El alza de los precios engulle el 89% del poder de compra de los españoles. En realidad pierden capacidad adquisitiva desde 2018 al obviar el Gobierno la inflación acumulada del 21% en el IRPF
La «era Sánchez» no deja buenas noticias para los bolsillos de los hogares españoles. La subida acumulada de precios ha sido del 21,3% desde julio de 2018 hasta febrero de 2025, coincidiendo con la presencia del socialista en La Moncloa. En el caso de los alimentos, el incremento de los precios en ese mismo periodo asciende al 37,9%, según revela el Instituto Juan de Mariana en el informe sobre el impacto de la inflación en las familias españolas. En el mismo lapso de tiempo, los seis años que van desde diciembre de 2011 a junio de 2018, la inflación general acumulada por el Gobierno popular de Mariano Rajoy fue de 7,2 puntos porcentuales en el IPC, 14 puntos porcentuales menos.
La inflación subyacente (es decir, la medición del IPC que excluye los precios de los bienes más volátiles, caso de los alimentos y la energía) ha seguido una senda muy similar. Durante el mandato de Sánchez, la inflación subyacente acumulada se sitúa ya en el 18,8%, frente al 7,5% registrado bajo mandato de Rajoy. Esto significa que, aislando los componentes con mayores oscilaciones de precio, la subida de pecios ha sido 2,5 veces mayor bajo el gobierno de la izquierda.
El documento recuerda que, al margen de las oscilaciones geopolíticas, Rajoy desligó la evolución de las pensiones del IPC. En cambio, el mandato de Sánchez «ha estado marcado por la adopción de medidas favorecedoras de la inflación en campos como la Seguridad Social, cuyas prestaciones han quedado nuevamente vinculadas a los precios».
En clave fiscal, los años de gobierno de Rajoy estuvieron marcados por una senda descendente del déficit presupuestario (bajó del 11,5% en 2011 al 2,6% del PIB en 2018) y una caída en el peso relativo del gasto público (descendió del 49,5% al 41,3% del PIB durante el mismo periodo). En cambio, «a pesar de la recaudación tributaria récord, el Gobierno de Sánchez apenas ha sido capaz de reducir el déficit», subraya el informe. En 2023 cerró en el 3,5% del PIB y lo hará en el 3,4% del PIB, si se confirman las estimaciones del Banco de España. El Plan Fiscal enviado a Bruselas se prevé que las cuentas públicas sigan incurriendo en escenarios de déficit presupuestarios en todos los años que van de 2025 hasta el año 2041, aún antes de la vía libre de Bruselas para aumentar el gasto en Defensa, mientras que el tamaño del Estado cerrará 2024 en el 44,8% del PIB, de acuerdo con las propias previsiones del Ejecutivo.
Así, se produce un incremento de las retenciones y de la cotización a la seguridad social que paga el trabajador, lo que hace que se pierda aproximadamente un tercio de la subida apreciada en el sueldo bruto. En promedio, la subida del salario nominal ha llevado parejo un repunte de la factura fiscal que asciende a 2.073 euros por trabajador para el periodo comprendido entre 2019 y 2024.
Sumando ambos conceptos, la inflación y la negativa del Gobierno a deflactar la misma en los sueldos, la realidad es que los trabajadores han perdido 1.410 euros de poder adquisitivo desde 2018.
La «locomotora de Europa» se distancia así cada vez más de la renta real per cápita de sus vecinos. En 2018, los españoles disponían del 91,3% de la renta media comunitaria, frente al 91%. La cuarta economía con mayor tamaño de la Unión Europea, ocupa de esta forma el puesto 15 en renta per cápita, un puesto por debajo del registro alcanzado en 2018.
Y pese al enorme ejercicio de gasto público, presuntamente social, la Comisión Europea señaló en su informe sobre empleo del 17 de diciembre de 2024 que España está entre los países con peores indicadores en términos de convergencia social de la UE-27. Somos el tercer país con mayor riesgo de pobreza, el segundo con mayor cifra de niños en peligro de exclusión, el segundo con mayor tasa de abandono escolar. A esto hay que sumarle que el paro casi duplica la media europea.
Por último, el documento incide en el impacto en el ahorro. El esfuerzo ahorrador de los españoles entre 2018 y 2024 se ha visto mermado por la inflación, que ha reducido en 127.000 millones el poder adquisitivo de los depósitos acumulados. En cambio, el Gobierno se ha beneficiado del fenómeno inflacionario, «aprovechándolo para incrementar la deuda en 419.000 millones y, a través de la subida de los precios, reducir el valor de estas obligaciones».
Fuente: La «era Sánchez»: los españoles son 1.410 euros más pobres que en 2018