La brecha de género de las nuevas pensiones cae a la mitad en dos décadas

La prestación media que perciben las mujeres es un 32,7% inferior que la de los varones 

La presencia femenina es mayoría en las prestaciones más bajas del sistema

La sociedad del pasado define, parcialmente, las pensiones actuales. El siglo XX fue un periodo de transformación económica global en el que uno de los mayores hitos fue la incorporación de la mujer al trabajo. España, tras la guerra civil y la dictadura, acogió el modelo europeo y el género femenino pudo acceder al trabajo y, así, generar derecho a pensión contributiva. Aún así, la brecha de genero aún es amplia en el sistema de pensiones español. La prestación media total que perciben las mujeres todavía arroja una diferencia cercana al 33% respecto a la pensión de los hombres. Aunque este efecto se está corrigiendo progresivamente, pues las nuevas altas de jubilación han reducido a la mitad la brecha de género en las últimas dos décadas.

Y es que generar una pensión es una carrera de fondo. En este caso, la llegada a la línea de meta ofrece una ‘foto finish’ que dibuja el panorama que aún acarrean las mujeres una vez llega el retiro: sus cotizaciones sociales aportadas a la Seguridad Social son inferiores en promedio, lo cual les genera pensiones más bajas y son mayoría en las prestaciones no contributivas por no alcanzar, en esos casos, los años requeridos cotizando a la Seguridad Social.

El primer pilar de la Seguridad Social sostiene ya a 9,1 millones de pensionistas con algo más de 10 millones de prestaciones. Por supuesto, con amplias diferencias según el tipo de pensión o el sexo. La prestación media de las mujeres es inferior a 900 euros mensuales –especialmente reseñable en los casos en los que la mujer únicamente percibe un complemento porque no alcanzan la prestación mínima, pues son el 27,5% de las prestaciones con titularidad femenina– frente a los 1.319 euros percibidos por los varones (el citado 32,7%).

La brecha entre las pensiones que causan alta y las que causan baja es cada vez menor. El conocido como efecto sustitución ha pasado de suponer una brecha del 22% superior para las altas respecto a las bajas, a ser el 13,5%. “Esto significa que las bases reguladoras que están dando lugar a las nuevas pensiones recogen variaciones salariales que cada vez se asemejan más a las variaciones conjuntas del IPC y de las mejoras de pensiones que vienen afectando a las pensiones que causan baja”, explicaba el Consejo Económico y Social en su memoria anual.

Las mayores brechas se producen, además, en jubilación e incapacidad permanente y tienen que ver con la diferente participación de hombres y mujeres en el mercado laboral y con rasgos diferenciales en los empleos que ocupan, además de otros factores como su desigual adscripción a los cuidados familiares. A la par, el género femenino tiene una presencia mayoritaria en las clases de pensiones con cuantías más bajas (viudedad, en favor de familiares o SOVI).

“En términos generales, estas generaciones de mujeres mostraban trayectorias laborales más irregulares, con un mayor número de interrupciones, asociadas tanto a la mayor incidencia de la contratación temporal y del desempleo, como a la maternidad y cuidado de hijos e hijas y de personas dependientes, además de una mayor presencia en empleos a tiempo parcial y de menores salarios que los hombres”, explican en el informe los expertos.

Pero la brecha se va reduciendo, bien por las nuevas carreras de cotización que entran a la jubilación o por las propias medidas implementadas. “Con el paso de los años se han ido reduciendo las diferencias entre hombres y mujeres, tanto por la incorporación al sistema de generaciones de mujeres con una mayor participación laboral y un nivel formativo más elevado, como por las mejoras introducidas en el sistema para paliar estas diferencias”, explican.

“De hecho, si en lugar de considerar las pensiones en vigor se atiende a las nuevas altas, se observa cómo en 2023 la pensión media de las mujeres ascendía a 1.068 euros, frente a 1.361,4 euros en los varones, lo que implica una brecha de género del 21,5 por 100. Por otra parte, a 1 de enero de 2024, 661.981 pensiones percibían el complemento de las pensiones contributivas para la reducción de la brecha de género, de las cuales el 90,4 por 100 eran mujeres, con un importe medio mensual de 32,2 euros por hijo o hija”, añaden.

 

Fuente: El Economista La brecha de género de las nuevas pensiones cae a la mitad en dos décadas (eleconomista.es)

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