Hasta el bipartidismo quebró, pero el equilibrio de poder en el diálogo social ha sobrevivido a cualquier crisis política (y económica) con una salud de hierro.
El posible final del monopolio de CEOE-Cepyme en el diálogo social está salpicado de intereses políticos y económicos. La Justicia, los medios y el ‘lobby’ constituyen el campo de batalla
Además de poder e influencia en la normativa laboral de nuestro país, está en juego muchísimo dinero, recuerda el veterano de la patronal. Los últimos movimientos pueden ser la antesala para que el pastel de abundantes millones de euros en subvenciones —que llegan por múltiples vías— se reparta entre nuevos comensales, al igual que cientos de puestos en un sinfín de organismos, desde el Consejo Social de la UNED hasta la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.
Tras un 1979, con el país paralizado por las huelgas, la CEOE se alió con la UGT resucitada tras el franquismo para sentar las bases del actual Estatuto de los Trabajadores, que se alumbró el 10 de marzo de 1980 y el manido diálogo social tal y como lo conocemos. Para ser reconocido oficialmente como interlocutor social, la ley estableció unos criterios muy exigentes: “Gozan de esta capacidad representativa las organizaciones sindicales con el diez por ciento o más de los miembros de los comités de empresa y delegados de personal y las asociaciones empresariales con el diez por ciento o más de las empresas y trabajadores en el ámbito estatal”. Lo primero se mide con las elecciones sindicales; para lo segundo, jamás se ha desarrollado un método.
Durante estas cuatro décadas se ha consolidado un pacto tácito entre los agentes sociales para consolidar el statu quo a ambos lados de la mesa: por el de los patrones, el espacio CEOE-Cepyme, y, por el de los trabajadores, el que conforman UGT y CCOO, que sí son dos organizaciones completamente distintas, pero han ido de la mano desde que la mítica huelga general del 14 de diciembre de 1988 consagrase la llamada unidad de acción.
El 21 de mayo de 2021, la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, y la ministra de Trabajo acudieron a la puesta de largo de un nuevo actor que asegura dar voz a 2,5 millones de pymes y autónomos. Se llama Conypmes y ya se ha conseguido colar en algunas instituciones, en medio de una guerra subterránea por representar a los empresarios españoles como no se había visto en las últimas cuatro décadas.
Hay quien defiende que el fin del monopolio de CEOE-Cepyme beneficiaría a todos los actores que no comparten los postulados de la patronal oficial. Pero quizás esté ocurriendo con el diálogo social lo mismo que sucedió en la década pasada con el sistema político, ante una crisis de representación no resuelta.
En el fondo, la discusión siempre ha sido la misma: ¿realmente la patronal de las grandes empresas puede representar al mismo tiempo a las pequeñas y medianas?
Solo unos meses después de la famosa presentación en sociedad con Díaz y Gómez, Torres se convirtió en el líder de la nueva confederación Conpymes indicando que “Pedimos que se democratice el diálogo social y que la representatividad se cuente”. De momento, Conpymes ha iniciado un procedimiento judicial para solicitar que se emprenda el recuento, al considerar que cumplen el requisito del 10%, mientras que no existe ningún expediente oficial que atribuya a CEOE o Cepyme el carácter de más representativo que exige la ley. El Gobierno ha incluido en su Plan anual normativo para 2024 una ley para “desarrollar las reglas de representatividad empresarial, especialmente las relativas a la mayor representatividad de las pequeñas y medianas empresas en el ámbito del diálogo social, la negociación colectiva y la participación institucional”.
Los empresarios ven en Conpymes un caballo de Troya instigado por la ministra Yolanda Diaz para debilitar su posición. El malestar resulta especialmente palpable entre los integrantes de Cepyme, pero en las últimas semanas también se han ido despertando importantes suspicacias en el resto de actores e instituciones que forman el diálogo social.
La respuesta institucional de la patronal oficial ha sido el silencio, y se remiten al único comunicado que menciona la controversia, del pasado mayo, en el que acusaban al Gobierno de querer romper el diálogo social.
