EMPLEO, sí, pero con mayúsculas

«Tenemos un empleo que mejora estadísticas, pero no la situación de las personas»

Este 1º de mayo celebramos, un año más, el Día Internacional del Trabajador, una jornada para recordar el valor del trabajo, de su dignidad, a las personas que trabajan y aquellas que quieren pero lamentablemente no pueden acceder a un empleo.

Vemos como cada mes desde el Gobierno se ensalza las bondades de nuestro mercado de trabajo, dando datos que no se ajustan a la realidad y que ocultan la letra pequeña, esa que no se ve, del empleo; un empleo que mejora estadísticas, pero no la situación de las personas, un empleo que no contempla jornadas completas de trabajo, un empleo donde los salarios se reducen y no recuperan poder adquisitivo, un empleo donde los salarios de recortan porque se recortan las horas de trabajo.

En definitiva, tenemos un empleo con un exceso de letra pequeña, y tendríamos que tener un ‘EMPLEO’ que podamos escribir en mayúsculas.

La interpretación de las estadísticas

¿Cómo es posible que las estadísticas del SEPE consideren como ‘no parados’ tanto a los demandantes de empleo ‘ocupados‘ como a los ‘no ocupados’?; ¿Cómo es posible que no se contabilicen en el denominado ‘paro registrado‘ al total de ‘demandantes de empleo no ocupados (DENOS)’?.

Es este apartado el que, en la actualidad distorsiona la realidad del desempleo en nuestro país, por tanto, su computo, y lo que es más importante, si no se les considera parados no se presupuestarán medidas ni se pondrán recursos para sacarles de esta situación. Así tenemos que, al finalizar marzo, el número de demandantes de empleo con relación laboral ha alcanzado los 662.881.

Más trabajo, pero menos horas

Todo esto es parte de esa letra pequeña que acompaña a nuestro mercado laboral, eso que las fuentes oficiales conocen, pero no cuentan, y que están enmascarando una realidad que no es tan idílica como nos dicen.

Pero la letra pequeña que acompaña a nuestro mercado laboral no se queda solo en cómo contamos los parados, es mucha y abundante y  se une a las condiciones  del empleo que se está realizando.

Parciales y fijos discontinuos

Si bien se ha producido un incremento porcentual de la contratación indefinida, éste viene asociado a un notable incremento también de la contratación a tiempo parcial y de fijos discontinuos. Sólo el 18% sobre el total de contratos celebrados son indefinidos a tiempo completosólo el 56,8% (poco más de la mitad) de la totalidad de los contratos realizados lo son a jornada completa. 

La letra pequeña, esa que casi no nos dejan ver, no nos dice cuánto duran los contratos, si trabajamos más tiempo, cuántos de estos son a tiempo completo y, en en definitiva, si hay más horas de trabajo o por el contrario estamos redistribuyendo las existentes.

Menor duración de los contratos

Finalmente, también forma parte de esa letra pequeña que casi no vemos la menor duración de los contratos, en marzo de 2022 esta fue de 60,63 días de media al año, en 2024 esta se ha reducido hasta los 46,33 días. Se trabajan 14 días menos.

Hay demasiada letra pequeña, y no quieren darnos los medios para aumentar el tamaño de ella. Pero es necesario que el empleo no tenga letra pequeña, que podamos escribir ‘EMPLEO’ en mayúsculas. Ello implicaría que trabaje más gente, que existan más jornadas completas de trabajo, que se disminuya la mortalidad de la contratación indefinida y la rotación en el empleo. Un ‘EMPLEO’ con mayúsculas que dignifique a las personas y les permita vivir de su trabajo.

Fuente: The Objetive Empleo, sí, pero con mayúsculas, por José Luis Fernández Santillana (theobjective.com)

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