La cara B del contrato fijo discontinuo: el SEPE se inunda de trabajadores con contrato en búsqueda de empleo

Los demandantes de empleo con relación laboral son ya más de 627.000 personas

Aunque el Gobierno continúa sin ofrecer un desglose específico sobre la situación, de actividad o paro, en la que se encuentran los trabajadores con contrato fijo discontinuo, la entraña estadística del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) permite aterrizar con cierta concreción cuántos de los millones de trabajadores han rubricado una relación laboral bajo esta modalidad contractual. Se trata de los demandantes de empleo con relación laboral, es decir, aquellos trabajadores con contrato en vigor que a pesar de ello se inscriben en el paro para solicitar un puesto de trabajo. Este grupo registró en el pasado mes de octubre un total de 627.203 personas en nuestro país, lo que supone un 35% más que en el mismo periodo del pasado ejercicio.

Como explica a ABC el economista e investigador de Fedea Florentino Felgueroso, esta rúbrica que recoge la estadística oficial que publica mensualmente el ministerio capitaneado por la vicepresidenta en funciones Yolanda Díaz incluye dentro a los trabajadores fijos discontinuos en fase de inactividad que buscan un puesto de trabajo complementario -cabe recordar que estos no se incorporan a la lista de los ahora 2,7 millones de parados aunque cobren la prestación-, pero también a los empleados con la misma expectativa afectados por un ERTE, los ocupados que cobran prestación y las personas en trabajos de colaboración social.

De hecho, aunque en el pasado año -primero de reforma laboral- se quintuplicó el volumen de contratos indefinidos firmados llegando casi a los 6 millones y pese al hecho de que cerca de un 30% de ellos fueron fijos discontinuos, casi dos millones, la Seguridad Social registra un volumen de afiliados bajo esta modalidad sustancialmente menor, 1.030.048 cotizantes a octubre de 2023.

En este punto, cabe señalar que aunque el Gobierno no ofrecerá ese desglose hasta contar con una serie estadística homogénea se puede atisbar en el balance de esa bolsa de trabajadores con contrato en demanda de empleo que el contrato fijo discontinuo comienza también a sufrir los designios de la desaceleración, siendo hoy un 35% más de personas en esta situación que hace doce meses. Precisamente, son estos contratos sustitutivos del penalizado contrato temporal hacia donde apuntan los posibles ajustes que realicen las empresas en materia laboral ante la prevista caída de la actividad económica.

 

Sin embargo, para entender el impacto que ha tenido la reforma laboral en este grupo singular de empleados que tienen contrato pero buscan un empleo, asociado a los trabajadores fijos discontinuos parados, se puede aterrizar comparando los niveles actuales con los previos a la introducción de la nueva normativa (fue aprobada en diciembre de 2021 y entró en vigor de facto en marzo de 2022), despejando los años en los que la incidencia de los ERTE fue especialmente notable por las restricciones impuestas durante la pandemia y los meses posteriores.

Así, los más de 627.000 demandantes con relación laboral en España son casi el triple de los que se registraban hace cuatro años, en 2019, cuando en el mes de octubre se contabilizaron a 229.059 personas en esta situación. De hecho, si se descuentan los demandantes de empleo con relación laboral existentes en los momentos previos a la reforma laboral y sin impacto de los ERTE, unos 400.000 trabajadores, los expertos señalan que esta cifra se parecería mucho a la de los fijos discontinuos en estado de desactivación. Una cifra que precisamente no dista mucho de la filtrada a través de una respuesta al PP en el Senado que afloró en diciembre de 2022 el dato concreto que notificó en ese momento de un total de 443.078 trabajadores parados con un contrato fijo discontinuo -que computa como indefinido-.

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