OTRO LÍO MÁS DEL GOBIERNO: El paro registrado oficialmente es cada vez menos representativo de la inactividad.

El aumento de los fijos discontinuos pone en duda las bajadas históricas del paro: “Están dejando de contabilizar a muchas personas”

Los dos últimos meses han cerrado con bajadas históricas del paro. La caída de octubre, de 27.027 personas, fue la mayor anotada en el décimo mes del año desde que existen registros, mientras que la de noviembre, de 33.512 personas, ha sido la segunda mayor de la última década para ese mes, solo por detrás de la del año pasado. Sin embargo, estos datos no tienen en cuenta a los cientos de miles de fijos discontinuos que no trabajan, un grueso nada despreciable dado el aumento de este tipo de contratos como consecuencia de la reforma laboral. “Están dejando de contabilizar a muchas personas”, avisa Valentín Bote, director del centro de estudios y análisis Randstad Research.

“Aunque se firman más contratos indefinidos que hace un año, están marcados por la temporalidad y la parcialidad. La nueva temporalidad se disfraza de contratos fijos discontinuos, que han aumentado más del 500 % justo un año después de la reforma laboral, y de fijos a tiempo parcial, que han subido un 200 %. Estos contratos sirven para reducir el paro pero, sin embargo, no mejoran ni actúan sobre los problemas estructurales que arrastra el mercado laboral en España”, destaca Joaquín Pérez, secretario general de USO. Por otro lado, la contratación indefinida sigue frenándose según avanzan los meses. En noviembre, los contratos fijos supusieron el 43,2 % del total, esto es, 2 puntos menos que en octubre (45,8 %).

La letra pequeña de los buenos datos del paro son los demandantes de empleo ocupados, es decir, aquellas personas que, teniendo ya un empleo, buscan otro. “Cualquiera puede ir a la oficina de empleo y decir ‘estoy trabajando, pero quiero un trabajo mejor’ y se inscribe como demandante de empleo ocupado, porque está trabajando”, explica Bote. También entran en esta categoría, y no en la de parados, quienes trabajan a tiempo parcial y buscan compatibilizarlo con otro empleo o aquellos fijos discontinuos que buscan otro trabajo durante su periodo de inactividad, puesto que este tipo de contrato se utiliza para trabajos que se desarrollan de forma intermitente en el tiempo.

Este sistema de contabilización lleva casi cuatro décadas en vigor. “En España, desde el 11 de marzo de 1985 los fijos discontinuos se miden de la misma manera”, argumentó este viernes la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. “No han cambiado los criterios”, reconoce Bote.

Sin embargo, la polémica estriba en que el número de fijos discontinuos ha aumentado muy significativamente por el cambio en la forma de contratación a raíz de la reforma laboral, que eliminó el contrato por obra y servicio. “¿Qué pasa cuando un fijo discontinuo finaliza su periodo de trabajo y pasa a situación de inactividad? Se le contabiliza como demandante de empleo, no como parado. Esto no ha cambiado, pero ahora hay muchas más personas en esas circunstancias”, matiza.

Según los datos del Ministerio de Seguridad Social, aproximadamente 1,4 de los 20 millones de personas que trabajaban en España en 2021 lo hacían bajo el contrato de obra y servicio, ahora extinto. “A esas personas ha habido que buscarles soporte en otro tipo de contrato y un recurso muy utilizado ha sido el contrato fijo discontinuo. Antes de la reforma había fijos discontinuos, pero ahora hay muchísimos más”, explica el director de Randstad Research.

De este modo, la proporción de fijos discontinuos sobre el total de contratos firmados ha crecido respecto a principios de año hasta representar en noviembre el 14,9%. En concreto, del total de 1.424.283 contratos firmados el mes pasado, 212.947 fueron fijos discontinuos, una cifra más de seis veces superior a la de noviembre de 2021. “Los contratos fijos discontinuos eran un fenómeno mucho más limitado y con mucho menos alcance en cuanto a número de personas de lo que es hoy”, constata Bote.

Este cambio en la contratación ha provocado que se engruese el número de demandantes ocupados. En ese sentido, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) llamaba la atención este miércoles sobre el hecho de que, al mismo tiempo que el paro registrado en las oficinas del SEPE se redujo en octubre en 27.000 personas, el número de nuevos demandantes de empleo con relación laboral aumentó en 230.000 personas, frente a los cerca de 50.000 registrados en el mismo mes de 2019. Según los publicados este viernes por el Ministerio de Trabajo, en noviembre los demandantes ocupados volvieron a crecer en cerca de 111.000 personas, mientras que el paro bajó en más de 33.500.

