Avanza un incremento del mínimo exento del IRPF en 2024 «para evitar un peso excesivo en las retenciones»
Hacienda se queda más del 40% de la subida del salario mínimo
Las empresas pagarán 1.260 euros más al año por los empleados que cobren el SMI, pero buena parte se irá a Hacienda y la Seguridad Social.
Pero no toda la subida acaba en el bolsillo del trabajador, ni mucho menos. Hoy por hoy, el mínimo exento en el IRPF es de 15.000 euros anuales, de modo que descontando el pago de la renta y las cotizaciones, un trabajador soltero y sin hijos tan sólo se embolsaría 418 euros más al año, el 55% de la subida anunciada, mientras que el Estado se quedaría 338 euros (52 en cotizaciones y 286 en IRPF).
Esta es la razón por la que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, pidió que se elevara el mínimo exento a fin de que el trabajador cobrase el 100% de la subida del SMI. El Ministerio de Hacienda no tardó en responder y avanzó que, efectivamente, el Gobierno elevará dicho umbral en el IRPF para actualizarlo a la nueva subida del salario mínimo, tal y como hizo en 2023, hasta casi igualarlo al SMI.
Otra forma de verlo es que, aplicando una nueva subida del SMI del 5% y partiendo de la base de que, aproximadamente, existen 2,3 millones de trabajadores que cobran el salario mínimo, de los cuales 2 millones están a jornada completa, la factura real para las empresas oscilaría entre los 2.500 y los 3.000 millones de euros extra el presente año. Y de toda esa cuantía el Estado se quedará, como mínimo, unos 1.100 millones de euros en 2024 (44%).
Feijóo exige que el 100% vaya al trabajador
El Gobierno ha acordado con los sindicatos y a espaladas de CEOE que el SMI suba en 2024 un 5%, a 1.134 euros, con efecto retroactivo desde enero. Esta subida no la aprobará el Consejo de Ministros del próximo martes porque el alza del SMI necesita de un trámite de audiencia publica que puede extenderse cerca de 10 días. Desde 2018, el SMI se ha incrementado un 52%.
Núñez Feijóo ha exigido ampliar el tramo exento de IRPF «para que el Gobierno no se quede con casi la mitad de la subida del SMI». Ha denunciado que el 44% de la subida se la iba a quedar el Gobierno vía impuestos en un momento «en el que se recauda más que nunca. Por ejemplo, por culpa de la subida de los productos que componen la cesta de la compra».
Sólo de la subida del SMI, que afecta a 2,5 millones de trabajadores, el Estado va a ingresar 840 millones de euros, aseguraba este lunes a primera hora.
«Pediremos que se eleve la exención de IRPF en el mismo porcentaje en el que se incremente el SMI», ha planteado, y ha destacado que quiere que el 100% de la subida del SMI sea para el trabajador, y no que en la subida que pagan autónomos y empresas vayan «a medias» el empleado que menos cobra y el Gobierno que más recauda.
UGT se alinea con el PP y apoya ampliar el mínimo exento para que el SMI no tribute
«Me parece que el salario mínimo interprofesional de nuestro país tiene que estar exento del IRPF» ha dicho el secretario general del sindicato UGT, Pepe Álvarez, alineándose con la petición el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, sobre la no tributación de salario mínimo interprofesional (SMI).
Según Álvarez, parece «razonable» que en la ley de Presupuestos de este año vuelva a ir la misma medida que fue el año pasado. «Se debe justamente continuar la misma política que se hizo en los Presupuestos Generales del año 2023, que fueron los que permitieron que este año no se haya pagado IRPF por parte del salario mínimo interprofesional», ha insistido.
Declaraciones del Gobierno
El Ministerio de Hacienda ha anunciado que esta trabajando en una rebaja del IRPF para suavizar el efecto en rentas bajas de la subida del SMI a 1.134 euros que el Gobierno acordó unilateralmente con los sindicatos el viernes. Así lo ha avanzado el Ministerio cuatro horas después de que Alberto Núñez Feijóo reclamara esta rebaja este lunes.
«El Gobierno siempre que ha subido el SMI ha acompasado la medida con modificaciones en el IRPF para evitar un impacto excesivo en las retenciones. Y esta vez no será una excepción», trasladan fuentes de Hacienda.
A su juicio, «el PP puede dar lecciones de bajar impuestos a las rentas altas y los altos patrimonios, pero no a las rentas bajas. Cuando ellos gobernaban, un trabajador que ganara 15.876 euros al año pagaba 1.111 euros por retenciones en el IRPF. En 2023, este mismo contribuyente pagó 325 euros por retenciones, un 70% menos que con el PP. Y en 2024 tributará aún menos cuando se actualice la normativa del IRPF a la nueva subida del SMI».
En 2023 el mínimo exento en el IRPF se elevó hasta los 15.000 euros anuales, prácticamente la misma cifra que el SMI, que se situó en 15.120 euros al año. Con el aumento del 5% acordado para este año, el salario mínimo se situará en 15.876 euros.
