Los mutualistas entrarán el 31 de enero en una prórroga de su servicio sanitario hasta que se licite el concierto
El Gobierno anunció el viernes la ampliación del plazo para que las aseguradoras se presenten a la licitación para prestar asistencia sanitaria a los funcionarios mutualistas de Muface. De esta forma, ganan tiempo para seguir negociando con las compañías e intentar así buscar una pareja de baile para Asisa, única que se ha mostrado dispuesta a continuar con el modelo.
Pero iniciado el nuevo año, los funcionarios mutualistas de Muface desconocen todavía qué va a ocurrir con su servicio sanitario. Existe, de hecho, mucha confusión acerca de cuándo pueden cambiarse al sistema público o moverse de aseguradora, algo que hasta este año se podía llevar a cabo en el mes de enero.
Este 2025, sin embargo, al encontrarse la licitación aún en curso, los mutualistas solo se podrán cambiar de la sanidad concertada a la pública, es decir, solo podrán hacer la migración al Sistema Nacional de Salud, pero no podrán moverse de Adeslas a Asisa, por ejemplo.
No obstante, este cambio que pueden realizar los funcionarios no será para todo el año si no lo desean. La mutualidad abre la puerta a que esas personas que abandonen el concierto sanitario puedan regresar una vez finalice la licitación. «A partir del momento en que esté vigente el nuevo concierto y hasta la fecha que se disponga, se abrirá un segundo plazo para realizar el cambio desde servicio de salud autonómico a una entidad concertada o entre entidades concertadas que sean adjudicatarias del servicio», avanzan.
Recalcan que aquellas personas que opten por cambiar al INSS durante el mes de enero «podrán revertir su decisión en el segundo plazo y adscribirse a una entidad concertada, si así lo desean». Esto supone una novedad, ya que habitualmente si un funcionario hacía el cambio al sistema público no podrían retornar al privado hasta enero del año siguiente.
La fecha exacta del segundo cambio, calculado en abril, aún se desconoce, ya que dependerá de cómo termine la licitación actual. Cabe la posibilidad de que esta vuelva a quedar desierta tras la renuncia de Adeslas, lo cual cambiaría por completo el panorama del mutualismo administrativo.
Desde la mutualidad prevén que este éxodo a la pública sea mayor que en años anteriores debido precisamente a esa inestabilidad. Los usuarios de Adeslas y DKV, empresas que ya ha anunciado que no seguirán en el concierto, son previsiblemente los que más migrarán debido al miedo de que se puedan quedar en el aire o a que les puedan cancelar citas médicas o intervenciones. Esta oleada de cambios a la pública podría servir también para que los funcionarios tanteen el terreno ante la que podrá ser su futura sanidad y evitar así que la absorción por parte del sistema público sea de golpe.
¿Qué ocurrirá si la licitación queda desierta de nuevo?
Con esa ampliación de los plazos que ha anunciado el Gobierno, la nueva fecha a señalar en el calendario es el 27 de enero a las 10 de la mañana. Será entonces cuando finalice la presentación de solicitudes y se dé a conocer cuántas aseguradoras se han adherido al concierto.
Si, como ya ocurrió en la anterior licitación, esta queda finalmente desierta, habrá que esperar a que Muface o el Ministerio de Función Pública anuncien cuáles van a ser los siguientes pasos a seguir. Por un lado, existe la posibilidad de una tercera licitación que termine de contestar a las exigencias no solo de Asisa, sino de otras compañías, para que se pueda mantener así el modelo.
Otra opción es que Óscar López tire la toalla y disuelva el concierto sanitario de Muface. De esta forma, los 1,5 millones de funcionarios y beneficiarios pasarían a recibir asistencia médica a través del sistema público de salud que ofrecen las diferentes comunidades. De ocurrir esto, el Ministerio de Sanidad ya tendría previsto cómo proceder a este traspaso, que se haría en nueve meses y de manera escalonada.
Esta es, precisamente, la alternativa que mutualistas y sindicatos rechazan, y que los propios médicos y dirigentes de las comunidades autónomas ven como peligrosa por temor a que los servicios de salud colapsen. Desde el Gobierno, además de este malestar generalizado, son conscientes de que también están en juego 1,5 millones de votos, por lo que están haciendo malabares para que Asisa —bien sola o acompañada— se adhiera a la licitación para poder mantener el sistema, al menos otros tres años.
Mónica García tira la toalla y afirma que «el tema Muface acabará como quieran las aseguradoras»
La ministra de Sanidad cree que ha llegado el momento de plantear el traspaso de los mutualistas al sistema público de salud
La ministra de Sanidad, Mónica García, afirmó este lunes que «el futuro de Muface dependerá de las decisiones que tomen las aseguradoras», aunque destacó que ha llegado el momento de plantear el traspaso de los mutualistas al sistema público de salud, el cual, aunque necesite refuerzos, no colapsará por ello.
