el contrato caduca, tras lo cual solo reciben 12 días por año, no una indemnización.
Unos datos “que siguen la lógica de la reforma laboral”
Desde Trabajo, apuntan a que los datos “siguen la lógica“. “Cada vez hay más personas trabajadoras fijas, especialmente los jóvenes que no disfrutaban, hasta la reforma laboral, de contratos indefinidos“, remarcan. Y los datos les dan la razón.
En 2021, los despidos de trabajadores de menos de un año de antigüedad eran el 31%. En 2023, pasaron a ser el 47%. Asimismo, si los menores de 25 años protagonizaban el 6% de los ceses, en 2023 llegaron al 10% de los ceses. Eso sí, son el grupo de edad que más ha visto incrementarse los ceses, un 106%, más del doble que los trabajadores entre 25 y 35 años y casi cuatro veces más que los trabajadores de más edad.
Pero también han sido los que menos han visto mermada su indemnización media, apenas un 4%. Incluso los menores de 20 años la han visto incrementarse un 9%. Eso sí, se trata, con diferencia de las compensaciones más bajas, por debajo de los 900 euros, mientras el resto sube desde los 2.700 euros hasta los 16.800 en función de su edad. Todo ello pone de manifiesto que los jóvenes se han visto beneficiados por la reforma laboral en lo que se refiere al tipo de contrato, pero sus contratos indefinidos no cuentan con la misma estabilidad efectiva que los de los asalariados más veteranos. Y eso que estos también se han visto afectados.
Aunque la principal discrepancia entre los datos de trabajo y Seguridad Social no está en el número de despidos, sino en sus causas. Según la cartera que dirige Yolanda Díaz, la principal causa de despido son las causas objetivas de la empresa (es decir, por razones económicas, productivas, organizativas o técnicas) , que explican un 61% de los casos, seguida de los disciplinarios, que explican el 28% de los ceses. Pero según Seguridad Social, estos últimos explican el 54% de las bajas de afiliación.
Otra sorpresa es que los ceses por causas disciplinarias tienen una indemnización meda de 7.811,6 euros, un 20,4% más que las que se abonan por un despido objetivo por causas de la empresa. Ello a pesar de que esta tipología no tiene, legalmente, indemnización. El dato confirma que muchos de estos ceses son despidos cuya compensación se fija después de que el despido sea registrado, ya sea en conciliación o un proceso judicial que declara el cese como improcedente (con la indemnización máxima).
Aunque la estadística recoge datos de estos casos, no son demasiado fiables. “Los despidos clasificados por tipo de resolución suponen apenas un 0,2% del total, por lo que no es una muestra muy representativa”, admite el informe. Por ello mismo, tampoco hay datos de despidos declarados improcedentes, pese a que la reforma laboral que el Gobierno quiere empezar a negociar en 2025 pone el foco, precisamente, en encarecer estos ceses para impedir el incremento de los despidos.
Fuente: La indemnización media por despido de los indefinidos cae a la mitad desde la reforma laboral