Sin embargo, cabe recordar que la rebaja del IRPF para rentas bajas de 2023 se anunció tras la presión que ejercieron los anuncios del PP de rebajas de impuestos y además es una reforma del IRPF que copia la que hizo Cristóbal Montoro en 2018, que usa de base.
Desde el Departamento que dirige María Jesús Montero han recordado que siempre que ha subido el SMI el Gobierno ha acompasado la medida con modificaciones en el IRPF para evitar un impacto excesivo en las retenciones. «Y esta vez no será una excepción», según avanzan desde Hacienda.
La normativa sobre el cambio en las retenciones por la que se producirá la subida del mínimo exento se aprobará en la misma reunión del Consejo de Ministros que dará luz verde al alza del SMI. Esto sucederá previsible antes de finales de mes -aún no este martes- puesto que el cambio debe ser sometido a audiencia pública. Más adelante, precisan las mismas fuentes, habrá que modificar la normativa del propio IRPF, una reforma que podría incluirse ya en los Presupuestos de 2024, actualmente en elaboración.
Anuncio mal explicado
El anuncio del Ministerio ha estado mal explicado y se ha planteado de forma confusa, sembrando la duda sobre si en lugar de una rebaja a rentas bajas se trataba de una muy voluminosa que afectara a los 22 millones de declarantes. Y es que se ha avanzado un incremento del «mínimo exento», que remite en todo caso al mínimo personal de todo contribuyente. Este mínimo no se ha subido ni adaptado a la inflación, como tampoco ha ocurrido con el resto de las componentes del impuesto, por lo que un anuncio de este tipo podía tener sentido, pero tendría un coste muy elevado para las arcas públicas.
En realidad se va a elevar el umbral mínimo de tributación para acompasarlo a la subida del SMI del 5%, a 1.134 euros, acordada por el Gobierno a espaldas de CEOE de forma que los afectados no pierdan buena parte de la mejora salarial al verse obligados a presentar declaración.
Fuentes del Ministerio trasladan que no saben por el momento la cuantía del nuevo umbral exento al que se va a elevar el actual de 15.000. La información que ha proporcionado Hacienda sólo concreta que este umbral se va a elevar, lo que impactará en las retenciones, pero no se sabe si más allá que lo que suponga adaptarse al nuevo umbral.
Pero si lo que se quiere es mantener el poder adquisitivo a las rentas bajas vía IRPF, habrá que modificar al alza la cuantía de 15.000 euros para que, al menos, paguen los 39,31 euros que el año pagaba una renta de 15.120 euros. De esta manera una subida salarial de 15.876 euros no afectaría al pago del IRPF. Lo lógico sería que el nuevo límite pasaría de 15.000 euros a 15.785 euros» que se obtiene de multiplicar por el marginal del 43% que marca el Reglamento de retenciones.
De momento, el alza del umbral mínimo se va a aprobar en paralelo a la subida del SMI, lo que sólo podría hacerse a partir de que acabe el trámite de audiencia pública de éste a las 23.59 horas del 23 de enero, con lo que podría aprobarse en un Consejo de ministros extraordinario del 25 de enero o ya el martes 29 o a principios de febrero.
Más adelante, habrá que cambiar la normativa del IRPF, previsiblemente en los Presupuestos Generales del Estado de 2024, trasladan desde el Fisco, que no estarán en vigor hasta junio. En caso de no aprobarse los Presupuestos, habría que recurrir a un ahora temido Real Decreto-ley. A falta de ver si se ahonda en la rebaja de rendimientos del trabajo, todo indica que no se corregirá el error de salto, que entrañaría una reforma del impuesto de calado que no se acometió para 2023 aunque hubo Presupuestos en tiempo y forma y ya se trabajaba en el IRPF desde septiembre del año anterior, a diferencia ahora del retraso para 2024.
En plena elaboración de los presupuestos de 2024
El ministerio de Hacienda está actualmente centrado en la elaboración de los presupuestos de este año con el objetivo de sacarlos adelante lo antes posible -los del pasado ejercicio tuvieron que prorrogarse el 1 de enero ante el adelanto electoral y el retraso en la formación del nuevo gobierno-.
Las cuentas deberán salvar un obstáculo importante en el Senado, donde se votarán los nuevos objetivos de estabilidad (límites de déficit y deuda) para las distintas administraciones. Los populares cuentan con mayoría absoluta en esta cámara, por lo que tienen capacidad de vetarlos. El líder popular no ha llegado a pronunciarse este lunes sobre el sentido de voto de su partido, que tiene una decisión difícil por delante, dado que las nuevas metas benefician a las comunidades autónomas y el PP gobierna actualmente en catorce de ellas.
En virtud de esos límites, las comunidades autónomas contarían con una décima más de margen este año, pudiendo cerrar con un déficit del 0,1% del PIB. El Estado asumiría ese esfuerzo, autoimponiéndose un topo del 2,9%. El objetivo es cumplir con el límite del 3% comprometido con la Comisión Europea ahora que vuelven a estar en vigor las reglas fiscales.
