El propósito de este documento realizado por el Instituto Santalucía es analizar la situación y la evolución de los cuidados de larga duración en España y cómo se organiza el sistema de la dependencia, tras la introducción de la reforma en 2007 y enfatizando la situación actual, tras casi dos décadas de vigencia del SAAD.
El documento se estructura de la siguiente manera.
- sección 2 comenzamos con una reseña del funcionamiento del SAAD y su mecanismo de acceso a las prestaciones.
- sección 3 hacemos referencia al tema de la financiación a la dependencia (gasto público en cuidados de larga duración y el presupuesto en dependencia).
- sección 4 analizamos el limbo de la dependencia, denominación que se utiliza para referirse a las personas que se encuentran en espera para recibir las prestaciones y servicios del SAAD.
- sección 5 hacemos un análisis del cuidado formal e informal.
- sección 6 a un breve repaso de la situación actual del sector de atención residencial, el más castigado por la pandemia.
- sección 7 examinamos la situación laboral del sector de la dependencia
- sección 8 presentamos las reflexiones finales.
La aprobación de la Ley 39/2006 de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas Dependientes alumbró, a partir del 1 de enero de 2007, el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) que universalizó la cobertura de las subvenciones y apoyos a los cuidados, permitiendo el acceso a la atención a la dependencia condicionado únicamente a la valoración de las necesidades de cuidados por parte de las personas sin una mediación previa de prueba de los recursos.
Este nuevo sistema ofrecía un conjunto de servicios y prestaciones económicas destinados a la promoción de la autonomía personal, la atención y protección a las personas en situación de dependencia, apoyos de atención domiciliaria, centros de día y residencia de mayores contribuyendo a la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos.
Además de la atención informal por parte de las familias, que tenía, y aún sigue teniendo, un peso considerable en la atención a la dependencia. Sin embargo, antes de la aparición del SAAD ya existía una red de servicios de asistencia social (centros de día, residencias, teleasistencia, asistencia a domicilio) y por supuesto de atención informal (por parte de familiares) a la dependencia. En los años previos a la ley, el gasto en atención a la dependencia tenía niveles ciertamente modestos.
La Ley de Dependencia se planteó como una vía para, por un lado, racionalizar y promover los servicios de atención al dependiente, ofreciendo una prestación monetaria o en especie para facilitar el acceso a servicios (cuidados formales) para aquellos que son clasificados como dependientes, y por el otro, ofrecer un marco financiero estable fundamentado en tres pilares: aportación del Gobierno Central, aportación de las CCAA y, finalmente, copagos de los usuarios
ENLACE AL ESTUDIO
informe_el_sistema_de_la_dependencia_en_Espana_2024.pdf (institutosantalucia.es)