“Resulta muy llamativo que desde el Ministerio lo que se haga sea hablar de unas cifras históricas de paro registrado, porque está disminuyendo, pero porque no están teniendo en cuenta la situación de todas estas personas que con el sistema de contratación anterior a la reforma laboral firmarían contratos por obra y servicio y al terminar su contrato se inscribirían en las oficinas del SEPE y serían contabilizados como parados registrados”, explica Bote.

Falta de datos

Por ello, los expertos coinciden en advertir de que el dato de paro registrado es cada vez menos representativo de la inactividad. “La aparición de la figura del fijo discontinuo como modalidad de contratación representativa ha creado una nueva realidad laboral que no se puede analizar con estos datos”, han valorado desde Asempleo tras conocerse los datos de paro del mes de noviembre. “El paro registrado cada vez es menos representativo del fenómeno que en realidad nos interesa conocer, que es cuántas personas en España están buscando un empleo y no lo encuentran. Eso incluiría a los parados registrados, pero también a esos fijos discontinuos que quieren trabajar”, añade Bote.

El total de demandantes de empleo ocupados en noviembre ascendió a 1.071.296, según los datos publicados este viernes por la cartera de Yolanda Díaz. El problema está en que no es posible saber cuántos de ellos se corresponden con fijos discontinuos en situación de inactividad, debido a que el Ministerio no desglosa ese dato. “Lo que llama la atención es que el Ministerio se resiste a dar la cifra de cuántas personas de las que están demandando empleo lo hacen en virtud de un contrato fijo discontinuo que está en situación de inactividad y, en paralelo, está diciendo que las cifras de paro son históricas. Ahí está la controversia”, aclara Bote.

“La polémica simplemente desaparecería si hubiera un desglose de esta cifra de ocupados”, insiste el director de Randstad, que señala que las estimaciones calculan en torno a medio millón fijos discontinuos en busca de empleo. También Fedea, que sugiere también un ajuste adicional en el recuento de los fijos discontinuos, reprochó el miércoles al SEPE “la falta de explicaciones” para arrojar luz sobre esta cuestión.

Trabajo se escuda en que favorece a todas las CCAA

Al ser preguntado por este asunto en rueda de prensa celebrada este viernes tras la publicación de los datos de afiliación y paro del mes pasado, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, aseguró no tener información sobre cuántos de esos 110.700 nuevos demandantes ocupados de noviembre son realmente fijos discontinuos inactivos.

Desde el Ministerio también aseguran a este medio que “este desglose no está disponible” y aclaran que “en la serie histórica se dan este tipo de oscilaciones”. Ponen como ejemplo septiembre, cuando “hubo un descenso respecto a agosto de 108.207 que dependen de múltiples factores personales como buscar un empleo más cualificado o cambiar de localidad o de sector, por poner algunos ejemplos”.

El secretario de Estado defendió que “el Gobierno no ha llevado a cabo ni un solo cambio en la forma en que se computan los fijos dsicontinuos”. “La regulación está en una orden de 1985 y el Gobierno lo único que hace es aplicarla y velar por la calidad de los datos a través de las comunicaciones técnicas con las CCAA”, aseguró.

En este sentido, defendió que “no hay ninguna duda sobre la integridad de los datos, sobre la profesionalidad de los funcionaEn este sentido, defendió que “no hay ninguna duda sobre la integridad de los datos, sobre la profesionalidad de los funcionarios, y tampoco sobre la profesionalidad de los servicios públicos autonómicos que proporcionan los datos”. Sobre este último punto, destacó que, precisamente, “permiten a la Comunidad de Madrid y a Andalucía decir que tienen buenas cifras”.

Además, ante las reivindicaciones de los expertos de que se incorpore información detallada de los fijos discontinuos inactivos ante los cambios que está suponiendo la reforma laboral, aseguró que “la información de la que se dispone y se ha hecho pública contiene todos los datos necesarios para saber cuántos trabajadores fijos hay y en qué posición se encuentran en la actualidad”. Sin embargo, a día de hoy el Gobierno no ha proporcionado el dato de fijos discontinuos inactivos.

En la misma línea se posicionó horas más tarde la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien cargó contra Fedea y acusó a la organización de “cuestionar los datos de paro por las horas trabajadas y ahora abandonar ese modo de medición”. A estas acusaciones han respondido los autores del informe a través de las redes sociales, recordando que el mismo también recoge un análisis de horas trabajadas e insistiendo en que hubo un “aumento anómalo” de demandas de empleo de fijos discontinuos en octubre y una regularización que no se comunicó.

Fuente: 20 minutos

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