En el Programa de Estabilidad 2023-2026 remitido a Bruselas en abril se fijaba para este subsector el equilibrio presupuestario (déficit cero), de ahí el oxígeno ‘extra’ con el que ahora podrán contar los gobiernos autonómicos. Si los nuevos objetivos no pasan el trámite en el Senado se impondrán estos últimos.
El banquete de Hacienda con el IRPF
El IRPF es tradicionalmente el impuesto estrella de Hacienda porque es por el que más recauda el fisco. Según los últimos datos de noviembre, la Agencia Tributaria ha ingresado por esta figura fiscal la friolera de 112.591 millones de euros, 10.000 millones de euros más que un año antes.
Una de las razones principales del banquete del IRPF está que el Gobierno central se ha negado en redondo a deflactar la parte estatal del IRPF desde que comenzara la tormenta inflacionista en el año 2021. Deflactar la tarifa del IRPF consiste en tener en cuenta la inflación a la hora de cobrar impuestos impidiendo que un contribuyente pague más a Hacienda cuando su poder adquisitivo no ha aumentado. Es decir, es una subida de impuestos encubierta que ha proporcionado unos suculentos beneficios para Hacienda en los últimos años.
A diferencia del Gobierno, regiones como Madrid, Andalucía, Canarias o País Vasco ya deflactaron el año pasado los tramos autonómicos del IRPF para aliviar al contribuyente por la escalada de precios. Algunas autonomías, como Madrid, repetirán la misma operación este año. En el departamento de María Jesús Montero tienen claro que no piensan dar ese paso.
Aunque el Ejecutivo de Sánchez insiste en asegurar que su política tributaria va dirigida a los «ricos», cabe recordar que las rentas medias son las que más aportan al IRPF. En concreto, como se observa en la siguiente tabla de la Agencia Tributaria, con los últimos datos del año 2021, los contribuyentes que ganan entre 30.000 y 60.000 euros anuales son los que más aportan a la recaudación del IRPF (el 37,17%) cuando representan el 20% de las liquidaciones.
A este tramo de renta le siguen los contribuyentes que ingresan de 60.000 a 150.000 euros (4,11% del total), que aportan el 22,63% de la recaudación, y las rentas de entre 21.000 y 30.000 euros, que aportan el 14,53% y representan a 16,96%. Sobre estas tres categorías de contribuyentes se soporta más del 70% de la recaudación del IRPF en España, una realidad que dista mucho del concepto de «grandes patrimonios».
La improvisación de Hacienda sobre la rebaja del IRPF a rentas bajas que pretende minimizar el impacto de la subida del SMI, es una rebaja que impactará en febrero para que quienes cobren entre los 15.000 euros que marca hasta ahora el umbral de no tributación y lo que supone el nuevo SMI de 1.134 euros en 14 pagas no tengan que declarar. Un nuevo parche que llegará sin resolver un importante error de salto que arrastra el impuesto, que hace que las rentas entre 12.000 y 21.000 euros tributen a un marginal muy elevado que sólo experimentan contribuyentes con rentas desde 300.000 euros, con marginales efectivos de entre un 43% y un 50% -y casos de hasta un 92%-, lo que significa que de cada euro que se les suba el salario, Hacienda se quedará con el 43% y 50% -y 92%-.
Esta tributación estratosférica de las rentas bajas se debe a un error de salto de la deducción de rendimientos del trabajo del impuesto que se vio acrecentada con la rebaja que lanzó Cristóbal Montoro en 2018 para rentas entre 14.000 y 18.000 euros, con marginales efectivos disparados a cerca del 60%, y que María Jesús Montero ha mantenido.
Aunque el tipo medio efectivo de estos contribuyentes es bajo por todas las reducciones de las que disfrutan, su marginal se dispara. Tampoco se resuelve otro problema de doble tarifa injusta por el que dos contribuyentes que obtienen la misma renta, de las mismas fuentes, pagarán distinto IRPF en función del número de pagadores o de circunstancias aleatorias.
Hacienda improvisó en septiembre de 2022 una rebaja del IRPF a rentas bajas para 2023 cuando vio que el PP iba ganando el relato de la batalla fiscal, y la reforma de Montoro ofrecía un precedente para replicar. María Jesús Montero amplió la rebaja a rentas de entre 15.000 y 21.000 euros. A los que ya estaban afectados por la reducción de Montoro les mantuvo el problema e incluyó a rentas de entre 18.000 y 21.000 euros, con marginales efectivos de cerca del 50%. Del 43% si se sigue el Reglamento de retenciones como el trabajo como el trabajo de EsadeEcPol Los efectos de la inflación en el IRPF de las rentas medias-bajas y cómo amortiguarlos mejor, cuyos autores, Francisco de la Torre, inspector de Hacienda y director del Foro de fiscalidad de EsadeEcPol, y Carlos Victoria, de la Universidad Complutense de Madrid, colaboraron en la rebaja de Montoro de 2018 desde Ciudadanos.