Las empresas españolas soportan un 23% del coste de las cotizaciones sociales, el quinto más alto de la OCDE, sólo por detrás de Francia, República Checa y Estonia (ambas, 25,3%), Italia (24%) y Suecia (23,9%) frente a una media del 13,4%. Así lo muestra el informe Taxing Wages de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico sobre 2022. España se sitúa así en quinta posición de 28 países y lo hace justo antes de la entrada en vigor de la subida de cotizaciones sociales de 0,6 puntos de la reforma de las pensiones que ha entrado en vigor este año y que ira incrementándose hasta suponer 1,2 puntos en 2029, de la que un 80% recae sobre las empresas.
Y cuando el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, niega que haya esta brecha, sobre la que cuando era presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) alertaba y recomendaba no subir cotizaciones.
Escrivá ha elevado el golpe a empresas y trabajadores que asesta la reforma de las pensiones a 130.000 millones de euros en 2044, de los que más de 100.000 millones recaerán sobre las empresas. Una vez que se conoció que el golpe a las cotizaciones sociales que asesta el Gobierno para que Bruselas acepte el coste de su reforma de las pensiones se duplica, la patronal salió en tromba para criticar una nueva subida de impuestos encubierta que recae sobre empresas y trabajadores y alertar de que dañará el empleo.
El ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, ha justificado este incremento en Twitter apelando a “los datos” frente a “las opiniones”. Precisamente unos datos contradictorios con los que él mismo esgrimía en abril de 2019, cuando era presidente de la AIReF, y unas opiniones de CEOE y de expertos y economistas que entonces defendía. Justo antes de ser ministro, Escrivá sostenía que las cotizaciones sociales en España superan “en seis puntos la media de la OCDE” y que no había que subirlas en ningún caso.
Este coste para las empresas españolas contrasta con el de Alemania (16,6%), Holanda (10,7%), Reino Unido (10,4%), Portugal (19,2%), Grecia (18,3%) o Estados Unidos (7,5%).
La parte de las cotizaciones sociales que recae sobre el trabajador supone en España en 2022 el 4,9%, frente al 8,2% de la media de la OCDE, las mismas cifras en los dos casos que en 2021.
El 39,5% del salario medio de los trabajadores en España, tomando el caso de un soltero sin hijos, se destinó al pago de impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social en 2022, frente al 34,6% de la media de la OCDE. De esta forma, esta cuña fiscal se eleva 0,02 puntos en España frente a 2021, mientras la de la OCDE se mantiene.
En el caso de una familia con un sueldo y dos hijos, la cuña en España es del 34,4%, mientras que la media de la OCDE se sitúa en el 25,6%.
Fuente: Vozpopuli