Escrivá acuerda con Podemos el periodo de cálculo de las pensiones

Se amplía el perido de cotización para el calculo de la pensión a 29 años pudiendo eliminar los dos peores años dentro de los 30 años previos,  permitiendo al pensionista elegir entre mantener el cómputo de 25 o ampliarlo a 27 años si compensa al pensionista. La Seguridad Social aplicará por defecto el sistema que más beneficioso resulte.

El Ministerio de Inclusión ha estado negociando a tres bandas (con Bruselas, con las fuerzas políticas y con los agentes sociales) para ultimar una reforma que el propio ministro José Luis Escrivá calificó hace unos días de “inminente”.

Ayer, Escrivá desvelaba que el acuerdo con Bruselas estaba prácticamente hecho. Fuentes comunitarias confirmaron a EP que la Comisión Europea ha mantenido contactos “intensos” en las últimas semanas con el Gobierno español sobre la reforma del sistema de pensiones, una de las condiciones a las que está sujeto el desembolso de los 10.000 millones del cuarto pago del fondo anticrisis que España aún no ha solicitado.

Tras el sí de Bruselas y Podemos, ahora sólo falta que la reforma de pensiones reciba el visto bueno de CCOO, UGT, CEOE y Cepyme. Los agentes sociales habían pedido a Escrivá que antes de presentarles su propuesta de reforma se asegurara de que ésta iba a tener suficiente apoyo parlamentario para su aprobación.

El periodo de cotización para el cálculo de la pensión

La propuesta inicial para esta segunda fase de la reforma que el Gobierno llevó a la mesa de negociación con los agentes sociales contemplaba la ampliación del periodo de cálculo de la pensión de 25 a 30 años entre 2027 y 2038, descartando los dos peores años de cotización, de forma que la pensión se calcularía con los mejores 28 años de cotización dentro de un periodo total de 30 años.

Esta medida generó “bastante fricción” con los agentes sociales y con Podemos, como reconoció este jueves el ministro, que asegura que se han modificado los términos con el mismo objetivo: que los trabajadores con carreras laborales más volátiles, por ejemplo, despedidos al final de su vida laboral, no sufran una merma de su pensión.

El Gobierno ha conseguido salvar el principal escollo de la negociación, la ampliación del cómputo para el cálculo de las pensiones que tenía comprometido con Bruselas, a través de la combinación del sistema actual que tiene en cuenta los últimos 25 años cotizados y el nuevo, que en lugar de los 30 años a los que aspiraba el ministro, queda acotado en 29 con la posibilidad de excluir los dos peores. Escrivá ha acordado con Unidas Podemos que este mecanismo mixto se mantenga durante los próximos 20 años, en los que será el trabajador el que tenga la opción de elegir el que le resulte más conveniente de acuerdo con su carrera profesional.

El objetivo de esta segunda opción es que aquellos con carreras laborales más volátiles, por ejemplo despedidos al final de su vida laboral, no vean mermada su pensión por haber recibido menores ingresos en sus últimos años en activo. Según los cálculos que baraja el Ministerio, los cambios que pretenden pactar en el periodo del cómputo de la pensión pueden beneficiar a una de cada tres personas que se jubilen en el futuro, y confían en que los agentes sociales van a “entender” la medida.

Este acuerdo ha salido a la luz escasas horas antes de que el ministerio de Seguridad Social se reúna con los agentes sociales, patronal y sindicatos, este mismo viernes.

El equipo de Escrivá presentará el documento acordado con Unidas Podemos en la reunión concertada en la sede de la cartera con la esperanza de lograr el respaldo de los representantes de los trabajadores, que a lo largo de la negociación se han mostrado proclives a apoyar lo que contase con apoyos políticos. Sin embargo, en los últimos días, tanto UGT como CCOO han dejado claro que dentro de sus organizaciones no hay una postura clara respecto a esta cuestión y que una vez conocieran la propuesta definitiva deberían someterla a debate interno, por lo que Escrivá no va a contar con un sí rotundo antes del fin de semana.

El Gobierno planteaba también en su propuesta de partida la posibilidad de vincular la evolución de las bases máximas de cotización al IPC interanual medio de los doce meses anteriores a diciembre, más un incremento adicional anual de 1,154 puntos entre 2025 y 2050. Esta subida de las bases máximas de cotización iría acompañada de un aumento de la pensión máxima, aunque no en la misma proporción. CEOE y CEPYME se han posicionado en contra de destopar las bases máximas, único punto en el que estaban de acuerdo las fuerzas de izquierdas hasta la noche de este jueves, cuando han conseguido ampliar el pacto.

“No puedo anticipar los elementos (de la reforma) porque tienen que conocerlo primero los agentes sociales, pero básicamente es el cierre del sistema, de la sostenibilidad completa del sistema”, aseguró ayer el ministro.

 

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