Díaz coló la modificación de la ley que regula el funcionamiento del Consejo Económico y Social (CES), máximo órgano asesor del Ejecutivo en materia sociolaboral,en el real decreto de la reforma del subsidio de desempleo. Fuentes del CES aseguran que no les queda otra opción que acatar la ley, que supondrá la pérdida de algún representante de CEOE-Cepyme y lamentan no haber sido informados por el Ministerio. La institución, en la que están representados empresarios, sindicatos y asociaciones del tercer sector, emitió una declaración unánime para mostrar su “profundo malestar” por la situación, algo que no gustó nada en Trabajo.
Una fuente veterana con conocimiento del funcionamiento de la patronal añade: “Es una operación política, evidentemente. La hacen los sindicatos para meter el dedo en el ojo a la CEOE. Ven que Garamendi no tiene fuelle para responder a esta guerra y van a por todas”.
En realidad, la iniciativa no partió del Ministerio, ni tampoco de los sindicatos, que han mostrado su incomodidad con la decisión suscribiendo el comunicado del CES. Desde UGT afirman: “Con alguna disfunción, el diálogo social en España está funcionando bastante bien. Sí que nos ha inquietado que se haya alterado a través de un real decreto la composición del grupo primero [donde están representadas las patronales] del CES. Hay que ser respetuoso con la ley y, si lo que se pretende es medir la representatividad de las patronales, se debe modificar”.
Para algunos, Conpymes es “la patronal de Yolanda Díaz” o “la patronal de Begoña Gómez”, en función de en cuál de las dos madrinas de su lanzamiento se ponga el énfasis. Lo cierto es que el último congreso de la organización, fue inaugurado por el vicepresidente de la Generalitat Valenciana, Vicente Barrera, de Vox.
Lo cierto es que Conpymes ha declarado que: “Begoña Gómez es una gran profesional y una persona honesta que siempre ha ayudado en muchas causas sociales desinteresadamente. Yo pongo las manos en el fuego por ella y estoy convencido de que es totalmente inocente de todas las acusaciones que se vierten sobre ella. Conpymes ha apoyado su cátedra y lo seguirá haciendo, como hacemos con otras iniciativas universitarias que promuevan la sostenibilidad y la responsabilidad social empresarial”, dice el presidente de la patronal alternativa.
Existe también una guerra por las subvenciones. Por un lado, Pimec y Uatae (ambas pertenecientes a Conpymes) han sido acusadas por la Fiscalía de fraude en el cobro de ayudas y falsedad documental, al unir irregularmente sus plantillas para obtener 236.000 euros, el doble de lo que tendrían derecho, en ayudas de la Dirección General del Trabajo Autónomo. Pero por otro lado, el Tribunal Supremo anuló el pasado enero una subvención a dedo de más de 30 millones de euros a CEOE, Cepyme y UGT para organizar cursos de formación, un hecho que ha sido aprovechado por Conpymes para iniciar una batalla legal en post de unos procedimientos abiertos que permitan competir a las diferentes patronales. “No son los únicos interlocutores [sociales]”, por lo que la atribución de posición única “carece de justificación”, decía la sentencia. Los argumentos del Supremo ya están siendo utilizados por algunos gobiernos autonómicos para abrir los procesos a otras organizaciones. Es el caso de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo de Castilla y León, en manos de Vox, que cifró recientemente en una veintena el número de interlocutores sociales que podrían acceder a la línea conocida como DS+.
Según los datos de Cepyme, la patronal está compuesta por 56 organizaciones territoriales, 85 sectoriales y más de 3.000 de base, que representan al 99% de las pequeñas y medianas empresas del país. También forma parte de SME United, la organización europea en este ámbito, a diferencia de Conpymes. De momento, no existe ningún método oficial para corroborar las cifras anteriores.
Fuente: El Confidencial Historia de la guerra subterránea por representar a los empresarios españoles (elconfidencial.com)