En una entrevista con RNE, García señaló que son las propias aseguradoras las que, «tras hacer sus cálculos», han decidido «abandonar» a un millón de funcionarios y sus familias porque, al envejecer, estos dejan de ser rentables para sus negocios.
«Las aseguradoras tienen su mercado principal en los seguros privados, que han pasado de 8 a 12 millones de personas con pólizas contratadas», un movimiento que calificó como «legítimo». Aunque admitió que no sabe si esta decisión es «judicializable», recordó que las compañías son libres de participar o no en los concursos públicos.
Por otro lado, García elogió la labor del Ministerio de Función Pública, que amplió el plazo para que las aseguradoras puedan presentar ofertas para gestionar el contrato de Muface. Además, destacó el esfuerzo «significativo» del Gobierno al aumentar las primas en un 33,5 %, una medida orientada a incentivar la participación de las compañías.
A pesar de ello, insistió en que «el futuro de Muface está en manos de las aseguradoras». No obstante, transmitió un mensaje de tranquilidad a los mutualistas: «No se preocupen, la sanidad pública siempre estará ahí y, además, mejorará la atención que reciben, especialmente en Atención Primaria».
García consideró que el debate ya no debe centrarse en «Muface sí o no», calificando este sistema como «un subsistema anacrónico dentro del sistema». En cambio, abogó por discutir «cuándo se realizará la integración de los mutualistas al Sistema Nacional de Salud».
Reconoció, sin embargo, que el sistema público requiere «reformas profundas», ya que en algunos aspectos se encuentra «obsoleto». Pese a ello, descartó que atender a un 2 % más de la población vaya a provocar su colapso, señalando que la sanidad pública ya soportó un aumento del 60 % en la demanda durante la pandemia sin eclosionar.
Finalmente, apuntó que problemas estructurales, como las listas de espera de hasta nueve meses en algunas comunidades, no se resolverán por la incorporación de ese 2 % adicional, subrayando que estas listas seguirán siendo un desafío a largo plazo.
Los frentes legales que abre la crisis de Muface
Los representantes de los trabajadores denuncian el bloqueo de las citas médicas mientras los médicos autónomos se quejan de la precariedad laboral y amenazan con exigir indemnizaciones al Estado.
l malestar derivado por la crisis de Muface es generalizado en el sistema de mutuas. Desde las aseguradoras hasta los propios pacientes, pasando por el personal sanitario, la tensión ha penetrado a todos los niveles no se descarta que pueda dar el salto al terreno judicial. Desde el lado de los sindicatos, CSIF -una de las organizaciones mayoritarias- ya ha avisado de que asesorará a sus afiliados (funcionarios) a fin de emprender acciones legales con el objetivo de defender sus derechos e intereses.
Denuncian que algunos centros médicos han bloqueado la agenda y no dan citas para pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas a pesar de la orden de continuidad asistencial decretada por el Gobierno, algo que redunda en que en algunos centros concretos es complicado conseguir una cita si vienes de Muface,
Al otro lado se encuentra el personal sanitario, desde el que Unipromel, que aglutina a todos los médicos autónomos, expone situaciones de «precariedad laboral» y «bajos honorarios». En este sentido, la asociación liderada por Ignacio Guerrero no descarta presentar una demanda por «vulnerar» los derechos fundamentales de los médicos. Según lamenta, los profesionales cobran entre seis y siete euros por una consulta médica, «precio inferior al estipulado en el mercado».
Circunstancia que, según expone, obliga a atender entre 300 y 400 pacientes al mes para igualar el salario neto de los médicos de la Sanidad pública, que además cotizan al Régimen general. «Vamos a exigir una indemnización si siguen imponiendo precios a la baja que provocan que las aseguradoras no nos paguen lo que cuesta una consulta médica«, incide Guerrero.
La tensión que se vive en esta mutua se ha agravado a raíz de que DKV siguiese los pasos de SegurCaixa Adeslas e hiciera pública su renuncia a continuar en el modelo. Ahora el futuro de Muface recae en manos de Asisa, que debe decidir si continúa aún con alta probabilidad de que asuma el concierto en solitario o, por el contrario, aboca al fracaso a la segunda licitación y la deja desierta.
El Ministerio para la Transformación Digital y Función Pública ha ampliado hasta el próximo 27 de enero el plazo para presentarse a la licitación, doce días más de los previstos inicialmente. La decisión beneficia a Allianz Partners Health, que gana tiempo antes de valorar si puja por hacerse con el concierto para prestar asistencia sanitaria a los más de 8.000 funcionarios que trabajan en el extranjero, servicio que actualmente cubre DKV en solitario. El contrato asciende a algo más de 71 millones a repartir entre los ejercicios 2025, 2026 y 2027.
Fuente:
Mónica García tira la toalla y afirma que «el tema Muface acabará como quieran las aseguradoras»
Los frentes legales que abre la crisis de Muface
Interesara: La elevada edad de los mutualistas complica el acceso a un seguro privado si salen de Muface
https://www.20minutos.es/lainformacion/empresas/edad-mutualistas-problema-crisis-muface-5672480/